Argentina: La lucha continúa
|
Primera audiencia testimonial
Prensa Justicia Ya Buenos Aires
El martes 23 de octubre se desarrolló la primera audiencia de testimonios en
el juicio contra el represor de la ESMA Héctor Antonio Febres en el Tribunal
Oral Federal (TOF) Nº 5 de la Capital Federal.
QUEREMOS UN JUICIO PÚBLICO
En la audiencia de hoy, la querella unificada de JUSTICIA YA! realizó una
petición al Tribunal Oral Federal Nº 5 para que se permita el ingreso a la sala
a los medios de comunicación con cámaras filmadoras o fotográficas para permitir
el acceso a este juicio a los miles de argentinos que, desde todo el país
podrían seguir las audiencias tal como lo hicieron con los juicios a los
genocidas Miguel Osvaldo Etchecolatz y Cristian Federico Von Wernich.
Ante este pedido el TOF 5 reiteró su negativa y sostuvo la prohibición de la
transmisión en vivo de las audiencias, manteniendo las condiciones que atentan
contra el carácter público de este juicio.
Por otra parte, JUSTICIA YA! insiste en denunciar que las únicas cámaras
autorizadas por el Tribunal a filmar el juicio -y que así lo hicieron durante
las dos primeras audiencias- son de la Policía Federal.
LOS TESTIMONIOS
Cerca de las 11 de la mañana se dio inicio a la serie de declaraciones
testimoniales previstas para la audiencia: Carlos Alberto García, Alfredo Julio
Margari, Josefa Prada de Oliveri, y Carlos Gregorio Lordkipanidse, los cuatro
casos por cuyos tormentos se juzga al represor Febres. Todos estuvieron
detenidos-desaparecidos en el campo de concentración que funcionaba en la
Escuela de Mecánica de la Armada.
El primero en declarar fue Carlos García, quien fue secuestrado el 21 de
octubre de 1977 en la localidad de Carapachay (Vicente López). Era obrero
gráfico, y fue secuestrado por los represores Febres, Astiz, Acosta, Weber y
Whamond –entre otros- y llevado a la ESMA donde fue privado ilegalmente de su
libertad y donde permaneció detenido-desaparecido. El testigo narró durante su
declaración las terribles condiciones de detención que se sufrían en ese lugar,
y como se lo sometió a realizar trabajo esclavo durante su cautiverio. En ese
sentido relató como los hicieron cumplir tareas en la imprenta de la ESMA y en
la Gráfica APUS, lugar donde se imprimía el diario Convicción de Massera.
Relató que en ese campo de concentración conoció a otros detenidos-desaparecidos
que tuvieron diferentes destinos, algunos fueron liberados, y la mayoría
permanecen desaparecidos. Mencionó –entre otros- los casos de las monjas
francesas y las madres de plaza de mayo que fueron secuestradas en la Iglesia de
la Santa Cruz.
"Fue un Genocidio. Pasaron cerca de 5000 compañeros por la ESMA. Sería
bueno que se juzgue a todos los responsables, no a uno solo" , dijo el
testigo.
En el mismo sentido declaró Alfredo Julio Margari, que compartió
cautiverio con García y fue sometido a las mismas condiciones de detención en el
centro clandestino de detención. Era telefónico, y el 17 de noviembre de 1977
cuando se dirigía a su trabajo fue secuestrado en la vía pública, en presencia
de su madre, su padre y un vecino. Fue llevado a la ESMA, al sector que los
represores denominaban capucha (en el altillo del casino de oficiales).
"Ahí se perdía la noción del tiempo" dijo Margari en su
testimonio, describiendo las condiciones de detención.
Detalló también el rol de los represores que pertenecían al sector de
inteligencia: "ellos -refiriéndose entre otros a los represores
Pernías, Acosta, Scheller, Febres- eran parte de la planificación de los
secuestros, participaban de los operativos, torturaban y decidían el traslado de
los detenidos-desaparecidos".
Relató también el trabajo esclavo al cual eran sometidos, mencionando –como
García- como los llevaban a la imprenta de la ESMA en un auto por el interior
del predio, demostrando como la totalidad del predio era parte funcional en el
campo de concentración.
Mencionó que en la ESMA funcionaba una "maternidad" donde las
detenidas-desaparecidas que estaban embarazadas eran encerradas hasta el
nacimiento de sus bebés, que inmediatamente eran arrancados de sus brazos y
entregados a apropiadores civiles o de las fuerzas represivas. Las madres de
estos bebés eran a pocos días trasladadas de la sala de embarazadas. El
represor Hector Antonio Febres era el responsable de las embarazadas, y quien se
llevaba a los niños para entregarlos a los apropiadores.
También relató la presencia de civiles que entraban a la ESMA: médicos –todos
denominados "Tomy"- que "asistían" las sesiones de torturas; enfermeros –todos
denominados "Jeringa"- que inyectaban con pentonaval a los
detenidos-desaparecidos antes de llevarlos a los vuelos de la muerte; y hasta un
psicólogo.
