Argentina: La lucha continúa
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La construcción jurídica de la impunidad a los genocidas y de la represión "democrática"
José Ernesto Schulman
Resaltamos la treintena del 30 de diciembre de 2001 y el par de víctimas de
junio de 2002, Kostecky y Santillán, los casi dos mil víctimas del "gatillo
fácil" [1] que no cesan, los más de cinco mil compañeros procesados por
participar en luchas sociales a quienes se les aplican los artículos 212
("intimidación pública") y/o 149 ("coacción agravada") del Código Penal, para no
insistir en la falta de cumplimiento de los derechos económicos sociales o
culturales de la mayoría de la población que sufre carencias de empleo digno,
vivienda, salud, educación, etc.
Pero no se trata de una acción represiva por inercia, algo así como un residuo
represivo que se irá terminando con el paso del tiempo, sino de una construcción
deliberada que el Estado lleva adelante, en los marcos de una estrategia
internacional comandada por el imperialismo yankee so pretexto del Setiembre de
2001.
Nuestra experiencia histórica de más de cien años de sufrir represión estatal
(que siempre contiene segmentos clandestinos o para estatales como la Liga
Patriótica de 1918 o la Triple A de 1975) nos afirma en el cuidado que debemos
tener ante la continuidad de estas formas represivas que podríamos englobar bajo
la denominación común de la "criminalización de la pobreza y la judicialización
de la protesta social" y aún más ante la reaparición de formas represivas que se
creían superadas como la desaparición forzada de personas (y estamos nombrando,
por supuesto, a Julio Jorge López) o la práctica de amenazas y ataques directos
a militantes populares que no cesan y adquieren nuevas y nuevas formas como el
juicio [2] por "calumnias" que el camarista federal Montesanti ha logrado en
Bahía Blanca contra el testigo del crimen del Watu Cilleruelo a manos de la pata
universitaria de la Triple A .
En el marco del treinta y un aniversario del Golpe de Estado Genocida, el
Presidente Kirchner ha cargado duramente contra la Cámara de Casación Federal a
cuyos miembros ha acusado de entorpecer los juicios contra los represores y así
garantizar la impunidad de los encausados y procesados.
Y está en lo cierto.
Dicha Cámara es una pieza maestra en el cerrojo jurídico que impide juzgar a los
represores que siguen gozando de una impunidad que fuera acorralada varias
veces, pero que todavía se mantiene enhiesta.
Y si no, repasemos las cifras.
A pesar de que en la Causa 13 (juicio a la Junta Militar) se identificaron a
cerca de mil quinientos represores, y que en estos años la labor de
reconstrucción de datos sobre la cadena de mandos desde la Jefatura de Areas
hasta el mismo Centro Clandestino ha sido enorme, existen actualmente solo 700
represores acusados, de los cuales 243 están procesados, 99 de ellos ya
fallecieron (igual que Pinochet, sin condena), 48 siguen "prófugos" (sí, no es
un chiste, 48 terroristas de Estado están prófugos de la Justicia), 44 fueron
desprocesados por "falta de méritos" y sólo dos han sido condenados: el Turco
Julián y Echecolatz
Subsumir al movimiento popular y la izquierda
Es aquí, exactamente donde se sitúa la contienda entre Kirchner y Casación:
entre los representantes jurídicos del sector más troglodita del bloque de poder
(que sueña con la impunidad absoluta y aún el monumento de homenaje a los Héroes
de la lucha antisubversiva y que también reclama el alineamiento automático a
los EE.UU. y el mantenimiento sin variantes del modelo neoliberal, como si ello
fuera posible después del estallido de 2001) y una corriente política que ha
hecho del territorio de los derechos humanos el espacio principal para construir
su propia hegemonía política, golpeando a la derecha clásica y pretendiendo
subsumir al movimiento popular y la izquierda. La estrategia jurídica de la
política de derechos humanos de Kirchner se basa en impulsar algunos juicios,
contra algunos pocos represores, por algunos pocos compañeros, sin cambiar el
sentido común jurídico que sigue tratando los crímenes como delitos individuales
y de cuando en cuando vuelve a colar la teoría de los dos demonios, como ocurrió
en el fallo contra el Turco Julián.
