Argentina: La lucha continúa
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Argentina, cinco años después
Damien Millet y Eric Toussaint
www.cadtm.org
Argentina, mucho se ha hablado de ti desde aquella noche del 19 al 20 de
diciembre de 2001, cuando, después de tres años de recesión económica, tu pueblo
se rebeló contra la política neoliberal aplicada por el gobierno de Fernando de
la Rúa y su funesto ministro de Economía, Domingo Cavallo. Demostraste que la
acción de los ciudadanos y ciudadanas puede cambiar el curso de la historia.
Argentina, la situación que llevó a la revuelta de fines de 2001 comenzó con la
decisión del Fondo Monetario Internacional de no hacer efectivo un préstamo
previsto, a pesar de que tus dirigentes siempre habían aplicado las impopulares
medidas que el FMI exigía. De la Rúa reaccionó bloqueando las cuentas bancarias
de los ahorristas, y espontáneamente bajó a las calles tu clase media, a la cual
se unieron "los sin" (los sin empleo, los habitantes de las villas, la mayoría
de tus pobres). El 27 de diciembre de 2006, tu Corte Suprema finalmente ha
ordenado a los bancos que indemnicen totalmente a sus estafados ahorristas.
Argentina, hace justamente 5 años, tres presidentes de la república se
sucedieron en pocos días: de la Rúa huyó el 21 de diciembre de 2001, y su
sucesor, Adolfo Rodríguez Saá fue reemplazado por Eduardo Duhalde el 2 de enero
de 2002. Decretaste la suspensión de pagos de la deuda externa más importante de
la historia. Era de unos 100.000 millones de dólares y afectó tanto a acreedores
privados como a los países ricos agrupados en el Club de Paris(1). Centenares de
fábricas abandonadas por sus propietarios fueron ocupadas y puestas en
funcionamiento bajo el control de los trabajadores. Tus "sin empleo" reforzaron
su capacidad de acción en el marco de los movimientos de "piqueteros", tu moneda
fue fuertemente devaluada, tus ciudadanos crearon monedas locales y comenzó a
funcionar el trueque. Todos gritaron a tus políticos una exigencia unánime:
"¡Que se vayan todos!"
Argentina, después de un cuarto de siglo de continuos acuerdos entre el FMI y
tus gobernantes (desde la dictadura militar entre 1976 y 1983 hasta el gobierno
de de la Rúa, pasando por el corrupto régimen de Carlos Menem), has demostrado
que un país puede suspender el reembolso su deuda por un tiempo prolongado sin
que los acreedores sean capaces de organizar represalias eficaces. El FMI, el
Banco Mundial, los gobiernos de los países más industrializados, los grandes
media, todos habían pronosticado el reino del caos. Pero ¿qué pasó? Lejos de
hundirte, comenzaste a levantarte.
Argentina, tu presidente elegido en mayo de 2003, Néstor Kirchner, desafió a los
acreedores privados proponiéndoles el cambio de sus títulos por unos nuevos de
menor valor. Después de largas negociaciones concluidas en febrero de 2005, el
76 % de estos acreedores aceptaron la renuncia a más del 60 % del valor de los
títulos que poseían. El mundo tenía puestos los ojos en ti y demostraste que un
pueblo puede decir no.
Argentina, la continuación de la historia es decepcionante. Este acuerdo
finalmente marcó la renovación de los reembolsos a los acreedores privados.
Encima, hace exactamente un año, tu gobierno reembolsó en forma anticipada la
totalidad de tu deuda con el FMI: 9.800 millones de dólares. De acuerdo,
ahorraste 900 millones de dólares de intereses, pero los que decidieron hacer
eso parece que sufrieron una grave amnesia. La dictadura del general Videla,
apoyada por el FMI y las grandes potencias, había utilizado la deuda con el fin
de reforzar su poder, enriquecer sus dirigentes y colocar el país en el modelo
dominante. Para reembolsar, los regímenes siguientes remataron gran parte del
patrimonio nacional y contrajeron nuevas deudas, que también son odiosas. Y para
colmo, la obtención de esos nuevos préstamos fue condicionada a la aplicación de
medidas de liberalizaciones masivas, de privatizaciones sistemáticas y de la
reducción de los presupuestos sociales.
Argentina, tus dirigentes podrían haberlo hecho mejor y este ejemplo podría
haber hecho escuela en todos los continentes. Podrían haber rescindido los
acuerdos con el FMI y con el Banco Mundial. Podrían haberse apoyada en la
sentencia Olmos, pronunciada por un Juzgado Federal, y aportar sólidos
argumentos jurídicos para decretar que la deuda es odiosa y no debe ser
reembolsada.
Argentina, hemos quedado desconcertados cuando supimos que tus autoridades
negocian actualmente con el Club de París, esa especie de escándalo
institucional, que reúne todos los meses a puerta cerrada a los representantes
de los 19 países más ricos en la sede del ministerio francés de Economía.
Sabrás, sin duda, que el objetivo de este Club tan sigiloso es obligar a los
países en desarrollo muy endeudados a rembolsar el máximo posible de sus deudas,
sin tener en cuenta las consecuencias sociales. Les debes 6.300 millones de
dólares pero, una vez más, esos préstamos no beneficiaron a tu pueblo. Por el
contrario, los países del Club de París, el FMI, el Banco Mundial, las grandes
multinacionales utilizaron la deuda durante décadas para oprimirte, para que tus
gobernantes les entregasen tus servicios públicos privatizados, desreglamentaran
tu economía y demostraran la mayor docilidad, mientras que al mismo tiempo
recortabas severamente tus presupuestos sociales. El film "La dignidad de los
nadies" de Fernando Solanas, muestra muy bien las situaciones de extrema pobreza
a la que todo eso condujo.
Argentina, tu presidente debe elegir entre servir a tu pueblo o servir a tus
acreedores. Por desgracia, acepta la disciplina; incluso concurrió a la Bolsa de
Nueva York en septiembre pasado para dar el toque de campana inaugural. Como
resultado, las sumas que pagarás en los próximos años harán imposible la
aplicación de una política alternativa al modelo neoliberal. Tus demandas
sociales, aunque justas, no podrán ser satisfechas mientras no repudies esta
deuda.
Argentina, hace cinco años tus manifestantes indicaban otra dirección, que puede
modificar en forma duradera la situación en beneficio de los pueblos. Todavía
hoy, es la que deseamos.
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Damien Millet es presidente del CADTM Francia (Comité para la anulación de la
deuda del Tercer Mundo, www.cadtm.org),
coautor del cómic Dette odieuse, CADTM/Syllepse, 2006. Éric Toussaint es
presidente del CADTM Bélgica, autor de Banco Mundial: el golpe de estado
permanente, Ediciones de Intervención Cultural, Mataró, 2007 (en prensa)
1. Ver www.clubdeparis.fr