La testigo Josefa Prada de Oliveri relató en su testimonio como fue
secuestrada de su casa estando embarazada de 4 meses junto con su esposo, como
fueron llevados a la ESMA y permanecieron en situación de
detenidos-desaparecidos durante una semana aproximadamente. "han pasado 30
años", "en una época recordaba la cantidad de escalones que había
–desde el cubículo donde la tenían aislada- hasta el baño".
El turno de Carlos Gregorio Lordkipanidse llegó cerca de las 4 de la
tarde. Su extenso testimonio brindó una visión integral del funcionamiento de la
ESMA durante su cautiverio. Fue secuestrado el 18 de noviembre de 1978, al mismo
tiempo que en zona cercana eran secuestrados por un lado su esposa Liliana
Pellegrino con su hijito Rodolfo de 20 días de edad y su primo Cristian Colombo,
y por otro su compañero Enrique Fukman. Todos ellos fueron llevados a la ESMA.
"Una cara que no podré olvidar en mi vida es la del represor Peyón, quien
participó de mi secuestro, hoy está muerto y nunca fue juzgado" , dijo
Lordkipanidse recordando su detención.
El testigo relató minuciosamente -y en un impactante ejercicio de la memoria-
las condiciones de desaparición, tortura y exterminio que se vivían en la ESMA.
Relató como los llevaron a capucha, a los compañeros que vio en ese
lugar.
También identificó a las distintas fuerzas represivas que actuaron en ese centro
clandestino: la Marina, el Ejército, La Policía Federal Argentina, el Servicio
Penitenciario Federal, todos ellos formaron parte de esa gran maquinaria
genocida en la ESMA. Participaron también civiles, relató Lordkipanidse.
Médicos que participaban de las sesiones de tortura, como el "Tomy" Capdevilla;
enfermeros como "Jeringa" Barrionuevo, el impune represor que inyectaba a los
detenidos-desaparecidos con pentonaval, identificado hace varios años en Tierra
del Fuego por sobrevivientes de la ESMA –entre ellos este testigo- y que aún
sigue sin ser sometido a juicio. La sala de embarazadas manejada por Febres, los
niños apropiados distribuidos por Febres, la "pequeña Sardá" manejada por Febres.
Monseñor Graselli contacto entre la Iglesia y la Marina. Massera. Lambruschini.
Los directores de la ESMA Chamorro y Suppisich.
Lordkipanidse relató el trabajo esclavo al que fue sometido junto con otros
compañeros. En su condición de fotógrafo, lo obligaron a cumplir tareas en el
centro de falsificación de documentos públicos.
El represor Febres supervisaba y seguía cada uno de esas tareas que eran
obligados a cumplir, inclusive aquella que tan grabada quedó en la memoria de
Carlos Gregorio Lordkipanidse:
"Un día nos trajeron una caja de un metro por cuarenta centímetros
aproximadamente llena de rollos de acetato, material microfílmico, al cual
teníamos que hacerle 3 copias." Comenzaron a trabajar con los rollos en
una máquina de microfilmaciones. El horror fue cada vez más grande, en cada
rollo de microfilmado se veían las identidades de miles de
detenidos-desaparecidos que pasaron por la ESMA. Una foto de cada compañero, una
ficha con sus datos, y en cada legajo, una letra: D (desaparecido) para la
mayoría, L (liberado) en una inmensa minoría, y unos pocos con la MC
(muerto en combate). Eran miles y miles de fotos, relataba el testigo, se
repetía varias veces la numeración del 1 al 999. "Una foto tras de otra,
señores jueces, la inmensa dimensión del genocidio" , dijo Lordkipanidse
con voz y ojos empañados, y denunció: "Se hicieron 3 copias totales.
Febres se las llevó".
Recordó también que en la ESMA vio a Raimundo Villaflor, dirigente
sindical del gremio gráfico que fuera asesinado en la tortura. Es imprescindible
destacar aquí que el caso de Villaflor iba a formar parte de este juicio junto
con los otros cuatro casos, pero que el TOF 5 consideró desechable luego de que
el juez Torres a cargo de la causa ESMA "indagara mal" al represor Febres por
ese caso.
Por otra parte Lordkipanidse dio lugar en su relato a la importancia de la
resistencia dentro del campo de concentración. "La resistencia no terminó,
hay que sobrevivir y mantener con vida a la mayor cantidad de compañeros
posibles" relató que le dijeron dos compañeros detenidos-desaparecidos a
poco tiempo de estar en la ESMA. Ese objetivo fue parte importante de su
cautiverio.
- ¿Cuantas veces fue torturado? le preguntó la fiscalía.
- "Momento…, dijo Lorkipanidse, qué define usted como
torturas? Yo fui torturado durante dos años y medio de mi vida en la Escuela de
Mecánica de la Armada."
- ¿y puede decirnos quienes fueron sus torturadores? repreguntó el fiscal
- "¿Qué se entiende por torturador? Mis torturadores fueron todos y cada
uno de los represores que revistaron en la ESMA durante mi cautiverio, desde el
primero de los directores hasta el último de los verdes (estudiantes de
la ESMA de entre 16 y 18 años que cumplían las funciones de guardias en el
centro clandestino de detención, tortura y exterminio)."
