Nuestro Planeta
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Agua: Conflicto Geopolítico
José de los Santos Zarate Díaz
El agua, un recurso más antiguo que la vida humana y completamente necesario
para la subsistencia y el desarrollo económico, aparece en el siglo XXI como
otro motivo de posibles guerras si no se toman las medidas necesarias por parte
de los organismos internacionales y de los gobiernos.
Según estudios realizados, en el año 2025 la demanda de agua en el mundo será un
56 % superior al suministro, y en algunas zonas del planeta será mayor, lo que
concitará y ya es así, pugnas y desavenencias entre diferentes naciones o dentro
de los propios países.
¿Dónde se encuentra el agua?
El 71% de la superficie de la tierra está cubierta por agua, además de los
millones de toneladas de vapor de agua que flota en la atmósfera. De toda el
agua que hay en el planeta, el 97% es salada y se encuentra en los mares y
océanos. El 0.5% se encuentra como humedad superficial y vapor de agua
atmosférica. El resto, solo el 2.5% es agua dulce, de la que podemos usar para
beber. Y de esta agua dulce, una tercera parte (el 33%) fluye y solo una
pequeñita parte de ella lo hace por algún río en el mundo (el 1.7%). Lo que es
peor es que de estos ríos el 60% se ha represado lo que ha provocado un bloqueo
del ciclo del agua. Otra parte de esta agua dulce fluye por debajo de la tierra
o se encuentra ahí estancada o en la superficie en forma de lagos o lagunas. O
sea, de cada 100 gotas de agua, 97 gotas son agua salada y solo 3 gotas son agua
dulce.
Según algunas fuentes el 13% del agua dulce lo tiene Brasil; Rusia tiene el 11%;
Canadá el 7%; China el 7%; Indonesia, Estados Unidos y Bangladesh tienen cada
uno el 6%; India el 5% y el 35% esta en el resto de los países del mundo.
El Agua Potable: El Recurso más Estratégico del Siglo XXI
Si observamos el continente europeo vemos que casi toda EUROPA se encuentra
en un estado que va de grave a crítico. De sus 55 ríos, sólo cinco no están
contaminados. La escasez de agua potable es crítica en España, sur de Italia,
Grecia y los Balcanes, parte de Holanda, Alemania, Países Bajos e Inglaterra. En
el resto, grave. Han contribuido a este desastre, la explotación irracional del
recurso, la contaminación producida por las industrias petroquímicas, el uso de
agro tóxicos hasta hace pocos años en la agricultura, la devastación de los
bosques y florestas naturales...
Peor es la situación en Asia. En el Asia Menor, Medio Oriente, la Península
Arábiga, Irán, Afganistán, Pakistán, India, Asia Central, parte de China, Japón,
Corea, el estado es crítico. Turquía e Irak están enfrentados por las nacientes
del Tigris y el Eufrates donde los turcos aspiran a construir represas para
desviar el agua de estos ríos. El trasfondo de la guerra israelí - palestina
también está dado por la decisión de Israel de apoderarse totalmente de los
recursos que ambos pueblos comparten y aún del agua del Líbano y Siria. Los ríos
de la India están totalmente contaminados. Igual el río Amarillo, corazón y vida
de China, y los ríos que alimentan las planicies del norte aunque el gobierno
chino ha tomado medidas para revertir la situación. Las reservas subterráneas de
China también fueron afectadas, sobre todo entre los años 1991 y 1996. El Mar de
Aral, que se encuentra entre Uzbekistán y Kazajstán, se está secando debido a la
contaminación producida por los elementos químicos que se utilizan en Uzbekistán
para el lavado del algodón, que es el principal producto económico del país.
Esta contaminación ha matado toda la vida que florecía alrededor del Aral y ha
afectado la salud de los habitantes de la región: distintos cánceres, abortos
espontáneos, niños que nacen con graves problemas físicos o mentales.
Australia la superexplotación de los ríos y de las reservas de agua subterránea
están concentrando grandes cantidades de sal en la superficie. El intento
australiano de desviar el curso de algunos ríos hacia esta zona del país,
terminó provocando un desastre ecológico de carácter irreversible en todo
sentido, no sólo para la vida vegetal y animal, sino también para la humana pues
se perdieron tierras fértiles, muy aptas para la agricultura.
AFRICA a pesar de poseer dos enormes acuíferos (reservorios de agua potable
mineral subterráneos que se encuentran a partir de distintas profundidades de la
superficie), el de Nubia (Sudán) con un volumen de 75.000 kilómetros cúbicos (un
kilómetro cúbico equivale a un billón de litros de agua, es decir un uno con
doce ceros atrás) y el del Norte del Sahara con 60.000 kilómetros cúbicos, se
encuentra en estado crítico en el norte, parte de Somalía, Eritrea, Etiopía y en
el sur del continente. Todos su ríos y lagos están contaminados por la
sobreexplotación humana, sobre todo por razones económicas ¡Cruel paradoja! Un
continente que posee reservas de agua potable, que alguna vez fue comparado con
el Paraíso, hoy se muere de sed.
