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Argentina: La lucha continúa

Argentina, no hay Derechos Humanos para los niños
Trabajo infantil: 57.000 niños y niñas trabajan como cartoneros…

Elena Luz González Bazán
Argenpress

En muchos instantes y artículos sostuvimos que el trabajo infantil es una aberración. Que un niño que trabaja es parte de una injusticia que calará las mentes y almas de los chicos, eso se traslucirá en un desarrollo social excluyente, aberrante y que conducirá al abismo, porque ninguna nación que se precie de tal puede sostenerlo, por acción u omisión.

En nuestra Argentina hay, según las cifras entregadas recientemente: 57.000 niños, niñas y adolescentes que trabajan con el cartón y otros desperdicios arrojados por la población en su conjunto.

Estos niños y adolescentes tienen entre 5 y 17 años, aunque, como siempre sostenemos y por la indagación propia, esta cronista ha visto en las tardes y noches de Buenos Aires a niños más pequeños trabajando y recogiendo lo que encuentran, buscando entre los desperdicios arrojados por la comunidad. Una sociedad ausente… pasiva e individualista.

Las consecuencias del trabajo con la recolección de cartones y otros

Desde el punto de vista de la educación, o bien no asisten a la escuela, y si lo hacen tienen mayores niveles de repitencia o bien abandonan.

El trabajo en la calle y los basurales les afecta sus capacidades mentales.

Son discriminados en la escuela y en el barrio.

Tienen problemas serios para acceder a los servicios públicos y a las redes sociales de contención.

El trabajo infantil

De esta cifra de 57.000 chicos hay un 60 por ciento que tiene menos de 14 años, o sea, la edad prohibida para que los niños trabajen, pero eso es harina de otro costal…

El informe revelado por la OIT Organización Internacional del Trabajo revela que estos niños, niñas y adolescentes trabajan en los basurales, recolectando, reciclando y en la calle, con frío, calor, soportando las inclemencias del tiempo, sin fines de semana, juegos, estudio, desarrollo armónico de sus capacidades. Formándose, o mejor dicho mal formándose a contramano de su propia existencia.

El informe de la OIT revela que hay 4 millones de niños, niñas y adolescentes menores de 17 años que desarrollan alguna actividad laboral, esta cifra escalofriante se basa en datos oficiales del 2004. Lejos está del 1.500.000 que se afanan en mostrar los funcionarios actuales. Esta cifra ha quedado reducido a su mínima expresión, desde esta columna sostuvimos siempre que eran más de dos millones, hoy, tristemente debemos decir que esta cifra se puede haber reducido, pero no tan abruptamente. Esto lo basamos en la falta de estadísticas y un ente u organismos oficiales poco confiables. Estos 4 millones conforman casi el 50 por ciento de la franja etárea en el país.

A los 57 mil chicos registrados en el informe, hay que sumarle otros 51 mil que realizaron esta tarea, aunque hoy no lo hagan más.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)

En el mismo sentido la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sostienen, en otro informe, que la mitad de las 8.700 personas que trabajan en las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son menores de edad. Sustentan que en las calles de la Capital Federal trabajan recolectando y reciclando desechos.

Otro porcentaje escalofriante del informe es que el 39 por ciento de los niños menores de edad que recorren las calles de la Ciudad de Buenos Aires son migrantes, tanto del interior del país, como que provienen de países limítrofes o naciones hermanas.

Javier González Olaechea Franco, director de la OIT afirmó que en la Argentina: ¨Los niños, niñas y adolescentes que recolectan materiales reciclables en basurales, rellenos sanitarios y en la vía pública (conocidos como cartoneros) viven una situación peligrosa que vulnera sus derechos¨.

El especialista detalló que los niños que trabajan como cartoneros ven dañada su 'salud' y su 'seguridad', quedan 'afectadas sus capacidades de estudio, tienen serias dificultades para acceder a los servicios públicos y a las redes sociales, y enfrentan la discriminación tanto en la escuela como en el barrio'.

Igualmente, en el documento de la OIT, que se elaboró con datos de la Encuesta de Actividades de Niños y Adolescentes (EANA), se demuestra que el reciclaje de residuos es el segundo 'trabajo' más extendido entre los más chicos y el cuarto entre quienes tienen entre 14 y 17 años.