Una vez más, como ocurrió cuando la anulación de las leyes de Punto Final y
Obediencia Debida, el ingreso a la ESMA, el retiro de los retratos militares, la
modificación de la Corte Suprema y tantos otros gestos similares, la izquierda
está desafiada a un doble posicionamiento: uno táctico, que permita aprovechar
los pasos presidenciales para reclamar soluciones verdaderas y otro estratégico,
para no perder de vista la articulación de tales movimientos con una estrategia
de creación de consenso para un proyecto de relanzamiento del capitalismo
nacional, que posee –inexorablemente- el condimento represivo interno y la
articulación con las grandes líneas de ofensiva imperial. O para decirlo más
sencillo, claro que asumimos la ofensiva contra Casación como propia (batalla
que nosotros mismos empezamos hace años, pero que el Presidente puede completar
como hizo con las leyes de impunidad), pero al hacerlo, no dejamos de señalar
que no alcanza con cambiar o tumbar Casación, que hace falta un nuevo paradigma
jurídico para juzgar el terrorismo de Estado, cómo señaló el Juez Rosanzky en su
fallo histórico de Genocidio.
Un nuevo paradigma jurídico que impida la consumación de la estrategia jurídica
de impunidad que el mismo Kirchner ha denunciado: que pase el tiempo y todos,
represores y testigos, se vayan muriendo.
Y no exageramos: si en tres años se juzgaron a dos represores, ¿cuántos años
haría falta sólo para juzgar a estos 243 represores? ¿y qué ocurrirá con los
testigos y los represores en el 2040 o 2050 qué es cuando el Juez Rafecas piensa
que llegarán a Juicio Oral la mayoría de los casos del Primer Cuerpo?. ¿Y los de
Campo de Mayo que todavía ni se empezaron a investigar, como respondió el Juez
Suarez Araujo a nuestro reclamo de que no se juzgue sólo a los asesinos del
Negrito Avellaneda sino a todos los criminales del Centro donde mataron al mismo
Roby Santucho?
Así no hay justicia, ni la habrá, ni siquiera cambiando la Cámara de Casación
porque seguiría en pie el mismo enfoque que fragmenta las investigaciones y
exige probar una y otra vez lo que ya fue probado: que hubo un Plan de
Exterminio, que se lo preparó antes del 24 de marzo, que la Triple A fue la
antesala del Genocidio y que tanto esfuerzo no se hizo por hacer sino para
beneficio del Imperio y un bloque social que aún domina. Algo de todo esto está
en el fallo por Genocidio y en el reclamo del cambio de paradigma, y por eso el
silencio que lo asfixia desde el mismo día que secuestraron a López, cómo si
también hubieran secuestrado la doctrina innovadora que daría fundamento sólido
a la unificación de causas por Centro Clandestino o por Area Militar dando por
probado lo probado y por testimoniado lo testimoniado.
Por cierto, Kirchner no ha nombrado una vez sola dicho fallo a pesar de
presentarse una y otra vez como "amigo de Tito", en referencia al compañero
López.
Tampoco ha hecho nunca mención a una serie de resoluciones de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos o del Comité de Derechos Humanos o la misma
Asamblea General de la ONU citadas en el fallo que expresamente han pedido: a)
que se depure de represores a las fuerzas represivas (1995) b) que se garantice
el testimonio de los testigos contra el genocidio (de 1985y suman más de 4500
los testigos presentados en todo el país) o c) que se investigue con "seriedad"
y no formalmente los crímenes de lesa humanidad(1988).
Correspondencia entre discurso y conductas
Para cumplir estos mandatos o para anular los Indultos a los genocidas, el Señor
Presidente tiene todas los atributos constitucionales para hacerlo mañana mismo.
Sólo es cuestión de voluntad política, o dicho de otro modo: de que haya
correspondencia entre tanto gesto y discurso y las conductas. Una cuestión de
coherencia que se dice.
