Argentina: La lucha continúa
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Biblioteca Alberto Ghiraldo
Aportes al pensamiento crítico
Desde los años 50 la institución de corte anarquista fue clausurada reiteradas veces, en 1987 logró recuperarse y sigue adelante, cuenta con más de cinco mil libros. Se propone como un espacio de construcción política y cultural.
Desde su creación en el año 1946, la biblioteca Alberto Ghiraldo ha funcionado
en distintas zonas de la ciudad, compartido el espacio con otras organizaciones
y resistido la censura del Terrorismo de Estado. Sus impulsores recuerdan el
sótano de los anarquistas de Mitre al 700 como un clásico de las reuniones en el
que se encontraban militantes de distintas fuerzas políticas después del 55.
Desde hace casi dos años la institución está ubicada en el macrocentro de
Rosario, en Sarmiento 1418, las bicicletas "estacionadas" en la puerta llevan a
imaginar que estudiantes y trabajadores son quienes habitualmente la visitan.
A través de una dinámica asamblearia y autogestionada un grupo de compañeros/as
lleva adelante la biblioteca, con inquietudes y una fuerte convicción, la
búsqueda del cambio político social a través de la difusión de obras clásicas
del pensamiento anarquista. También tienen a disposición otros materiales
históricos y realizan variadas
La elección tiene que ver con la mirada amplia, pluralista y llena de matices
que tenía Ghiraldo, quien fue escritor, publicista, anarquista, político y
abogado argentino, nacido en 1875. "Ghiraldo vivía cuando la biblioteca fue
creada, estaba exiliado en España desde hacía años. Por su pensamiento dentro
del anarquismo, fue un militante anarquista desde joven, fue un popular poeta de
tango, escribió obras de teatro y fue director de La Protesta en épocas
difíciles como la Revolución Radical de 1905 en la que estuvo preso. Fue uno de
los fundadores de la FORA; como delegado de los estibadores portuarios de Villa
Constitución", referencia Solero.
Cruce de puntos de vista
El espacio asambleario es uno de los ejes centrales en el proyecto de
construcción política y cultural, tiene un importante lugar la puesta en común
de puntos de vista hacia un análisis crítico de la realidad. "La libertad que
hoy tenemos no nos la dio el gobierno sino la lucha popular, es una cuestión a
debatir, creo que hay gran hipocresía en la democracia liberal de la burguesía.
En la biblioteca se discuten estas cosas, creo también que las nuevas
generaciones no valoran la posibilidad de expresarse libremente, que entre otras
cosas implica acceder a la información y difundir el pensamiento. Hay que saber
diferenciar que hoy podemos ir a las librerías y comprar libros de Bakunin (uno
de los fundadores del anarquista), de Malatesta (figura del anarquismo
italiano), de Marx o las obras del Che Guevara. A nosotros eso nos implicaba la
vida o la muerte, la prueba la tenemos en que eran capaces de secuestrar una
biblioteca como si tuviéramos un arsenal de armas", reflexiona Solero. De hecho
los libros son herramientas de combate ideológico, por eso desde hace siglos
desde tantísimos espacios dispersos por todo el mundo, sigue extendiéndose la
resistencia popular hacia nuevos horizontes políticos y sociales.
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