Argentina: La lucha continúa
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De candidatos y represores
Correpi
Un nuevo comicio en la ciudad de Buenos Aires, en el que todos los
candidatos, los que tenían chance y los que no, se gastaron en hacer conocer sus
opiniones sobre "seguridad", aun los que debieran saber que la única seguridad
que el régimen entiende es la que imponen las fuerzas de represión para
preservar el orden de sus jefes, los que gobiernan. Todos los candidatos
discursearon acerca la policía "autónoma" o propia de la ciudad, del "traspaso"
de todo o parte de la federal, de la ley Cafiero, etc. Todos le hablaron a los
honorables ciudadanos de clase media, los que votan y definen en la ciudad, los
que cuando se asustan piden mano dura, pero si además son "progres", piden que
no se note. Nada nuevo, bah.
Como los partidos de izquierda que participan de las elecciones tienen que tener
"propuesta", porque si dijeran que no hay alternativa dentro del sistema, no se
podrían presentar, hemos escuchado también otras cosas, como que hay que crear
una policía "nueva", a favor de los intereses de la clase obrera, con diferentes
formulaciones (un cuerpo de seguridad comunitario con jefe civil y concurso
público para selección de personal; patrullas vecinales bajo el control de
organismos populares como las asambleas barriales, sindicatos y cooperativas;
milicia ciudadana organizada y controlada por los organismos de derechos humanos
y organizaciones obreras, estudiantiles y populares, etc.). También nos dijeron
que la policía "nueva" debe tener su sindicato para hacer huelgas cuando se
queda sin balas o para exigir asistencia jurídica gratuita cuando -como dicen
los de Apropoba o Apropol, los sindicatos que ya existen- los "trabajadores
policiales son enjuiciados por actos de servicio", es decir, por torturas y
asesinatos de gatillo fácil. Todas estas propuestas, en el marco de consignas
como la "disolución de la policía" o el "desmantelamiento del aparato
represivo", planteadas para ser resueltas en la legislatura.
A nadie se le ocurrió poner en discusión las detenciones arbitrarias masivas que
sufren a diario jóvenes y pobres gracias a la facultad policial de detener
personas "para identificar" o "establecer antecedentes" o con el código
contravencional, plataforma de discriminación permanente y de oportunidad para
las torturas y la muerte en comisarías. A lo sumo, proponen alguna tibia
reforma, derogando un par de artículos que no modifican el espíritu general de
las contravenciones como herramienta de control social, en lo que sí pueden
llegar a sumar el voto de algún legislador progre del ARI o cosa parecida. Eso
sí, se esforzaron en difundir cuáles de sus candidatos son querellantes en la
causa Triple A.