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Argentina: La lucha contin�a

La educaci�n reprimida

Prof. Juan Carlos S�nchez

Si algo ha sido una constante durante el mandato del Presidente Kirchner, sin dudas, fueron los conflictos docentes desatados en todas las jurisdicciones provinciales. Desde la huelga de AGMER, en Entre R�os, en mayo de 2003 a la cruenta represi�n del d�a de ayer en Neuqu�n, a 10 a�os de la muerte de Teresa Rodr�guez, s�mbolo del piqueterismo, pasando por el largo conflicto en Salta y finalizando con la militarizaci�n de las escuelas en Santa Cruz, nos encontramos con un panorama significativamente desalentador y que preanuncia nuevos terremotos sociales que influir�n sensiblemente en esta coyuntura electoral.

Sueldos en negro, como perciben los docentes santacruce�os; la permanente represi�n internalizada por directivos y supervisores, apa�ada por sindicalistas que se olvidaron de su verdadero rol para formar parte del esquema de cooptaci�n dise�ado por el kirchnerismo y sus aliados provinciales y una escasa voluntad pol�tica destinada a jerarquizar la tarea docente, pese a las declaraciones que efectuara, muy suelto de cuerpo, el Ministro de Educaci�n de la Naci�n, Lic. Daniel Filmus sobre la cuant�a del actual sueldo docente que, desde luego, no todos perciben dadas las diferentes situaciones particulares que existen dentro de la poblaci�n docente, conforman una estrategia destinada a perpetuar el neoliberalismo educativo iniciado durante la dictadura militar.

La represi�n es una constante que se viene repitiendo desde la Carpa Blanca que llev� al incentivo docente, pero que forma parte de una estrategia generalizada para el control social. Desde los aprietes por parte de punteros pol�ticos a las organzaciones de base, que incluyen amenazas a los militantes populares a la abierta represi�n policial, como en el caso neuquino y santacruce�o, finalizando en las diferentes modalidades represivas en los �mbitos educativos, podemos concluir que se est� llevando a cabo una nueva fase destinada a consolidar los cimientos para una futura privatizaci�n de la Educaci�n.

Por otro lado, resulta evidente la demostraci�n del porque no se desmantela el aparato represivo pese a los reclamos de los organismos de Derechos Humanos y organizaciones nucleados en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. El Gobierno Nacional y los gobiernos provinciales lo necesitan para continuar con la consolidaci�n de un capitalismo destinado a satisfacer las necesidades de una burgues�a a la cual solamente le preocupa su propia condici�n de clase, en lugar de advertir la realidad que la rodea. Si por ella fuera, sin dudas, la pobreza y la indigencia se terminar�a mediante el exterminio de las masas sumergidas en ellas y el elevado gasto p�blico, que tanto critican en p�blico y en privado, se reducir�a sensiblemente por lo anterior como por el exterminio de las personas con discapacidad y los ancianos.

Mientras esta coyuntura est� signada por lo electoral y el discurso oficial pasa por el izamiento de la bandera de los Derechos Humanos, lo que menos se construye es ciudadan�a. Mediante un esquema represivo, tanto el impl�cito, materializado en las persecuciones a los docentes tal como ocurri� en Famatina, por el derecho al medioambiente sano, como el expl�cito, derivado del accionar de fuerzas nacionales y provinciales destinadas a coartar la protesta social ascendente, lo �nico que se est� construyendo es la sumisi�n a los dictados neoliberales al igual que durante la d�cada del `90, al igual que la dictadura militar de 1976...

Hoy nos encontramos con una Educaci�n reprimida, con docentes que solamente buscan ser escuchados por un poder pol�tico que hoy solamente piensa en la carrera electoral, en lugar de construir una Argentina con plena igualdad de oportunidades. Y no se trata solamente de un reclamo salarial, se trata de construir una curr�cula destinada a la formaci�n ciudadana, de promover la inclusi�n de todas y de todos cualquiera sea su condici�n, de una infraestructura escolar en condiciones, sin techos ni ventiladores que se caigan en pedazos y de constitu�r a la Educaci�n como un Derecho Humano fundamental para los ciudadanos y habitantes de estas tierras.

Reprimir a los docentes es reprimir a la Educaci�n, es reprimir a quienes tienen la misi�n de formar a los ni�os, ni�as, j�venes y adultos que conformar�n la mano de obra necesaria para la producci�n de bienes y servicios, como tambi�n constituirlos en sujetos de derecho y en ciudadanos. Pero esta represi�n no es casual, resulta imprescindible para una nueva profundizaci�n del modelo neoliberal por m�s coincidencias que se exhiban con Hugo Ch�vez Fr�as y Evo Morales.

Pero tambi�n es reprimir la construcci�n ciudadana de los futuros ciudadanos y de las futuras ciudadanas con el fin de internalizar el miedo al reclamo y a la protesta, a imponer la obediencia debida a los mandatos del Dios Mercado y a perpetuar las desigualdades que llevan al sostenimiento de esa burgues�a que hoy disfruta de las minivacaciones de Semana Santa y de una clase pol�tica que busca seguir ocupando los mullidos sillones de las bancas, de las gobernaciones y de los ministerios y secretar�as.

En suma, se est�n reprimiendo todas las expresiones que llevan la voz de las grandes mayor�as sumergidas por un modelo social y econ�mico destinado a perpetuar la desigualdad para beneficio de unos pocos, en donde los Derechos Humanos parecen estar reservados a esas minor�as que, aunque no lo digan, desear�an estar libres de la plaga de los pobres e indigentes, libres de las personas con discapacidad y de los ancianos.

Educaci�n reprimida, pero jam�s silenciada. Cultura represora en grado sumo, pero todav�a seguimos en la trinchera quienes osamos esgrimir la defensa de los derechos fundamentales del ser humano cada vez que participamos del encuentro con quienes los defienden y eso es lo que molesta al poder, a una clase pol�tica que coquetea con el Imperialismo cuando tiene oportunidad y levanta la bandera de los Derechos Humanos con el garrote policial en la mano.

Acci�n y discurso van por separado. Eso es lo que cuenta. Pero todav�a somos muchos, sin dudas, las y los que desafiamos a las contradicciones de un poder que pretende ahogar las demandas sociales antes que atenderlas, con la complicidad de quienes hoy debiesen representar a los excluidos, cooptados por la billetera de la clase pol�tica.

Educaci�n reprimida, pero que sigue levantando la verdadera esencia de los Derechos Humanos pues los docentes y las docentes son seres humanos que merecen vivir con dignidad, pero que tienen conciencia, al menos unos cuantos, de su verdadera condici�n aunque ello pase desapercibido.

Fuente: lafogata.org

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