Siete preguntas claves sobre el nuevo gobierno
Kirchnerista y el futuro de la lucha de clases
Sebastián Robles Izquierda.info
¿Sale mas fortalecido el gobierno y el régimen con esta elección? ¿Vuelve la
inflación a la "Rodrigazo"? ¿Qué será el pacto social anunciado por
Cristina? ¿Será intensa la lucha contra el pacto social? ¿Habrá
enfrentamiento entre el ala Moyano- Scioli-Balestrini-Duhalde-Lavagna-Rodríguez
Saa con el kirchnerismo por el control del PJ y el peronismo? ¿Son los
sectores como Barrios de Pie/Libres del Sur, el Movimiento Evita o la FTV un
contrabalance a la derecha Moyanista o el peronismo "ortodoxo" de derecha?
¿Vuelven para quedarse la política de ultraderecha peronista de la JSP y el
Vandorismo aggiornados? ¿Caerá Moyano y quien lo podría suceder al mando de
la CGT?
1. ¿Sale mas fortalecido el gobierno y el régimen con esta elección?
La respuesta es más compleja que un simple si o no. El régimen político, es
decir las instituciones del estado, que se habían desplomado o caído en una
crisis aguda en el 2001, se recuperaron relativamente con el gobierno de Duhalde
y luego de Kirchner. Los cambios en las cortes de justicia y la autoridad del
ejecutivo mejoraron notablemente. Lo mismo con los entes recaudadores de
impuestos nacionales y provinciales, el mejor barómetro de la confianza en las
instituciones que tiene, para la burguesía, el estado. Continúan sin solución a
la vista de continuidad, sin embargo, la crisis de los partidos políticos – y
esta elección personalizada lo sigue demostrando – y la irrelevancia del poder
legislativo. En cuanto a las FFAA, su crisis continúa y es profunda, pero los
aparatos represivos como la PFA y la Gendarmería se han consolidado y expandido.
La Iglesia se ha asentado como un comensal a la mesa política, reforzando su
papel de árbitro nacional, a pesar de los roces con el gobierno.
Un análisis superficial del gobierno podría responder a este interrogante con un
si. El PE esta hoy más fuerte que nunca desde el 2000, cuando comenzó la crisis
del gobierno de De La Rua. Por otro lado, Kirchner obtuvo casi el doble de votos
en esta elección que en la que le dio el poder. A pesar de todo, el Kirchnerismo
supo construir un frente o alianza, el FPV, con sectores disímiles y, aunque con
ruminaciones opositoras, contó con el apoyo de la burocracia sindical.
Pero ese fortalecimiento del gobierno se ve socavado por la propia oposición
dentro de su coalición gobernante. Scioli y Balestrini, Moyano por dentro y
Rodríguez Saa, el Menemismo y el Lavagnismo por fuera, amenazan con una guerra
civil al interior del PJ y el peronismo que puede destruir la coalición
gobernante. La puja al interior de la UCR y una crisis económica en el interior
del país podría acabar con la "concertación" con los gobernantes radicales y el
propio vicepresidente Cobos.
2. ¿Vuelve la inflación a la "Rodrigazo"?
Esta presunción esta más allá de las maniobras con el índice de precios, costo
de la vida y desempleo del Indec. Estamos hablando de una combinación del
descenso de las inversiones extranjeras que, por un lado aumentan en la
adquisición por intereses extranjeros de compañías nacionales y por el otro
desciende por un enfriamiento de la economía, que esta comenzando a afectar
ramas de la economía dinámicas como la construcción y la negativa de la empresas
petroleras y de energía privadas por realizar las inversiones necesarias para
garantizar el consumo interno.
En las empresas de servicios y transportes privatizadas sucede lo mismo. Esto es
así porque el precio internacional del petróleo ha subido a alrededor de 97
dólares por barril y la exportación duplica los beneficios de las empresas en
relación al consumo interno en el que existen topes establecidos por el gobierno
y subsidios que no cubren las enormes ganancias de la compañías en el mercado
internacional.. Con la energía pasa algo similar. Con teléfonos y transportes
está la presunción de los empresarios que la no inversión en equipo y extensión
de redes y servicios traerá aparejada un aumento de los subsidios e inversiones
estatales sin cargo o muy bajo costo para ellos.