JUSTICIA YA! PIDE AMPLIAR LA ACUSACIÓN CONTRA FEBRES
La querella unificada de JUSTICIA YA! -representada en este juicio por
los abogados: Liliana Noemí Mazea (FIDELA); Myriam Bregman y Luis Bonomi (CeProdh);
Elea Peliche (Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos); Guadalupe Godoy, Pedro
Dinani y Sabrina Dentone (Liga Argentina por los Derechos del Hombre); Jorge
Eduardo Cárdenas Candiotti (Instituto de Relaciones Ecuménicas); Claudia Ferrero
(APEL); Liliana Molinari y Alberto Palacios (CODESEDH); y Leonardo Oscar
Sinistri (Abogados laboralistas de izquierda) - realizó un pedido de
ampliación de la acusación contra el represor:
De acuerdo a lo testimoniado en el día de la fecha por Carlos Lordkipanidse,
Carlos García, Alfredo Margari y Josefa Prada de Olivieri, quien es han
precisado con absoluta claridad los hechos de los cuales fueron víctima, h a
quedado establecido que:
-Febrés ha participado activamente en el operativo por el cual se practicó el
secuestro de García y posterior traslado a la ESMA.
-Febres era el encargado del Sector 4 (Sótano de la ESMA), ademas participaba
activamente en los hechos que contituyenron la privación de la libertad en este
sentido los testigos han declarado que "Febres los llevaba desde la ESMA a la
imprenta, llevaba a Margari a la casa de su familia".- Según lo declarado por el
testigo Margari, el represor Febres fue el primero que lo lleva a la casa de sus
padres.
-En dichas condiciones inhumanas de vida, con la amenaza continua sobre el
futuro de sus vidas, García, Margari y Lordkipanidse fueron obligados a realizar
tareas . Incluso el testigo García preciso como eran obligados a trabajar dentro
de la ESMA engrillados y esposados, en la construcción de la "huevera", y que
luego los obligaron a trabajar en la imprenta APUS GRAFICA (a García
y Margari), siendo Febres quien se encargara de llevarlos donde funcionaba la
imprenta.
Por su parte Margari, relato como el imputado le comunica que va a empezar a
realizar tareas en un grupo de imprenteros que se estaba formando y que mientras
tanto cumpliría funciones de mantenimiento. Relato a su vez los distintos
trabajos que le obligaron a realizar y como Febres los llevó ante el Comisario
Ares, en APUS GRAFICA. García y Margari relataron como desde APUS GRAFICA lo
trasladaban al edificio Libertad a imprimir documentación falsa de todo tipo.
Este juicio fue elevado a instancia oral imputando al represor solo los
tormentos cometidos contra 4 de sus víctimas, sin tener en cuenta las
privaciones ilegales de libertad que sufrieron, por eso esta querella dijo:
La adecuación de lo descripto en el delito de tormento, no parece dar
adecuada respuesta a los hechos en su totalidad, de cuyo testimonio dieran
García, Margari y Lordkipanidse en esta audiencia.
Por el contrario, con la aprehensión de la víctima por parte de los captores,
comenzó el atropello al individuo y en tal sentido, ese tramo delictual que
continuó después durante el alojamiento en la ESMA puede ser subsumido en el
delito de privación ilegal de libertad llevada a cabo por un funcionario
público, con agravantes por mediar violencia o amenazas y por haberse
prolongado durante más de un mes.
Asimismo como bien relato el Sr. Lordkipanidse y ver Margari o Garcia,
durante su secuestro en condiciones inhumanas de detención fueron obligados a
realizar tareas, o mejor dicho obligados a realizar trabajos en condiciones de
esclavitud. Dicha conducta por la que realizaremos reproche penal es
constitutiva del delito de reducción a la servidumbre.
Esta querella esta convencida que su pedido se impone no solo por expresas
disposiciones legales, sino que el propio sentido común hace que del relato de
los hechos traidos a juicio se deba acusar por los delitos descriptos, ello
aporta minimamente no solo a construir la verdad material sino a acercarse tan
solo un poco al anelo de justicia de las victimas del genocidio cometido en
nuestro país.
Es de público conocimiento el desacuerdo de esta querella con la forma en la
cual se viene sustanciando la causa ESMA, desarticulando, de manera arbitraria
hechos que están indisolublemente ligados, llegando así a estar en este momento
juzgado a un solo represor por tan solo 4 casos, es también conocida nuestra
voluntad de que se realicen juicios donde se juzguen a todos los represores que
participaron en cada centro clandestino por todas las personas que han sido
víctimas.
Por lo que mínimamente solicitamos ante la realización del presente que se
juzguen la totalidad de los delitos que integran la plataforma fáctica de este
proceso .
PROXIMA AUDIENCIA
La próxima audiencia se realizará el día jueves 25 de octubre a partir de las 10
de la mañana. Brindarán testimonio Víctor Basterra, Adriana Marcus, Miriam Lewin,
y Graciela Daleo.
Prensa JUSTICIA