Argentina: La lucha continúa
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Tucumán: Se recalienta el reclamo de municipales y desocupados
Pidieron mejoras salariales y la Policía disparó con balas de goma y gases
lacrimógenos
Primera fuente
'Tucumán se va a convertir en el nuevo Santa Cruz en caso de que el gobierno de
Alperovich no recapacite y otorgue a los trabajadores lo que merecen', dijo con
tono amenazante el dirigente de los municipales de Aguilares, Vicente Ruiz,
luego de los incidentes protagonizados ayer con la Policía en la Plaza
Independencia cuando unos mil trabajadores protestaron por mejoras salariales.
Los municipales del interior y desocupados de la Corriente Clasista y Combativa
coparon ayer la Plaza Independencia para exigir aumentos salariales y fueron
recibidos con gases lacrimógenos por parte de efectivos de la Guardia de
Infantería de la Policía de Tucumán, apoyados por la Caballería, que permanecían
detrás de las vallas que se instalaron alrededor de la Casa de Gobierno para
impedir el avance de los manifestantes.
'Se va acabar, se va acabar, con este gobierno de sultán', con este cántico unos
mil manifestantes de diferentes localidades del interior y organizaciones que
apoyaron la protesta social (CCC, estudiantes de psicología, tabacaleros
autoconvocados y jubilados llegaron ayer a la Plaza Independencia. En momentos
en que los trabajadores repudiaban la indiferencia del gobierno y que prendían
fuego a unas gomas para dar fuerza a su protesta, efectivos intentaron
apagarlas, comenzaron los empujones, los insultos y luego las corridas.
'Tucumán se va a convertir en el nuevo Santa Cruz en el caso de que el gobierno
de Alperovich no recapacite y otorgue a los trabajadores lo que se merecen',
repitió en reiteradas oportunidades el dirigente de los trabajadores municipales
del sindicato de Aguilares, Vicente Ruiz. 'No podemos permitir que se nos burlen
en la cara y que encima la Policía nos quiera censurar una protesta. No estamos
en la dictadura', argumentó Ruiz luego de sufrir la represión policial.
Los manifestantes exigen un incremento salarial del 30 por ciento sobre el bruto
al sostener que el 37 por ciento que otorgó el PE sobre el básico no llega a los
100 pesos, sobre todo para las categorías bajas que actualmente tienen un básico
de 230 pesos.
Según los relatos de algunos dirigentes, en la manifestación había policías
infiltrados que alteraron el orden y la tranquilidad para que el pedido de
recomposición salarial quede de lado. A los minutos de la concentración,
mientras se evaporaba el olor de los gases tóxicos, llegó la prensa y la Policía
negaba en sus declaraciones que se haya tirado balas de goma y mucho menos los
gases lacrimógenos. 'Los manifestantes llegaron con la intención de hacer
desmanes y tiraron las vallas que estaban frente a la explanada, lo que motivó
la reacción de la Policía. Nosotros solo los dispersamos y no lanzamos gases
lacrimógenos', afirmó el comisario Jesús Gómez, a cargo del operativo de
seguridad en las afueras de la Casa de Gobierno. 'Sólo hay humo por los
matafuegos que se utilizaron para apagar las cubiertas', dijo para justificar el
accionar policial.
A esta manifestación también se sumaron algunos dirigentes de otros gremios y
organizaciones sociales. En este sentido, el secretario general de la
Confederación General del Trabajo (CGT), Jesús Pellasio, se solidarizó con los
trabajadores reprimidos y pidió al gobierno mayor coherencia frente al reclamo
del conjunto de los trabajadores.