Argentina: La lucha continúa
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Kirchner y los derechos humanos: no ahora, no en Santa Cruz
Golpeado políticamente por el conflicto docente que no pudo controlar a
tiempo en su propia provincia, Néstor Kirchner decidió públicamente redoblar la
apuesta. Mientras desde Casa Rosada llamó "cobardes patoteros" a los
trabajadores de la educación, la agrupación "Los Muchachos Peronistas", mediante
una convocatoria, insta a enfrentar a los "desestabilizadores": así el
kirchnerismo estaría preparando junto a empresarios de la provincia una
movilización para "defenderse de los ataques".
El discurso oficial en las últimas semanas intentó transformar aquel choque
automovilístico en "ataque" al presidente, de tratar a los docentes de
masoquistas que se "autohieren" cuando en realidad fueron golpeados por
Gendarmería y las patotas del presidente en la provincia. Kirchner demoniza con
sus dichos la lucha docente y le prepara peligrosamente el terreno al accionar
de patotas. Ayer, la represión dejó heridos en una movilización de municipales.
"Han sitiado nuestra ciudad, tomando edificios públicos, han recurrido a
personajes del grupo Quebracho para instalar el miedo entre la ciudadanía, se
han movilizado con un 80% de manifestantes que como chacales vienen a devastar
nuestra provincia, para después sin nada que perder regresar a sus lugares de
origen, dejando a su nefasto pasar, cual bíblica plaga, el escenario de la
destrucción", exagera la fascista convocatoria firmada por las Unidades Básicas
"Los Muchachos Peronistas".
El texto -que llama a permanecer en estado de alerta y movilización- fue
denunciado ante la justicia provincial como una intimidación pública por los
abogados de ADOSAC, gremio docente. "¡Basta, decimos Basta!, por eso instamos
abiertamente a defender nuestra casa, nuestro proyecto, nuestras conquistas; no
vamos a permitir que destruyan lo que con tanto esfuerzo hemos logrado
conseguir", enfatiza la convocatoria. En la provincia no dudan de que el
empresario Rudy Igor Ulloa es quien está detrás de esta campña de "defensa" de
su amigo, el presidente Kirchner.
El discurso presidencial intenta tardíamente desdibujar el reclamo original de
los docentes santacruceños. "Se quejan y son los maestros que más ganan, ganan 2
mil pesos", mintió el presidente en su discurso en casa de gobierno.
Los trabajadores reclaman la incorporación de "bonificaciones" al sueldo básico,
que es de 160 pesos, sobre el cual se realizan los aportes jubilatorios. "Muchos
de ellos recién llegan a la provincia, y se los recibe con los brazos abiertos",
agregó el presidente repitiendo el tono persecutorio de las bases kirchneristas
en Santa Cruz, antes de tachar a los maestros de "cobardes y patoteros".
A la protesta de los docentes, que tras el asesinato de Carlos Fuentealba en
Neuquén, ha ocupado por reflejo un notable lugar en la opinión pública
provincial y nacional, se han sumado ATE y trabajadores de la Salud. El
conflicto no pudo ser controlado por el débil gobernador Carlos Sancho, a quien
llaman "chirolita" de Kirchner. La respuesta del gobierno nacional fue asegurar
que no negociaría bajo presión y enviar la Gendarmería a militarizar las
escuelas. La solución no llegó y a través del ministro de Trabajo Carlos Tomada
el Ejecutivo nacional se vio obligado a intervenir la semana pasada, dictando la
conciliación. La propuesta de Sancho fue rechazada por los docentes, quienes
retomaron las medidas de lucha, instalando una carpa frente a la gobernación.
Esta semana un par de bombas estallaron en la sede de ADOSAC y un local de la
UCR.
Ayer, una manifestación de empleados estatales fue reprimida por Infantería,
dejando un saldo de nueve heridos con bala de goma y uno con bala de plomo.
Posteriormente el gobernador Sancho grabó junto al jefe de la policía y
responsable del operativo en el canal provincial un reportaje televisivo en el
que asegura que los policías fueron atacados. Sin embargo, no hay constancia de
ningún efectivo herido. El lunes la represión corrió por cuenta de la
Gendarmería, que depende del ministerio del Interior, y hubo golpizas por parte
de agentes de civil. En Santa Cruz, provincia en la que el kirchnerismo gobierna
hace 15 años, la tensión popular no cesa, la represión -oficial y "subterránea"-
crece y el reclamo de desmilitarización de la provincia se oye cada vez más
firme, junto al pedido de renuncia para Sancho.