Argentina: La lucha continúa
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Grandes grupos de siembra expulsan a campesinos en Argentina
Nueva Rioja
Desde las organizaciones del campo y el Gobierno advierten que los grandes
grupos de siembra concentran la propiedad de la tierra, practican el monocultivo
y provocan éxodo de chacareros. Presentaron un proyecto de Ley para frenarlos.
El avance sostenido de los pooles de siembra en suelo bonaerense está
desplazando del sistema agropecuario a los pequeños y medianos productores,
quienes no pueden afrontar los nuevos montos de arrendamiento por hectárea.
"La competencia entre grupos como los Grobo o El tejar y el chacarero es
desleal", explicó el presidente de La Dulce Cooperativa de Seguros, Osvaldo
Chiarle. Por caso, en la región de Necochea, Balcarce y Tres Arroyos los
aranceles por hectárea aumentaron un 83 por ciento en los últimos años. Antes de
la aparición de estos grupos el precio por hectárea, sujeto a variaciones en el
precio internacional del cereal, rondaba los 300 pesos, hoy asciende a 550.
Según el último censo agropecuario, sólo un 1,3 por ciento de los productores
bonaerenses explota el 53 por ciento de las tierras productivas ; mientras que
el 98,7 por ciento restante, pequeños y medianos productores, trabajan el otro
47 por ciento : menos de la mitad de las tierras aptas para cultivo.
Debido a esta situación, la Federación Agraria Argentina (FAA) presentó en el
Congreso un proyecto para sancionar una nueva de Ley de Arrendamientos, que
ordene los contratos agrarios y ponga freno a la concentración de la tierra. El
secretario gremial de FAA, Omar Barchueta, aseguró que la concentración de la
tierra "no sólo está dejando sin posibilidad de trabajo a los productores
locales, sino que también está impactando negativamente en las economías
regionales".
A su vez, el ministro de Asuntos Agrarios, Raúl Rivara, advirtió que "los pooles
no compran nada en el lugar, ni el pan. Traen de afuera la semilla, las
maquinarias, el gasoil, los agroquimicos, los camiones y en el pueblo no queda
nada". Fue tajante : "Vamos a estar condenados a tener campos ricos con pueblos
pobres".
Por su parte el presidente de la Carbap, Pedro Apaolaza, aseguró que "este
avance de los pooles es absolutamente negativo en tanto mantengan ventajas
impositivas respecto del resto de los productores".
Todo por la soja
No sólo el precio de los arrendamientos se incrementó en el último período,
también la superficie sembrada arroja cifras inusitadas. Según datos de la
Dirección Provincial de Economía Rural, en la Provincia existen 3.665.000
hectáreas dedicadas a la soja, casi la totalidad de los de 3,8 millones que hay
en todo el país.
Según los datos de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario, 10 mil
productores sojeros en la Provincia -sobre un total de 80 mil en el país-
concentran el 72% de los 40 millones de toneladas de soja que se producen a
escala nacional.
Aunque los pooles dicen implementar la rotación de cultivos, productores de la
zona de Necochea aseguran que estas grandes empresas eligen el monocultivo. "Lo
que se busca es la mayor rentabilidad de la tierra sin importar su conservación
y hoy lo que más vale es la soja" aseguró Jorge Duffard, agricultor con más de
treinta años de experiencia en la actividad. Si bien el grupo Grobocopatel (Grobo)
es el inversionista agropecuario líder -siembran más de 155 mil hectáreas en
tres países -, existen también otros grupos económicos como El Tejar, Irsa y
Lavas que invierten parte de las ganancias obtenidas en otros rubros en el
campo. Actualmente en Argentina hay más de 100 mil millones de dólares
invertidos en fideicomisos de este tipo.
Según explicaron especialistas en el tema, este tipo de inversión irá
incrementándose de forma sostenida en tanto no implica riesgo para quienes
participan del negocio. Es que sea exitosa o no la cosecha, los inversionistas
recuperan el porcentaje aportado al fideicomiso y quedan exentos de pagar
impuesto a las ganancias.
Otro de los beneficios que atrae este negocio consiste en no establecer
compromisos laborales con personas específicas, puesto que los trabajos son
tercerizados y los servicios contratados en forma directa con las empresas
líderes en agroquímicos y fertilizantes. Así, la cadena productiva del campo se
ve afectada en su totalidad.
Cortesía : del Grupo de reflexión Rural (GRR) de
Argentine.