Sin embargo, lejos de estos pasos, o de apoyar la propuesta de modificación del
Código Penal que elaboró la comisión de expertos donde participaron
personalidades democráticas Baigun y otros [3], se pretende modificarlo en un
sentido regresivo para adaptarlo al espíritu y la letra de los Pactos, Convenios
y Leyes promovidas por el gobierno republicano yankee de Bush.
Y si no, veamos: con fecha 20 de diciembre de 2006, el presidente Kirchner envío
al Senado de la Nación un proyecto de Ley en el que asume con orgullo los pasos
dados en esa dirección: 1) aprobación mediante el Decreto 1235 del 5/10/2001 de
la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de la ONU del 28/09/2001; aprobación
por Ley Nº 26024 del Convenio Internacional para la represión del Financiamiento
del Terrorismo adoptada por la Asamblea Gral. de la ONU del 9/12/1999; ingreso
en el año 2000 como miembro pleno del Grupo de Acción Financiera Internacional
contra el lavado de dinero así como la aprobación pública de dicha estrategia
que él mismo realizara en ocasión de la Cumbre de Mar del Plata y la Asamblea de
la ONU donde destacó la necesaria "cooperación internacional y la asistencia
jurídica para hacer efectivo el cumplimiento de las normas contra el
terrorismo".
Conviene recordar la opinión de la inmensa mayoría de los luchadores por los
derechos humanos de EE.UU. y todo el mundo sobre el efecto destructivo que esta
normativa viene trayendo para las garantías constitucionales internas de los
EE.UU. y sobre los pactos internacionales de defensa de los derechos humanos,
cuestión que felizmente viene provocando una verdadera rebelión de los sectores
democráticos consecuentes de los EE.UU., con quienes nos solidarizamos de modo
explícito en general y particularmente con el reclamo de libertad inmediata a
los Cinco Patriotas Cubanos.
Asociación ilícita "terrorista"
Puntualmente, el presidente Kirchner propone modificar el Código Penal para
incorporar una figura cuater al art. 210 que castiga la asociación ilícita
creando la figura de asociación ilícita terrorista a la que se vincula, muy
peligrosamente, nada menos que conceptos como "lesiones graves u homicidios con
el objeto de intimidar la población u obligar al gobierno a realizar un acto o
abstenerse" o el de la difusión del "odio político".
El gesto presidencial busca acomodarse a la estrategia de los EE.UU., tanto como
el envío de las tropas a Haití o los persistentes gestos de provocación hacia
Cuba en el tema de derechos humanos, en una maniobra que algunos pueden entender
como compensación por los gestos de autonomía que tien en la relación con Chavez
y el proceso de unidad latinoamericana, pero más allá de interpretaciones los
pasos sientan precedentes que podrían ser aprovechados para la represión de los
luchadores por el cambio social en la Argentina cuando el nivel de las luchas
sobrepase los dispositivos represivos y las armas jurídicas puestas en acción
hasta el presente.
No se trata, creo, sólo de denunciar el doble discurso de Kirchner como
distancia entre lo prometido y lo realizado, sino de enfrentar con decisión las
distintas circunstancias. Actuar con iniciativa propia en procura de instalar el
debate por un nuevo paradigma jurídico que rompa la impunidad de los genocidas y
para eso aprovechar los espacios que la ofensiva presidencial contra la Cámara
habilita pero también enfrentar la variante reaccionaria del discurso, que por
oportunismo electoral reserva para espacios cerrados como el Senado o los
seminarios internacionales convocados por las fundaciones y centros de estudios
funcionales al Imperio, donde se propicia la construcción de un edificio
jurídico que de base a la actual represión (de hecho, la figura propuesta asume
las figuras utilizadas hoy contra los compañeros, los art 149 y 212 del actual
Código Penal) y anticipe la de mañana.
Hace 160 años, Carlos Marx decía que el rol de los revolucionarios era defender
el futuro del movimiento en el presente del mismo. Para quienes actuamos en el
espacio de lucha por los derechos humanos, tal imperativo se identifica con la
defensa de una autonomía que no sea cerrazón ni ceguera, sino la consecuencia
misma de la defensa inclaudicable de la lucha contra la impunidad de ayer y de
hoy.
* Secretario nacional de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre