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Suecia: Emergencia nuclear
Lisa Monique Söderlindh
IPS
Aún se desconocen las causas de la avería que interrumpió hace 15 días el
funcionamiento de un reactor nuclear en Suecia, en un accidente que renovó la
controversia sobre la seguridad de la producción de electricidad en este país
nórdico.
Los expertos declararon el fin de los procedimientos de emergencia provocada por
un desperfecto en el reactor 1 de la planta nuclear de Forsmark, situada 200
kilómetros al norte de la capital, el 25 de julio.
La falla, que quedó al descubierto tras un cortocircuito en una unidad que
suministra energía al reactor averiado, no debe tomarse a la ligera, señala el
informe preliminar publicado el 4 de este mes por el cuerpo de inspectores del
órgano regulador del gobierno sueco.
"No es necesario clausurar más reactores, pero sí tomar conciencia de que el
incidente de Forsmark puede reiterarse en otras instalaciones nucleares suecas y
del extranjero, diseñadas bajo las mismas condiciones de seguridad", advirtió la
directora general de esa dependencia, Judith Melin, tras la publicación del
reporte.
Cuatro reactores nucleares de este país, dependientes del mismo sistema de
energía de respaldo del que falló, fueron desconectados para su revisión y
seguirán así hasta que sean seguros y estén totalmente aclaradas las causas del
problema.
Las leyes suecas establecen que el propietario de la licencia del reactor debe
velar por su correcto funcionamiento, pero es competencia del cuerpo de
inspectores garantizar que los responsables cumplan con su deber y supervisar
todas las actividades nucleares del país.
"Estamos esperando el informe de Forsmark sobre el incidente, y nos llevará por
lo menos una semana más terminar con nuestras investigaciones", informó Melin.
"Debe investigarse en cada caso los cambios que será necesario introducir en
centrales nucleares de todo el mundo."
Aunque aún resta que los inspectores elaboren el análisis completo de las fallas
y un plan de acción, ambientalistas consideraron que el incidente de Forsmark es
un paso más hacia el fin definitivo de la energía nuclear.
"Desde hace tiempo sabemos que la seguridad en las centrales nucleares suecas no
es tan buena como dicen los inspectores y los empresarios", dijo a IPS la
presidenta del Partido Verde sueco, Maria Wetterstrand.
El problema de Forsmark puso una vez más de manifiesto que "la energía nuclear
no es una opción segura, tampoco las instalaciones atómicas son confiables ni la
seguridad de su suministro", enfatizó Wetterstrand.
También sostuvo que el accidente no hubiera ocurrido si el control de la
seguridad en materia nuclear en Suecia fuera mejor.
Wetterstrand aplaudió al presidente del Partido Verde, Peter Eriksson, por su
pedido al gobierno sueco para que designe una comisión independiente con
expertos internacionales que se encargue de investigar la seguridad en las
plantas de energía atómica del país.
Los líderes de otros partidos políticos de centro e izquierda también se
hicieron eco del reclamo de una investigación independiente. Lo propio hizo la
organización Greenpeace Internacional.
De acuerdo con la evaluación inicial de los investigadores y del portavoz de la
firma Kraftgrupp que está a cargo de la central, Claes-Inge Andersson,
probablemente el incidente no se hubiera podido prever, ni evitar, con ningún
tipo de investigación, por más indagaciones minuciosas que se hubieran hecho.
Siempre pueden suceder cosas inesperadas en las plantas nucleares y por eso se
las equipa con varios sistemas de seguridad, aseguraron ambas partes al ser
entrevistadas por IPS.
"A causa del cortocircuito falló el arranque automático de dos de los cuatro
generadores diesel de respaldo, pero los otros dos que sí funcionaron bastaron
para mantener el sistema de refrigeración andando, lo que prueba que la
seguridad del reactor funcionó bien", explicó Andersson.
También señaló que posiblemente esta semana Forsmark reciba la visita de la
compañía alemana AEG, responsable del diseño del sistema de alimentación
ininterrumpida del reactor averiado. "Esperamos que esto aclare bien las
fallas".