Esta situación ha venido a ejercer una presión considerable sobre los precios.
Lo mismo sucede con la llegada al límite de la producción en ramas industriales,
sobretodo en alimentos, partes, acerias, automotores y otros. Agravado esto
ultimo por el trabajo a capacidad máxima de las fuentes de energía que ha
producido cortes y suspensiones de producción y, por lo tanto, ejercido aun más
presión sobre los precios.
El razonamiento empresario es sencillo: ante la ausencia de renovación de stocks
apelan a las importaciones y el aumento de precios por la demanda. El tironeo
con el gobierno sobre los precios, cuyo control ha sido en el mejor de los casos
insuficiente, produce a su vez bolsones de desabastecimiento y por ende mas
aumentos de precios, amen que el establecimiento de mercados paralelos,
informales.
A ello contribuyen los aumentos de precios de las importaciones de maquinaria y
vehículos, el aumento de los costos de transporte a niveles siderales y la
superación de la capacidad de carga y transporte de empresas, autopistas y
ferrocarriles. Hoy, con las necesidades industriales, productoras y
transportadoras en alza se descubre uno de los crímenes fundamentales del
Menemismo: la liquidación de la autonomía del transporte de mercancías y la
reducción drástica del tonelaje/hora del país.
Por otro lado, EEUU y Europa están tomando medidas para controlar los precios
agropecuarios, sobretodo en la soja, carnes, lácteos y cereales. Por un lado
manteniendo los subsidios a sus propias producciones – algo de lo que se han
quejado amargamente pero sin resultado Argentina, Brasil y otros países
exportadores – y por el otro preparando el terreno de la expansión de la
producción en países no tradicionales y la incorporación de nuevas técnicas
tales como la biogenética, el clonaje y el manipuleo de nuevas generaciones de
semillas.
A su vez, presionando sobre los precios, se halla la espada de Damocles de la
pretendida explosión de producción de biocombustibles que devoraría grandes
porciones de los sembrados existentes y la producción de áreas adicionales de
explotación para su desarrollo.
Los aumentos de salarios, que los empresarios levantan como el chivo expiatorio
de la inflación, solo representan un porcentaje mínimo de los aumentos de
precios del último periodo. En realidad el factor que afecta los precios es la
existencia de 2-3 millones de desocupados estructurales ya que la burguesía, en
muchas ramas de la producción y los servicios, encuentra hoy que no puede
contratar suficiente cantidad de trabajadores. Esto ejerce una influencia
negativa sobre la producción, que no puede expandirse, y por lo tanto sobre los
precios mientras se mantiene a millones de familias en una situación de no poder
acceder a los mercados de trabajo.
Estos fenómenos que comienzan a confluir peligrosamente podrían empalmar con una
coyuntura de disminución temporaria de los precios internacionales en productos
de exportación por crisis cíclicas desatadas o en Europa o EEUU o China y en ese
caso disminuiría drásticamente la capacidad de consumo interno, sumado a la
inflación.
Estamos entonces ante la posibilidad cierta de la explosión inflacionaria que
haga saltar todos los mecanismos de control de la misma tal y como paso durante
el conocido "Rodrigado" en la ultima etapa del gobierno de Isabel Perón. Los
resultados de una tal explosión son impredecibles.
Al responder estos elementos a razones estructurales, el gobierno ve limitada su
capacidad de acción para resolverlos a menos que se tomen medidas radicales como
el control de la producción, planes masivos de obras públicas que generen pleno
empleo, reducción de la jornada laboral a seis horas, renacionalizacion de la
industria, reversión de la extranjerizacion de tierras y unidades productiva
industriales, nacionalización de todas las exportaciones, re-estatizacion de
todas las privatizadas y los hidrocarburos, una revolución agraria que ponga
todos los beneficios de la explotación y exportación de productos del campo al
servicio de una revolución industrial nacional, sustentable y limpia bajo
control y con participación de los trabajadores.
