Argentina: La lucha continúa
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"La represión el día que mataron a Fuentealba fue descomunal e injustificada"
Ex jefe de policía y un funcionario de Sobisch acusados de homicidio culpable
Elio Brat
La justicia de Neuquén pidió la indagatoria del ex subsecretario de Seguridad
Raúl Pascuarelli y del ex jefe de la Policía provincial Carlos Zalazar –ambos
funcionarios del gobierno de Jorge Omar Sobisch- por su participación en los
hechos donde se hirió de muerte al profesor Carlos Alberto Fuentealba. La
acusación de la fiscalía es por "homicidio culposo" del maestro neuquino,
"encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público".
Otros 4 altos oficiales de la policía local y 16 efectivos de los llamados
"grupos especiales" antimotines también fueron comprendidos en la requisitoria
judicial. Esta semana el gremio de Aten (Asociación Trabajadores de la Educación
de Neuquén) al que pertenecía el maestro Fuentealba se presentó como querellante
en la causa judicial. El juez interviniente, Cristian Piana, tiene 48 horas para
contestar si acepta o no la requisitoria del gremio docente neuquino.
En el requerimiento presentado por los fiscales Richard Trincheri, Mauricio
Zabala y Horacio Maitini se lee textualmente que "la represión a los docentes en
la localidad de Arroyito (el pasado miércoles 4 de abril) fue descomunal e
injustificada". Además se dejó bien claro que "no hubo una orden de operación
escrita". De allí que los querellantes hasta el momento en la investigación
concluyen que "la negligencia" de los entonces funcionarios, el subsecretario de
Seguridad Raúl Pascuarelli y quien era la cabeza mayor de la policía provincial,
el comisario general Carlos Zalazar "tuvo directa relación causal" con la muerte
del maestro Carlos Fuentealba.
En la misma acusación de la fiscalía se detalla que el operativo policial en
Arroyito fue dispuesto "aparentemente" para impedir un corte de ruta. También
señala que "dicho procedimiento, sin origen en una orden de operación escrita,
aún después de logrado el fin que se pretendía cumplir, devino en un
desmesurado, descontrolado y anárquico operativo de represión policial". "Se
llegó incluso a perseguir a los manifestantes, en su mayoría mujeres, que se
encontraban guarnecidos en la estación de servicio (de Arroyito) y en las
chacras aledañas", pero consignando que la represión "fue desproporcionada e
irracional, con gases y disparos, produciéndose la alevosa agresión contra la
vida (del maestro) Fuentealba".
Finalmente, el escrito de los fiscales consigna que el crimen "fue visto" por
integrantes de los grupos especiales de la Policía provincial neuquina, quienes
"deliberadamente omitieron decir la verdad o falsearon las versiones sobre las
circunstancias en que fue agredido el docente". Así, concluyen los fiscales,
"ayudaron al cabo primero Darío Poblete (presunto autor del disparo a Fuentealba)
a eludir la investigación de la justicia".
Interiorizado de estas medidas judiciales, el abogado que representa a la
familia del docente asesinado, Gustavo Palmieri, opinó que los pedidos de
indagatoria "son un avance pero peligroso". "Porque pone el acento en las
omisiones y nosotros creemos que hubo órdenes concretas de actuar como se actuó"
aseguró el letrado.
La lista de los imputados en el caso Fuentealba
Además del cabo primero Darío Poblete, quien se encuentra detenido en la
alcaidía de Zapala, la lista completa de los imputados en la causa que investiga
el asesinato del maestro Carlos Alberto Fuentealba es la siguiente: Raúl
Pascuarelli, Carlos Zalazar, Moisés Soto. Adolfo Soto, Mario Rinzafri, Jorge
Garrido, Diego González, Adrián Espinoza, Ángel González, Sergio Burgos, Néstor
Bascuñán, Juan Venegas, Julio Lincoleo, Víctor Pérez, Luis Rodríguez, Oscar
Lezana, Cristian Vázquez Salinas, Félix Torres, Pablo Oddone, Rubén Hernández,
Aquiles González y Benito Matus.
El último de los imputados y llamado para su indagatoria judicial, Benito Matus,
es el policía cuya identidad fue conocida en todo el país a través de las
imágenes televisivas donde se lo veía vestido de civil y portando un arme de
grueso calibre, durante la represión a los maestros neuquinos en la zona del
cruce de Arroyito. En esas imágenes se ve claramente como Matus apunta a un
automóvil donde se trasladaban manifestantes y tira con su arma a quemarropa. Al
no poder cumplir su objetivo, el policía hace un ademán de frustración sin saber
que lo estaban filmando y que luego todo el país iba a ser testigo de ese hecho.