Argentina: La lucha continúa
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Desgaste y persecución en el puerto de Mar del Plata
"Los señores que pagan las campañas políticas"
Prensa de Frente
El reclamo por Garantía Horaria y Registración Laboral cobró más fuerza
cuando el 1 de noviembre se cumplieron los cien días que el ministerio de
trabajo bonaerense había dado como plazo para el blanqueo de los fileteros luego
que estos cortaran los accesos de la ciudad durante más un mes.Aquel día, los
trabajadores ocuparon el Consejo Deliberante hasta lograr el compromiso de los
bloques locales y del intendente Daniel Katz de concretar una reunión con los
ministros Tomada y Nieto. Luego de tres semanas de fuertes reclamos el gobierno
logró calmar la protesta de los obreros de tierra del puerto de Mar del Plata
recurriendo al desgaste de los trabajadores, la persecución y hasta el
allanamiento del gremio, situación que no se sucedía desde la última dictadura
militar.
Una semana más tarde el propio Katz se presento en la asamblea permanente del
Sindicato de Obreros de la Industria Pesquera (SOIP) para informar que los
ministros nacionales no solo no iban a aparecer sino que también no "sabía
cuando". En la huida, entre piedras e insultos, el ahora diputado provincial por
el Frente por la Victoria arrastro durante 50 metros a la filetera María Vera
que, colgada de la camioneta de Katz, todavía seguía exigiéndole una respuesta.
A partir de ahí, los trabajadores ocuparon durante una semana el Ministerio de
Trabajo Nacional hasta lograr la reunión con Tomada. Hasta iniciarían una huelga
de hambre cuando la policía en menos de 24 horas detuviera a once trabajadores.
Ocho de ellos fueron acusados de prender fuego varios camiones y cinco de ellos
luego, cuando se produjo el desalojo de la sede del sindicato, declarado en
asamblea permanente por los trabajadores autoconvocados.
Durante el avance policial sobre el SOIP fue también detenida la periodista
Silvia Prima a quien el desalojo le hizo recordar "el accionar violento de la
última dictadura militar". La comparación no es forzada; desde el gobierno de
las juntas militares es la primera vez que fuerzas de seguridad estatal toman
por la fuerza una sede gremial en Mar del Plata. Otra vez en manos de la
burocracia sindical, hoy se impide el acceso a los delegados. Samuel Salas,
titular del sindicato dice que es por "recomendación de la policía".
Finalmente la reunión con Tomada se realizó el martes 27 de noviembre en Capital
Federal. A los obreros de la pesca los acompaño una manifestación en la que se
encontraban, entre otros, los obreros de Zanon, el Hotel BAUEN, el Movimiento
Teresa Rodríguez, los trabajadores del Casino Flotante y del Hospital Garraham.
Allí se quedo en una próxima reunión el 13 de diciembre convenientemente luego
de la veda de fin de año que corta el trabajo en las plantas hasta mediados de
febrero del 2008.
Ingenio empresarial
Desde el primero 1 de agosto (el día que levanto el corte en el puerto) las
principales plantas de procesamiento comenzaron su retorcida versión de la
regularización laboral. Ciento setenta obreros de las cooperativas de Giorno y
trescientos quince repartidos de otras plantas fueron despedidos. Las cesantías
se repartieron en dos grandes grupos; o la precarización del obrero era tal que
no había manera legal de disfrazarla o estos habían participado de algunas de
las huelgas declaradas en la asamblea permanente. En ese caso, el escueto
telegrama de despido resaltaba la frase "por considerarlo un elemento peligroso
para la fuente de trabajo".
Casi al mismo tiempo que se cumplían los 100 días que habían acordado (obreros,
empresas y el Ministerio de Trabajo bonaerense) para el blanqueo de los
fileteros, la empresa Fitu encontraron un mercado laboral menos exigente. Desde
el 5 de noviembre, con todos los permisos de Felipe Sola, cincuenta internos de
la Unidad Penitenciaria Nº 15 de Batán filetean pescado en turnos que llegan a
alcanzar 24hs. dentro del penal.
No sorprende la complicidad. Durante los 90 y como Secretario de Pesca y
Agricultura, Felipe Solá fue la herramienta del menemismo que impusieron las
cooperativas de trabajo al mismo tiempo que entregaba el recurso pesquero en
forma de "cupos de pesca" a empresarios de todas las nacionalidades.
Estos aportes de Solá, junto con el accionar de Nieto, Tomada y los políticos
locales quedan resumidas en la resignada respuesta del presidente del Consejo
Deliberarte a los trabajadores durante la toma del municipio: "Yo los entiendo,
muchachos. Y les firmo lo que quieran, pero entiendan…esos señores (por los
empresarios) nos pagan las campañas políticas"