El gobierno de Kirchner no quiere ni puede tomar estas medidas y se limita a las
discusiones en este ámbito menores. La oposición de Lavagna, Carrio y Macri no
tienen otra alternativa que la profundización del modelo dependiente y atrasado
existente, prometiendo incluso medidas liberalizadoras del mismo, y por lo tanto
estamos ante una situación sin salida, en el mediano plazo, que nos lleva
inejecutablemente hacia la próxima crisis. Es solo una cuestión de tiempo.
3. ¿Será intensa la lucha contra el pacto social?
Cristina Fernández de Kirchner ha anunciado, para enfrentar todos los problemas
que se avecinan, el lanzamiento de un "Pacto Social", es decir un acuerdo
digitado entre las asociaciones patronales y los sindicatos, es decir la
burocracia, y teniendo al gobierno como moderador y árbitro.
Aunque no se han indicado las pautas de dicho Pacto, no es difícil adivinar sus
parámetros. Continuación de entrega a la burocracia sindical de prebendas en las
formas de aumentos de contribuciones patronales "no asistenciales", es decir
lisa y llanamente de sobornos, aumentos en las obras sociales y la continuación
de préstamos estatales a las mismas (que son una de las fuentes mayores de
corrupción sindical), los aumentos desmedidos en cuotas sindicales y su
obligatoriedad para todos los trabajadores, estén o no afiliados y la
persecución estatal de los activistas "horizontales" que surjan de las luchas.
A cambio, la burocracia debe comprometerse a encorsetar los reclamos, continuar
la negociación de aumentos salariales sin poner en funcionamiento efectivo las
paritarias (como hasta ahora, resolverlos con reuniones trilaterales
burocracia-patronal-gobierno sin participación de las bases obreras) y colaborar
en la eliminación de toda manifestación clasista de las filas de los
trabajadores.
En general, la izquierda tiene una visión voluntarista sobre esto. Creen que las
necesidades objetivas, es decir la necesidad de luchar por sus intereses y
deshacerse de la burocracia parasitaria, proveerán las bases para esa lucha.
Ignoran que esta depende en gran medida del surgimiento de una vanguardia
clasista, antiburocratica y politizada, por fuera de los aparatos políticos del
peronismo.
El espontaneismo existió y seguirá existiendo, pero la desarticulación de las
luchas y la represión selectiva como la aplicada hasta ahora sobre los
luchadores que surjan por si mismos de las luchas se torna relativamente
sencillo. El hecho de que la izquierda, en sus intervenciones en la lucha de
clases antepone los intereses de su propio y pequeño aparato al triunfo de los
conflictos – que entre otras cosas fomenta la falta de solidaridad con quienes
no controlan – solo beneficia la política de la burocracia.
La clase obrera, para que surja tal vanguardia que sepulte los planes de un
"Pacto Social" necesita crear su propia vanguardia dirigente, como sucedió en
los 70 a partir del Cordobazo y para ello se necesitan una serie de triunfos que
generen dirigentes y organizaciones clasistas y estimulen con el ejemplo, nuevas
luchas. Para ellos es indispensable en todo el próximo periodo la unidad de
acción, la solidaridad y el frente único de la toda la izquierda, en todos los
conflictos.
4. ¿Habrá enfrentamiento entre el ala Moyano- Scioli-Balestrini-Duhalde-Lavagna-Rodríguez
Saa con el kirchnerismo por el control del PJ y el peronismo?
Hasta ahora las partes se han controlado notablemente. Excepto en algún que otro
enfrentamiento preparatorio, mayormente realizados a la sombra del aparato. Pero
el conflicto interno del peronismo por el control del aparato político del PJ es
uno de los aspectos más álgidos de la próxima etapa del gobierno.
Así lo entendió Kirchner que ha anunciado que, una vez asumida su esposa como
presidente, el se dedicará por entero a reorganizar "democráticamente" al
Partido Justicialista, una entidad que hasta ahora ha controlado a través de una
intervención y de dejarlo inmóvil y sobreviviendo en un pulmotor político, en
estado vegetativo.
Pero el Presidente con sus anuncios y planes solo está reaccionando a la
política de Moyano por un lado, de Duhalde por el otro y de los sectores de la
derecha Menemista encabezados hoy día por Rodríguez Saa. Todos ellos, y Kirchner,
saben que quien controle un PJ en actividad, controla las chances de ganar la
Rosada y el Congreso. La lucha entonces, no dejara de ser feroz.