"Problemas como este siempre pueden ocurrir, el sistema de seguridad nuclear
mundial se basa en el intercambio de experiencias e información respecto de los
cambios necesarios, cuando surgen inconvenientes", alegó Melin, subrayando que
nunca hubo peligro de fusión en el centro del reactor.
El cuerpo de inspectores ubicó lo sucedido al reactor de Forsmark en el nivel
dos de la escala INES, que mide la gravedad de incidentes y accidentes nucleares
y que va del cero al siete.
La escala INES, utilizada por la Agencia Internacional de Energía Atómica
(AIEA), fue elaborada en 1990 como una herramienta para clasificar la dimensión
de los accidentes nucleares.
"El nivel dos significa que el accidente fue inesperado y con consecuencias para
la seguridad, pero no para la vida ni la salud", dijo a IPS Janne Wallenius,
profesora de física nuclear del Instituto Real de Tecnología de Estocolmo.
No son raros los incidentes del nivel dos en Suecia, añadió Wallenius. "Se trata
de accidentes comunes en las instalaciones de energía nuclear, y pasa una vez
cada dos años, de acuerdo con las estadísticas de la AIEA".
Los reactores suecos se basan en el mismo principio de seguridad y diseño básico
de unas 300 de las 442 instalaciones nucleares actualmente en funcionamiento en
el mundo. Wallenius señaló que, por lo tanto, no son más ni menos seguros que la
mayoría de los reactores del mundo utilizados para generar energía.
Si bien no se registraron daños, el problema en Forsmark dejó al descubierto
serias deficiencias de construcción que deben ser eliminadas.
"Ahora, el trabajo de seguimiento es muy importante, debemos aprender de la
investigación actual y adoptar de forma efectiva las medidas necesarias para
asegurar la seguridad continua en las plantas nucleares de suecia y del mundo",
dijo a IPS Carl-Erik Wikdahl, consultor de Centro de Capacitación y Seguridad
Nuclear de Suecia.
También señaló la necesidad vital de mantener un personal muy competente en las
instalaciones atómicas suecas para garantizar su seguridad, un desafío creciente
ante la intensificación de la presión política para la eliminación gradual de la
energía atómica.
"La prolongada discusión sobre la eliminación progresiva de la energía nuclear
hace que sea cada vez más difícil contratar personal competente", dijo Wikdahl,
señalando que en los últimos años cayó la graduación de ingenieros nucleares.
Suecia produce energía atómica desde principios de 1970, en la misma década el
Partido del Centro inició el debate antinuclear y los oponentes comenzaron a
manifestarse en las calles.
El gobierno sueco está obligado a suprimir gradualmente la energía atómica tras
el resultado de un referéndum realizado en 1980, y aprobó una ley que reglamenta
el proceso en 1997.
Desde entonces, dos de los 12 reactores existentes se cerraron, y quedaron 10 en
tres localidades, Forsmark, Oskarshamn y Ringhals.
A partir de la ley de 1997 se intensificó la presión por la eliminación
progresiva de la energía nuclear al mismo tiempo que el consumo de electricidad
creció en este país, que ahora tiene uno de los niveles más altos de consumo
eléctrico por habitante, de Europa. La energía nuclear representa cerca de la
mitad de la electricidad producida en el país.
***** + Forsmark Kraftgrupp, en inglés (http://www.forsmark.com/templates/FKA_InfoPage.aspx?id=143)
+ Agencia Internacional de Energía Atómica, en inglés (http://www.iaea.org/) +
Partido Verde, en sueco (http://mp.se/) + Greenpeace Suecia, en sueco (http://www.greenpeace.org/sweden/)
+ Cuerpo de Inspectores Nucleares, en inglés (http://www.ski.se/extra/tools/parser/index.cgi?url=/html/parse/index_en.html)
+ Centro de Capacitación y Seguridad Nuclear, en sueco (http://www.ksu.se/) +
Instituto Real Tecnológico, en inglés (http://www.kth.se/eng/index.html)
http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=38312