Otra vez la impunidad por la Mercedes Benz Argentina y el
Estado alemán
Gaby Weber
El gerente de Mercedes Benz en épocas de la dictadura, Juan Ronaldo Tasselkraut,
no sólo entregó los activistas de la fábrica a la represión que nunca más
aparecieron. En su familia hay tres chicos apropiados que probablemente sean
hijos de desaparecidos. Estos chicos fueron inscriptos como hijos suyos, basado
en partidas de nacimiento groseramente falsificadas, la República Federal
Alemana les otorgó la ciudadanía alemana y se resiste hasta hoy en día de
averiguar de donde y de quienes son estos chicos.
Yo hice por este crimen dos denuncias penales, una en Argentina y otra en
Alemania. Primero en Argentina, presentando las partidas de nacimiento falsas,
donde figuran parteras que trabajaban en Campo de Mayo y que están involucradas
en otras apropiaciones de chicos de desaparecidas. Estas parteras, hasta hoy,
siguen trabajando en sus profesiones. Y los juicios - uno radicado en el
Tribunal de San Martín y otro en Capital - no avanzan. Según la ley argentina y
la Convención Internacional del Niño, estos delitos no prescriben.
Como Tasselkraut es alemán, pudo dar la ciudadanía a sus hijos y lo hizo con las
partidas falsificadas. En el 2004, yo me presenté en la Embajada Alemana en
Buenos Aires, con la intención de entregar a los funcionarios las partidas
falsificadas y pedir una investigación como fue posible el otorgamiento de la
ciudadanía. No recibieron los documentos y se negaron a cualquier investigación.
Un año y medio más tarde, la "Coalición contra la Impunidad" organizó un acto en
el Parlamento de Berlín para conmemorar los 30 años de dictadura en Argentina e
invitó a varias personas de Argentina, entre ellos el Premio Nóbel Adolfo Pérez
Esquivel, Luis Mattini, Maristella Svampa y a mí. Participaron también dos
funcionarios de la Cancillería alemana a los cuales yo pude entregar
públicamente las partidas de Tasselkraut y ellos, frente a un público indignado,
se comprometieren a investigar.
Pero no pasó nada, y al año, Amnistía Internacional preguntó en la Cancillería
por las razones de la inoperancia. La respuesta: los chicos no tenían ningún
interés en averiguar sus orígenes y con eso, así argumentaron, no había ningún
motivo para las autoridades alemanes en tomar una acción.
En marzo de este año, hice una denuncia penal en la Fiscalia de Colonia contra
Tasselkraut, contra el personal de la Embajada alemana en Buenos Aires y contra
los funcionarios de la Cancillería alemana, contra los últimos por encubrimiento
de un delito, por que las partidas falsificadas siguen estando vigentes y
probablemente son aceptadas para nuevos pasaportes.
Para mi, debería estar en el interés de los chicos el "blanquear" su situación,
en conseguir partidas de nacimientos correctas y legales en vez de andar con
papeles falsificados por el resto de sus días. Pero el señor Tasselkraut
obviamente ha preferido, para protegerse él y a los que hicieron posible la
apropiación de los bebés, la muerte de sus madres y utilizar la infraestructura
falsificadora de la dictadura. Nunca pensó en el bien de estos chicos.
Si estos jóvenes quieren mantener la ciudadanía alemana, pueden hacerlo,
legalizando su situación. Pueden pedir partidas legales, y con estos recurrir a
la posibilidad que les ofrece la ley alemana: Tasselkraut los puede adoptar a
pesar que ya son adultos y darles su ciudadanía de manera legal.
La Fiscalía alemana decidió ahora, tomándose el tiempo de una semana, de no
abrir una causa. Para ella, la falsificación de las partidas prescribió y no
quiere investigar si estos documentos son utilizados hasta hoy. Así el robo de
niños queda blanqueado.
Fuente: lafogata.org