Esto no es nuevo. El Peronismo ha vivido estas luchas frontales internas desde
su propia creación. Durante la Resistencia entre "combativos" y "dialoguistas",
en los setenta entre la Tendencia y un frente único de toda la derecha hacia la
que finalmente se inclinó Perón solo para marcar algunos de los muchos ejemplos.
Pero el signo de los contendientes ha cambiado desde la instauración de la
"democracia". Sin un ala izquierda, el peronismo ahora se divide entre los
sectores de derecha y los de ultraderecha, tal vez con algún sector de centro
jugando a dos puntas.
Así fue cuando la renovación de Cafiero contra el aparato monstruoso que apoyaba
a Herminio Iglesias, no solo de derecha sino lumpem. O el de Duhalde que
enfrentó finalmente a Menem. O el de Kirchner en frente con otros que termino
liquidándolo.
En la actualidad, sin embargo, las condiciones y alineamientos son más
peligrosos. Esto es así porque la lista de potenciales aliados de la derecha es
larga y no existe una izquierda compensadora o mediadora en el conflicto.
Scioli fue puesto a cargo de la provincia de Buenos Aires por Kirchner con la
necesidad de ganar una elección, pero a sabiendas que es un hombre de la derecha
que "estuvo con todos", comenzando por su iniciador en política, Menem. Mantiene
buenas relaciones con Duhalde y se acerca a apoyar a Moyano.
Moyano, por su parte, ha creado una estructura nacional de grupos de choque y
recreado la siniestra Juventud Sindical Peronista (JSP) modelada en su versión
de los 70 y a cargo de su hijo Pablo y el hijo del asesinado Ignacio Rucci,
fundador de la JSP original de la que el propio Moyano era miembro y dirigente.
Con este Frankenstein, Moyano intenta quedarse con la "rama juvenil" del PJ una
vez que este se reorganice y con la "rama sindical" a través de su dominio de
las 62 organizaciones – que también ha desempolvado y vuelto a la vida.
Confía para dirigir una tercera rama, "la política", en una alianza con Scioli,
Balestrini (que participa de reuniones periódicas con la JSP de la Provincia) y
hasta con los gerontócratas de "Potrero de Funes" encabezados por Rodríguez Saa.
Lavagna es también un potencial aliado.
Imposibilitado de construir un aparato como el que puede movilizar Moyano,
Kirchner apelará a todas las maniobras de palacio que conoce: tratar de
reemplazar a Moyano en la CGT, cooptar con prebendas algunos de los potenciales
aliados a su derecha, apretar judicialmente algunos adversarios y utilizar la
presente intervención del PJ que le responde para liquidar los canales por donde
se le pueda filtrar la oposición.
Esta lucha interna promete ser encarnizada aunque en principio se haya iniciado
en los laberintos de los edificios públicos y ministerios, los locales de los
sindicatos, la propia Casa de Gobierno. Y de estos enfrentamientos se puede
crear una dinámica que podría resultar incontrolable para el próximo gobierno,
las propias partes en conflicto o la oposición. Veremos, sin duda, mucha
violencia. De todo tipo.
5. ¿Son los sectores como Barrios de Pie/Libres del Sur, el Movimiento Evita
o la FTV un contrabalance a la derecha Moyanista o el peronismo "ortodoxo" de
derecha?
Por otro lado, existen sectores oportunistas a los que les gustaría jugar el rol
de la vieja JP de los 70, solo que con una política a su derecha y apoyándose en
Kirchner: Barrios de Pie/Libres del Sur, el Movimiento Evita, sectores del
Frente Transversal, etc.
Ni su programa, ni su estructuración ni sus dirigentes están, sin embargo, a la
altura de las tareas que harían falta para lograr dicha empresa. Montoneros y la
Tendencia se apoyaban en un sector de masas entre los jóvenes, estudiantes e
incluso los trabajadores y en la existencia de una vanguardia que, de alguna
manera, les servia de cobertura.