El Agua Potable en el Continente Americano
Nuestro continente, con el 12% de la población mundial, encierra el 47% de las
reservas de agua potable de superficie y subterránea del mundo.
En AMERICA DEL NORTE, la situación va de grave a crítica. 200 millones de
personas dependen del agua subterránea para el uso doméstico y los científicos
han determinado que la misma desempeña un papel importante en la conservación de
los ríos, lagos, humedales y sistemas acuáticos. Las aguas superficiales y
subterráneas interactúan, de tal modo que los cambios en los niveles de agua
subterránea pueden tener efectos significativos en hábitats críticos como la
vegetación ribereña y la vida silvestre que de ellos dependen. CANADA posee el
9% del agua dulce y renovable del mundo, la gran mayoría de ella es subterránea
y se calcula que su volumen es 37 veces más grande que el del agua de los lagos
y ríos del país. Se sabe que el agua subterránea abastece en un 22% al lago Erie
y en un 42% a los lagos Hurón y Ontario. Más de un cuarto de canadienses se
abastecen de agua subterránea para uso doméstico. A pesar de contar con tanta
agua potable, la población sólo accede al 40% de ella.
Los sectores consumidores del agua
La agricultura consume el 67%, la industria utiliza el 20% (el equivalente a
toda la producción mundial hidroeléctrica), y los usos domésticos un 10%.
Muchas ciudades o empresas como la Coca-Cola agotan los acuíferos que tomo
siglos en llenar. También muchas empresas del llamado desarrollo secan ríos con
sus construcciones, terminan con pantanos, o usan mucha agua para producir sus
productos como la industria automotriz, la industria minera o de textiles, entre
otras. Pongamos algunos ejemplos de cuantos litros se usan para producir 1
tonelada de azúcar = 1,800,000 lt; 1 tonelada de cemento = 3,500 lt; 1 tonelada
de lana = 550,000 lt; 1 tonelada de cebada = 500,000 lt.; 1 tonelada de acero =
250,000 lt; 1 tonelada de papel = 220,000 a 380,000 lt; 1 tonelada de caucho
sintético = 1,400,000 lt; 1 vehículo de la Ford = 400,000 lt. O para bañarse =
90 lt; para tomar al día = 2.5 lt; para lavar 10 Kg de ropa = 140 lt; Para
lavarse los dientes sin cerrar el chorro durante un minuto = 6 lt; para lavar
platos sin cerrar el chorro durante 15 minutos = 90 lt.
En África, Asia y América Latina, la agricultura es la usuaria predominante de
agua con un porcentaje del 85%. En todas las regiones del mundo excepto en
Oceanía, el consumo domestico de agua llega a menos del 20% del agua utilizada.
En América Latina y el Caribe vivimos 510 millones de los cuales 76 millones de
habitantes no tienen acceso a una fuente de agua segura. Él escasea en pueblos y
ciudades. En 1995, el 46% de la población mundial vivía en áreas urbanas y podrá
llegar hasta un 60% dentro de 30 anos, principalmente de los países pobres o en
vías de desarrollo, donde del 25 al 50% de los habitantes urbanos viven en
barrios pobres y asentamientos precarios. Para el ano 2025 el 70% de la
población mundial no tendrá acceso a agua suficiente, esto equivaldrá a 3 mil
500 millones de personas que vivirán en países con estrés de agua.
La mala cultura del agua
El agua esta mal cuidada y distribuida. Se derrama, se tira, se dejan abiertas
las llaves; se cortan y represan los ríos; secamos los pantanos, los humedales y
hasta los manglares donde nació la vida. No falta quien se la quiera acaparar y
quedarse con ella o hacer negocio. Mientras unos gastan millones de litros de
agua o la tiran y desperdician, otros se mueren de sed. La perdida de agua por
escapes, conexiones ilegales y problemas de medición es elevada. En ciudades
asiáticas, puede llegar hasta un 35-40%, y en algunas ciudades llega hasta un
60%.- De plano no sabemos cuidar nuestra salud. Incluso hay quien dice que la
tierra ha dejado de girar como debiera porque su sangre, el agua de los ríos, ha
dejado de fluir. Y es que cada ano se sacan entre 3,800 y 4,300 Km. cúbicos de
agua dulce de los lagos, ríos y acuíferos del mundo, dos veces mas que hace 50
anos.
