Argentina: La lucha continúa
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Tucumán: Crece el malestar de los trabajadores
La CGT advirtió sobre un posible quiebre de la paz social
Primera Fuente
En forma pacífica, los obreros clamaron por sus derechos.
En la movilización de más de 2.000 trabajadores y desocupados que conforman la
CGT y la multisectorial, que se realizó ayer en forma pacífica en la Plaza
Independencia, los dirigentes le advirtieron al PE que la paz social corre
peligro si no hay un cambio en la política del gobierno. Esta advertencia fue
plasmada en un documento que entregaron ayer al legislador a cargo interinamente
del PE, Fernando Juri Debo. Además de mejoras salariales y laborales, exigen que
el gobierno no intervenga en las organizaciones sindicales.
La protesta fue pacífica y ordenada, pero los trabajadores encolumnados en la
Confederación General del Trabajo (CGT) y en la multisectorial dejaron una clara
advertencia al gobierno alperovichista: si no hay respuestas a sus reclamos
podría romperse la paz social.
Así lo advirtieron través de un documento que le entregaron al ministro de
Gobierno y Justicia, Edmundo Jiménez, y al legislador a cargo interinamente del
PE, Fernando Juri Debo, quienes recibieron a una comitiva de dirigentes en la
Casa de Gobierno. En el escrito alertaron al PE que si no se producen cambios en
las condiciones salariales y laborales de los trabajadores y desocupados y, si
no se respeta la independencia de las organizaciones sindicales, se pondrá en
peligro la paz social.
En el documento, los manifestantes expresan claramente que el gobierno no dio
muestras de acercamiento ni muchos menos de intenciones de escuchar los reclamos
de los trabajadores que vienen haciéndose hace varios años. 'Las conductas
adoptadas desde las esferas del gobierno con una manifiesta intención de
confundir y dividir a los obreros, solo creó un clima de profundo malestar entre
los trabajadores, situación que puede llevar al quiebre de la paz social por lo
cual exhortamos al Ejecutivo a revertir este accionar y respetar dentro de un
verdadero marco democrático propio de un estado de derecho a las organizaciones
gremiales', sostienen en el petitorio.
Obreros del surco, docentes privados y públicos, peones de taxis, desocupados,
usuarios autoconvocados, empleados municipales y dirigentes de las 62
organizaciones peronistas marcharon desde el Parque 9 de Julio hasta la Plaza
Independencia y allí se permanecieron durante dos horas hasta que pudieron
entrevistarse con Jiménez y Juri Debo. Si bien no consiguieron ningún avance en
sus planteos, desde la Casa de Gobierno prometieron que el gobernador José
Alperovich será interiorizado sobre sus reclamos. Antes de que las caravanas de
los manifestantes llegaran al principal paseo público, ya estaba montado un
fuerte operativo policial con vallas por doquier, personal de infantería,
vehículos oficiales, caballos, seguridad de civil y hasta incluso policías
especiales que registraban la manifestación desde la azotea.
Los dirigentes de Sadop, Uatre, UDT, taxistas, CCC, municipales, jubilados y
otros coincidieron en que el PE es indiferente a las necesidades reales de los
trabajadores y manifestaron que es hora de que la ciudadanía comience a darse
cuenta que este sistema provocará peores problemas en un futuro. 'Queremos
trabajo genuinos, no subsidios, queremos que nos respeten como empleados', dijo
el titular de la CGT, Jesús Pellasio.
Por su parte, Vicente Ruiz, en representación de un sector de los empleados
municipales del interior, expresó que el próximo lunes al mediodía volverán a
reunirse en la sede de la central obrera para evaluar un nuevo plan de lucha
hasta que el PE de una vez por todas mejore las condiciones de los trabajadores.
En el petitorio, las organizaciones insistieron en un rosario de planteos: la
creación del Consejo del Salario, la Producción y el Empleo, el otorgamiento del
82 por ciento móvil para los jubilados transferidos a la Nación, planes
interzafras para todos los trabajadores citrícolas y azucareros y eliminación a
los tickets. También se manifestaron en contra del trabajo en negro, la
explotación infantil, el aumento de la canasta básica alimentaria y la suba en
las tarifas de los servicios públicos.
Los taxistas sufrieron presiones y fue escasa la presencia en la protesta
Desde el Sindicato de Peones de Taxis indicaron que ayer sorpresivamente los
propietarios de los vehículos comenzaron a retener los coches e impidieron que
los trabajadores asistan a la manifestación a la Plaza Independencia en reclamo
del blanqueo laboral. Sin embargo, el grupo reducido de choferes entregó por
mesa de entrada en el Concejo Deliberante un petitorio para la efectivización de
los trabajadores, a elevar el precio del servicio: de 1,20 a 2,80 pesos la
bajada de bandera y de 9 a 15 centavos la ficha de recorrido. También se pedió
el acceso a créditos blandos, la aplicación de un programa de subsidios para el
sector y la reincorporación de 37 paradas en la zona céntrica que desaparecieron
con el surgimiento de las denominadas 'paradas tubo'.