Barrios de Pie/Libres del Sur; el Movimiento Evita y aun el FTV de D’elia
representan generalmente sectores barriales y clientelistas, mechados con
algunos grupos juveniles. Los sostiene económicamente el estado y el gobierno,
no tienen una ideología ni formación política definida sino que se rigen por el
pragmatismo oportunista de construirse a la sombra del poder y sus "éxitos" son
siempre un producto de esa relación con sus patrocinadores.
No tienen relación ni influencia sobre lo que podría constituir la vanguardia,
mucho menos entre los trabajadores y, en general, por fuera de las estructuras
clientelares no poseen ningún prestigio político propio. Barrios de Pie/Libres
del Sur, por ejemplo en un articulo post electoral de Tumini, se ufana de que
lograron meter dos diputados nacionales y una veintena de concejales en todo el
país participando de las listas Kirchneristas. Sus candidatos electos se pasarán
con armas y bagajes a quien gane en la disputa por el poder político entre las
camarillas peronistas, porque en realidad son solo un subproducto de las riñas y
negociaciones intestinas, no de un peso especifico propio.
Las fuerzas de Ceballos-Tumini y semejantes, serán barridos sin misericordia y
casi sin esfuerzo por Moyano y sus aliados. Kirchner no moverá un dedo para
defenderlos ya que también desconfía, sin razón, de ellos. Y difícilmente
alguien note la diferencia de la vida política con ellos o sin ellos.
6. ¿Vuelve entonces para quedarse la política de ultraderecha peronista de la
JSP y el Vandorismo aggiornados?
La Juventud Sindical Peronista (JSP) de los 70 fue una maniobra desesperada de
Perón y la burocracia sindical bajo el comando del metalúrgico José Rucci para
contrapesar los cuadros, influencia de masas y decisión de la Juventud
Peronista, sobretodo de su sector obrero de la JTP (Juventud Trabajadora
Peronista), mientras trataba de crear la JPRA de Yessi (ligada a López Rega)
para hacer lo propio fuera de los sindicatos, con la colaboración del CdeO
(Comando de Organización) y otros grupos semejantes.
Tuvieron menos que relativo triunfo. Tal vez en el análisis central debamos
decir que fracasaron en el intento. Las juventudes políticas y sindicales de la
Tendencia dominaron ampliamente. Solo cuando todo el poder del estado, armando
las bandas paramilitares de la Triple A, se volcaron a secuestrar y asesinar
activistas de izquierda, destruir con bombas los locales de la Tendencia y el
resto de la izquierda, pudo la JSP – que se convirtió entonces solo en
abrevadero, fuente de reclutamiento y aparato de inteligencia de la Triple A –
sacar algo de pecho. La JPRA, a pesar de la violencia y los crímenes cometidos
junto a la Triple A, nunca paso de ser un montón de asesinos y matones a sueldo.
El golpe militar tuvo que sobrevenir para hacer el trabajo sucio que se les
había encargado y fracasaron en llevar a cabo.
Hugo Moyano que fue delegado nacional, representante regional y cuadro de la
vieja JSP, que se crió y amamanto de la política de Rucci y el Vandorismo, la
esta reconstituyendo poniéndola "al día", es decir, aggiornandola. De viejo
Vandorismo solo ha dejado las amenazas y un perfil superficial de "golpear para
luego negociar" y lo hace en forma mas medida y mas dialoguista con la patronal
que lo que lo hacia Vandor. A la JSP, sin tener que disputar espacios políticos
con una organización de masas de izquierda le intenta dar un carácter dual de
asistencialismo por un lado, de ente social dentro de los sindicatos y de grupo
de choque para dispersar oponentes y amenazar a potenciales aliados.
En esto hasta ahora no ha encontrado obstáculos, y la JSP se ha organizado a
nivel nacional con unos 3.000 componentes, pero en su mayoría a sueldo de los
sindicatos o subvencionados por ellos. Este "aggiornamiento" tiene también en
cuenta de que no existe para ellos una retaguardia armada, como eran en los 70
las FFAA, ni cuenta con el aparato de estado, como si la tenia la JSP de los 70
en la forma del Lopezreguismo. Hoy las FFAA están en ruinas y el aparato del
estado en manos de un oponente declarado, el Kirchnerismo.
Moyano no tiene tampoco el apoyo del conjunto del aparato sindical de la
burocracia, muchos de los cuales consideran sus métodos aventureros y riesgosos.