Empleo Infantil

Para las áreas urbanas esto es manifiesto, en las zonas rurales la realidad es otra.

Si bien, la encuesta fue desarrollada en el año 2004, los 4 millones de niños, niñas y adolescentes es alarmante, aunque haya descendido, porque los niños, niñas y adolescentes que trabajaron en la edad no indicada arrastran y soportarán las secuelas de la injusticia, del trabajo explotador. Esas cicatrices están en los niños y adolescentes, no en las estadísticas. Ellas, frías y sin contenido, sin carne, alma y mente humana arrojan que ayer había 4 millones y hoy hay 2 millones, las consecuencias… bien gracias, no las sufren los funcionarios, el poder dominante, ni otras yerbas…

Del total de 56.960 niños y adolescentes entre 5 y 17 años están relevadas en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Formosa, Chaco, Mendoza, Gran Buenos Aires y Capital Federal.

El 21 por ciento de esta franja con menos de 13 años hacen además, tareas domésticas con una carga horaria de 10 horas semanales. Para los chicos cartoneros, un 44 por ciento tienen esta situación laboral: cartonear y tareas domésticas.

Erradicación del Trabajo Infantil

El 19 de noviembre del 2002, la Legislatura porteña aprobaba la Ley 937, por la cual se fijaba que los principales objetivos eran "la detección, prevención y erradicación del trabajo infantil, así como la atención de las niñas y los niños afectados por esta problemática y de sus familias"

La Ley contempla la adopción de acciones positivas por parte de la Ciudad Autónoma, en relación con:

• la detección e identificación de la población afectada y en situación de riesgo

• la capacitación a la comunidad educativa para la detección de niñas y niños en situaciones de riesgo

• la protección de los derechos de los niños y niñas comprendidos/as dentro de la población objeto de la presente Ley

• la promoción y asignación de vacantes en las escuelas de doble escolaridad a los niños y niñas comprendidos/as dentro de la población objeto

• la asistencia a través de útiles escolares, materiales de estudio y libros de texto

• el desarrollo de campañas de difusión respecto del trabajo infantil dirigidas a informar, concientizar y sensibilizar a la opinión pública en torno a esta problemática

• la articulación de los programas destinados a promover la inclusión estable en un grupo familiar residente en el ámbito de la CABA de las niñas y niños que no se encuentran a cargo de ningún adulto o carezcan de toda vinculación con un grupo familiar

• el desarrollo de programas de ayuda económica a las familias de las niñas y niños alcanzados por la problemática descripta en esta ley, en la medida que se garantice la incorporación y mantenimiento de los mismos en el sistema educativo y se cumpla con los demás requisitos que disponga la reglamentación.

En relación con las acciones y políticas conjuntas establece la articulación del gobierno de la CABA con otros organismos e instituciones como distintos municipios del conurbano bonaerense, el Gobierno Nacional y con la CONAETI.

En otro tramo del Programa ¨Fortalecimiento del circuito de protección integral contra toda forma de explotacion visible o no, remunerada o no, de niños y niñas menores de 15 años¨, se mantiene que: La crisis económico-social que afecta de una u otra manera a la mayoría de las familias, y en particular a aquellas en que los jefes o jefas de hogar no tienen trabajo, altera fundamentalmente la posibilidad de acceso al ejercicio de una ciudadanía plena. Las situaciones de exclusión son diversas y se manifiestan con diferentes grados de privación, pero expresan en lo fundamental la vulneración de derechos humanos básicos y dificultan los mecanismos de inclusión y representación.

En las condiciones aberrantes de la existencia humana de los niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo, muy poco puede preocupar el acceso al ejercicio de una ciudadanía plena, si esta se trata de elección, voto y documentos en regla. La preocupación real debiera haber puesto en rojo todos los semáforos del país: Los niños, niñas y adolescentes de nuestro país están en peligro de perder no sólo la niñez y adolescencia, estamos hablando de las actuales generaciones, las anteriores ya lo perdieron, sino la misma existencia humana. Pero los formatos declaratorios llenan cartillas y papeleos administrativos, ellos, siguen juntando cartones, mendigando, son discriminados, maltratados por una sociedad más que egoísta y apática.

El tiempo pasa… la vida también…


Fuente: lafogata.org