La marcha
La marcha de Blumberg se asemeja a las marchas prenazis alemanas
Eduardo Pavlovsky
Red Latina
En este país el hambre es lo más perverso dice Alberto Morlachetti, coordinador
de los chicos del pueblo, que trabaja hace 30 años con la Fundación Pelota de
Trapo "El hambre es un crimen. El 70% de la población del país son menores de 18
años, 9 millones y medio de niños viven en la pobreza, la mitad casi no come.
"Comenta que los niños en el imaginario social parecen responsables por su
pobreza. Así los niños de las favelas de San Pablo colaboraban con las acciones
de los narcotraficantes en los acontecimientos destructivos de la ciudad
ocurridos hace poco, porque los narcotraficantes les ofrecían dinero a las
familias para alimentación, educación y salud.
A la delincuencia juvenil la construye la clase media cómplice. ¿Se puede vivir
con 3 pesos por día, 87 pesos por mes? "El hambre es una barbaridad, y notamos
que en los últimos años no se ha modificado al menos en los grandes centros
urbanos." Es el primer problema a resolver. Y esto está en relación con la
distribución de la riqueza. "Decenas de niños mueren por día por causas
evitables y muchos que no mueren están dañados neurológicamente. Y esto se sabe.
El problema del hambre es un problema de voluntad política y no de dinero."
Estos seres marginales forman parte de lo que Bausman denominó cuerpos
residuales. Verdaderos residuos humanos. Lo excedente humano. El 10% de los
hogares más pobres reciben 65 pesos por mes y los más ricos disponen de $ 2226 (Indec).
Los más ricos perciben 34 veces más que los más pobres y este excedente residual
debe permanecer excluyente para sostener el capitalismo humanista.
Ya llegará el tiempo de la justicia social. "Ahora hay que construir cárceles"
dice Blumberg.
Los 3000 niños que vienen diariamente del conurbano a la Capital ¿a qué vienen?
Algunos a pedir limosna, otros a hacer pequeñas changas y otros a conseguir
dinero para la droga. Algunos estarán aprendiendo el oficio del robo de los más
experimentados. ¿O no es así? Más cárceles pide Blumberg para "enjaularlos" a
todos y pedir más penas con menos edad de imputabilidad.
Todos estos niños del desecho son los desaparecidos de hoy. Desaparecen todos
los días. El hambre los viene a buscar. Los desaparecidos de hoy son los muertos
de hambre y de miseria. Todos los niños que viven bajo el subdesarrollo de los
recursos humanos. Hoy la picana es la indiferencia ciudadana de un gran sector
de la población frente al hambre.
Un grupo de niñas formoseñas relataba por un programa de TV de qué forman
ejercían la prostitución. Con total ingenuidad y obviedad. Una madre apareció
diciendo que asesoraba a una hija menor. Todas entre 12 y 15 años. La recepción
del televidente en su gran mayoría es obscena y procaz, como si también su
mirada se convirtiera en una mirada cómplice y acrítica. Pero si existe un
asalto en un departamento de la calle Agüero y Santa Fe la gente se conmociona y
se indigna con pasión. "¿Hasta cuándo -parecen decir- seguiremos aguantando esta
inseguridad? " Forman parte del ciudadano común que irá a la Plaza Blumberg a
defender sus pertenencias.
La marcha de Blumberg se asemeja mucho a las grandes marchas civiles de la
burguesía alemana de 1925, que invadía y colmaba las calles de las principales
ciudades alemanas vitoreando el nombre de Hindenburg (luego elegido presidente
en 1933). Fue el eslabón que llevó a Alemania al nazismo. Los partidos
políticos, incluidos los socialdemócratas, habían perdido representatividad en
la ciudadanía. Un nuevo movimiento se estaba gestando, una nueva Alemania estaba
surgiendo, desde el nacionalismo que ya estaba latente en 1914. Hitler ordenó,
encauzó y hasta valoró el esfuerzo del trabajador alemán. Los halagó y allí se
creó el nazismo.
Investigaciones recientes han demostrado que un tercio del partido nazi fue
votado por los trabajadores socialdemócratas. Casi todos obreros industriales. (Peter
Fritzsche, "De Alemanes a Nazis", Siglo XXI).
El Hindeburg argentino del período prenazi es Blumberg. Las asociaciones civiles
como la Stahlhelm guardan semejanza con la Fundación Blumberg y sus acólitos
prenazis en su organización y fuerza de convocatoria. Los alemanes de clase
media llegaron a considerar sus "barrios", sus "zonas" como cada vez más
nacionalistas y "familiares". Eran protectores de "áreas". Y eran muchos.
Protectores de los bienes privados y sus fortalezas.
Los Stahlhelm, asociaciones civiles y fundaciones pronazis, eran antisocialistas,
pero no autocráticos; autoritarios y reaccionarios pero no exclusivistas. "Buena
gente, bien intencionada" . ¿Alguien podría reprocharles que estuvieran gestando
el nazismo? ¿Ese sensual nacionalismo fue el que llevó a Günter Grass a su
incorporación a las SS? Como decía el otro día por Radio 10 una señora:
"Nosotros durante el proceso militar vivíamos bien y tranquilos, mis hijos
podían salir a bailar y no tenía miedo, porque había una gran seguridad y no
había peligro como ahora".
Este "recorte" de la realidad es una manera de percibir el mundo. El mundo es su
familia. "Estábamos todos más tranquilos". Esta subjetividad del ciudadano común
no ha sido debatida ni estudiada hasta ahora. Pero allí se estaba gestando el
germen del fascismo en un pequeño pensamiento inocente familiar. De ahí a la
justificación de la represión hay un paso.
No hay Terrorismo de Estado sin complicidad civil. Pero a veces creo,
conversando con la gente, que el ciudadano común no sabía que era cómplice de
nada. Era sólo un ciudadano que quería vivir en paz. Este es el gran problema a
debatir. La nueva complicidad de hoy son los problemas de la seguridad. El 60%
de nuestra población coloca al problema de la seguridad como prioritario. El
30%, el problema de las calles rotas, muy por encima de la desocupación y el
desempleo que le preocupan al 10%. Los cuerpos residuales no existen en las
estadísticas. El hambre no se computa. El problema se ha convertido en cómo
prevenirse de esa masa subhumana que puede atacarnos a nosotros o a nuestras
propiedades. Esa es la idea central de Blumberg. La criminalización de la
miseria.
Insisto: Blumberg es el Hindenburg de la época prenazi alemana. Sus asesores
apuntan en esa dirección, la Stahlhelm Argentina.