Los "gordos" no son menos burócratas que Moyano, solo que se han acostumbrado a
sobrevivir a la sombra del poder, de cualquiera que lo sustente, y las ansias de
poder Moyanista les inquieta porque amenaza desestabilizarlos y arrojarlos a
enfrentamientos de los que no puede conocerse el desenlace de antemano.
Moyano ha respondido a este sector subvirtiéndoles sus propias estructuras y
apropiándose de más de 30.000 afiliados de Empleados de Comercio, Aguas
Gasesosas, UECARA y otros sindicatos. Su plan desde el principio es que ese
número llegue a 100.000. Junto a los camioneros ha privilegiado a otros gremios
del transporte como UTA, Ferroviarios y Taxistas. Su plan es consolidarse como
conductor de todo lo que mueva algo en el país, desde la carga industrial y
comercial a los caudales, de los pasajeros de todo tipo a la recolección de
residuos y las autopistas. Eso le daría, en realidad ya lo tiene, control sobre
una de las ramas más importantes y dinámicas de la economía y la infraestructura
del país.
A esta estrategia responde también la más reciente alianza de Moyano con José
Rodríguez, del SMATA, junto con el uno de los dirigentes sindicales actuales mas
cuestionados por su pasado de colaboración con la violencia institucional.
Kirchner no es Perón y por lo tanto no puede negociar, conceder y al mismo
tiempo controlar a Moyano, la JSP y las 62 Organizaciones. Y Perón esta muerto,
así es que no hay nadie que pueda usar el poder de convocatoria del viejo líder
para tratar de balancear las fuerzas dispares de izquierda y derecha a favor de
esta ultima. Y la izquierda peronista no existe para darle batalla en el orden
interno.
La situación entonces, es muy diferente a las de los 70, aunque Moyano crea lo
opuesto. Levantar ceremonialmente la figura de Perón y Rucci no le otorgara el
poder que necesita. La lógica de hierro de la actual situación lo lleva
ineludiblemente a las prácticas violentas y al putchismo.
Para muestra bastan algunos botones: La Quinta de San Vicente en el 2006; los
ataques físicos contra un acto de Solanas por el petróleo en el sur; ataques
físicos contra activistas de ATE, la CTA y algunos activistas de izquierda, los
bloqueos y amenazas en lugares de trabajo dirigidos por la burocracia de los
"gordos", notablemente contra Cavalieri de Comercio.
Moyano es, sin embargo, un gigante de pies de barro. Una alianza de sus enemigos
y un ascenso de las luchas pueden liquidarlo con relativa facilidad. El ambiente
político general no es el de los 70: la sociedad en su conjunto difícilmente
toleraría la aparición en público y actuando desenfrenadamente de la JSP. ¿Lo
sabe Moyano? No podemos decirlo con seguridad y a veces demuestra que no lo ha
advertido.
7. ¿Caerá Moyano y quien lo podría suceder al mando de la CGT?
De la respuesta a la segunda parte de la pregunta depende la resolución de la
primera. Sin una alternativa confiable para el gobierno y la burguesía de
reemplazo y el establecimiento de un frente más amplio contra el Moyanismo, el
actual dirigente de la CGT puede salirse con la suya.
Barrionuevo, de Gastronomicos, se ha pasado con armas y bagajes, auspiciado por
Alberto Fernández, a la oposición a Moyano y se ha unido a los "Gordos" de la
central obrera, dejando prácticamente a Moyano en minoría en la CGT. Pero esto
no basta para inclinar la balanza.
Es necesario encontrar un dirigente estable, popular entre la burocracia, hábil
negociador y con suficiente poder como para ser al mismo tiempo la pata sindical
del "Pacto Social", poner en cintura a Moyano y los gremios ligados al
transporte, disciplinar a los trabajadores y negociar hábilmente con la patronal
y el gobierno.
Se ha barajado nombres y sindicatos. Pero la mayoría son tan o mas
impresentables que Moyano. Eso lo sabe Kirchner y por eso, hasta ahora, se ha
limitado a una combinación de maniobras en las alturas contra el dirigente
combinadas con una "detente" diplomática con el mismo.