Argentina: La lucha continúa
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La inflación perjudicó más a los ricos, según los diarios
Los pobres ricos
Fabiana Arencibia
Red Eco Alternativo
Las tapas de los diarios mostraban una nueva ofensa al sentido común. "La
inflación perjudicó más a los ricos", podía leerse a toda plana. Mientras,
un niño moría de hambre.
La semana pasada los noticieros y los diarios daban cuenta de esta gran noticia:
La inflación resultó mayor para los sectores de más poder adquisitivo.
¿Cómo pueden pretender tergiversar una realidad que, a poco menos de siete días,
confirma que el 48 por ciento de los niños argentinos viven en hogares pobres y
que a un tercio de las familias no le alcanzan los ingresos para comer y
vestirse?
Solo el colmo del cinismo, en el marco de un mensaje tendencioso, puede
justificar semejante patraña. Entre líneas se debería leer: no solo los pobres,
los indigentes o los trabajadores formales y en negro son castigados por los
precios que suben. ¡Pobres ricos!...a ellos también les toca.
Sin embargo el sector más rico de la población tiene ingresos 31 veces mayores
que el más pobre. En la escala de ingresos más bajo, están los que ganan entre 0
y 110 pesos. En la más alta se ubica el sector más rico que tiene ingresos de
entre 1.135 y 154.367 pesos, los pobres ricos afectados por la inflación.
Un estudio presentado ayer por la Universidad Católica Argentina (UCA) concluye
que 1.230.000 niños que habitan este país, viven en hogares pobres (48 por
ciento de los 2.557.000 niños de hasta 9 años).
Además 4 de cada 10 viven en hogares "vulnerables en su capacidad de atender su
salud, y el 50 por ciento pertenece a hogares que no pueden cubrir su adecuada
alimentación y vestimenta", señaló el trabajo de la UCA.
El déficit de atención en salud afecta a 6 de cada 10 niños pobres. Las
estadísticas obtenidas indican que 2 de cada 10 niños no suelen salir de paseo,
mientras que 4 de cada 10 no reciben narraciones orales (lo cual incluye la
lectura de cuentos).
La niñez arriesgada por la estrecha ganancia, dice Armando Tejada Gómez en un
verso del poema "Canción para un niño en la calle". Poema que mostraba la
realidad de décadas pasadas pero que aún permanece.
Ayer, ante la escasez de leche en el país de las vacas (porque las grandes
empresas la venden al exterior), Guillermo Draletti, titular de la Unión General
de Tamberos, dijo que "hay que encontrarle la vuelta al problema, para que al
argentino no le falte, y se pueda vender al exterior". "¿Cómo hacemos para que
el argentino pague lo que paga el mundo?", se preguntó para luego agregar: "la
actividad tiene que ser rentable porque si no la producción cae".
¿Pagar mas la leche que ya no toman los niños desnutridos, los niños de la
pobreza, en provincias donde la miseria llega a la mitad de la población, como
es el caso de Chaco?
Seguro que el aumento de la leche será para las estadísticas y los medios
"inflación para los ricos" y alejará aun mas la posibilidad que los niños
pobres, pobres niños, puedan darse el lujo de tomarla. Ya lo decía el ex
presidente Carlos Menem: "por los niños ricos que tienen tristeza". Buena
síntesis para el pensamiento de los "pobres ricos" de este bendito país.