Argentina: La lucha continúa
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El sacerdote condenado a cadena perpetua en Argentina no recibe sanción de la Iglesia
Juan Ignacio Irigaray
El Mundo
La Iglesia católica de Argentina negó ayer cualquier responsabilidad
institucional en el caso del cura represor Christian von Wernich, que el martes
fue condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad durante la
dictadura militar (1976-1983).
Por parte del Episcopado sólo hubo un comunicado de 20 líneas, donde se sostuvo
que si el cura «avaló con su recomendación o complicidad alguno de esos hechos
de represión violenta, lo hizo bajo su responsabilidad personal». En cambio el
presidente, Néstor Kirchner, calificó la condena de «ejemplar» y celebró la
sentencia. «Pronto a terminar mi gestión, me siento bien de que hayamos avanzado
tanto, de buscar la reconciliación con memoria, con Justicia», declaró.
Los argentinos no han advertido ninguna frase de contrición en el mensaje de la
Iglesia, firmado por el cardenal primado de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, un
jesuita papable que en el Vaticano compitió con Benedicto XVI en la carrera a la
sucesión de Juan Pablo II.
Sin mencionar ni una vez a Von Wernich por su nombre, la jerarquía religiosa
admitió que «está conmovida por el dolor que causa la participación de un
sacerdote en delitos gravísimos» e insistió con su llamamiento a la
«reconciliación entre los argentinos, alejados de la impunidad, el odio, el
rencor».
Las sanciones internas en la Iglesia tampoco llegaron para el pastor
descarriado. Hasta anoche, Von Wernich, de 69 años, podía ejercer el ministerio
sacerdotal y administrar sacramentos, o sea confesar, celebrar misa y dar la
comunión en la cárcel de la localidad bonaerense Marcos Paz.
Muchos argentinos aguardaban que el obispo Martin Elizalde, titular de la
diócesis de la ciudad bonaerense 9 de Julio y superior inmediato de Von Wernich,
le aplicara algún castigo. Pero el prelado sólo emitió un comunicado para
aclarar: «Rezamos por él para que Dios lo asista».
Así que de las posibles sanciones todavía no hay nada de nada. «Oportunamente se
habrá de resolver, conforme a las disposiciones del Derecho Canónico, la
situación de Christian von Wernich», escribió el monseñor, pese a que entre los
obispos daban por descontado una suspensión de por vida al cura.
En la audiencia final de un juicio histórico, los jueces consideraron probado
que el cura fue coautor y partícipe necesario, según los casos, del homicidio de
siete presos políticos, de 42 secuestros y de 31 torturas. Durante la dictadura,
Von Wernich ocupó el cargo de capellán de la policía bonaerense que comandaba el
general Ramón Camps -apodado El carnicero de Buenos Aires-.