Las multinacionales y su sed de ganancias
La hidromafia ha puesto en venta al Agua. La Organización Mundial del Comercio y
la banca multilateral o llamadas Instituciones Financieras Internacionales (IFI's)
como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), son los ejes fundamentales que están
poniendo al vital liquido en las manos de las empresas. Dos de ellas, Bechtel y
Monsanto, los dos de los Estados Unidos, buscan privatizar y controlar el agua
en varios países, tales como India, Bolivia y México. Las empresas Vivendi y
Suez se están adueñando del agua en el mundo y controlan el acceso al agua
potable de más de 100 millones de personas en el planeta.
El avance en su salvaje privatización pretende poner en pocas manos la vida de
miles de millones de personas. En Argentina, Colombia y Chile ya se han
privatizado muchos ríos para uso exclusivo de las grandes corporaciones
transnacionales. El Banco Mundial obligó a Bolivia privatizar su sistema de agua
que fue comprada con corruptelas por la empresa de los Estados Unidos, Bechtel,
quien se encargó del sistema de agua de la ciudad de Cochabamba. Inmediatamente
después que la Bechtel tomo control del sistema, el acceso al agua disminuyó y
los precios subieron 40%. Pero luego, el pueblo por medio de su resistencia y
organización recupero el sistema de agua potable.
En la última década los gobiernos han ido privatizando el acceso al servicio de
agua, alcantarillado, limpieza, exportación y tecnología relacionado con el
agua. En el ano 2000, el FMI obligo la privatización de agua de 16 países
subdesarrollados. Entre estos países estuvieron Angola, Guinea-Bissau, Honduras,
Nicaragua, Nigeria, Panamá, Ruanda, Santo Tomas y Príncipe, Senegal, Tanzania y
Yemen. Como podemos observar, al menos tres de ellos fueron países hermanos
Centroamericanos y ocho del África Subsahariana. Todos tienen el mismo factor
común: altamente empobrecidos y terriblemente endeudados con los bancos
multilaterales. Esta situación les permite tanto al BM como al FMI imponer sus
políticas de manera más rápida.
En la localidad de Soledad, Colombia, la empresa Técnicas Valencianas del Agua (Tecvasa)
de España, que no tiene inversiones en su propio país, logro la concesión del
servicio del agua por 20 anos. Tecvasa controla una zona con nueve millones de
habitantes en América Latina, con un volumen total de negocios de 180 millones
de dólares en 2001. Esta empresa fue creada en 1999 para concursar en las
privatizaciones del agua en América Latina. A solo tres años de su creación
contaba ya con cuatro filiales: Metroagua en Santa Marta (Colombia); AAA
Dominicana (Santo Domingo, Republica Dominicana); Amagua en el cantón de
Zamborondon (Ecuador) y AAA Venezuela, en el Estado Zulia.
En México, según cifras oficiales, mas de 12 millones de mexicanos no tienen
acceso al agua potable, que es equivalente a toda la población de Guatemala. En
México el gobierno de Vicente Fox lanzó también el proceso de privatización del
agua con apoyo de recursos económicos del BM y otros bancos norteamericanos. La
transnacional Suez ha ganado muchas ofertas de privatización en varias ciudades
mexicanas así como Vivendi y Bechtel camuflajeada como Unites Utilities. En
todas estas ciudades será donde las colonias y barrios populares ya no contaran
con cuotas fijas en el servicio del agua sino que se elevaran aumentando la
pobreza en los mismos cinturones de miseria.
La guerra por el agua
La utilización del agua afecta las relaciones dentro y fuera de las naciones;
entre poblaciones rurales y urbanas; entre intereses río arriba y río abajo;
entre los sectores agrícola, industrial y domestico; y entre las necesidades
humanas y los requisitos de un medio ambiente sano. Es por ello que el agua
dulce será el motivo de muchas guerras en el mundo por disputarse su acceso y
control. Esto no es nuevo. Hace 4,500 anos las Ciudades-Estados Sumerios de
Lagash y Umma negociaron para dar fin a su confrontación por el agua del río
Tigris. Desde el año 805 se tienen documentados mas de 3,600 tratados en torno
al agua en aspectos de navegación, energía eléctrica, pesca, irrigación de
cultivos, delimitación de fronteras, accesos a manantiales, etc. Alrededor de
300 de ellos no tienen que ver con navegación y abarcan aspectos relacionados
con la cantidad de agua, su calidad y la hidroenergía. De ellos, muchos se
limitan a aspectos relativamente restringidos y no establecen principios para la
gestión integrada del recurso en toda la cuenca. A medida que se va
intensificando la presión sobre la utilización del recurso, se puede esperar que
se incrementara los conflictos por el agua y que se requiera una mayor
cooperación.
Desde 1820 al año 2000 se han firmado más de 400 acuerdos que consideran al agua
un recurso precioso, caro, limitado y finito. De 1948 al 2002 se registraron
1,831 interacciones provocadas por el agua, de las cuales 1,228 fueron de
carácter cooperativo que promovieron la firma de 200 tratados de reparto de
aguas y la construcción de nuevas represas. Se registraron 507 conflictos de los
cuales 37 fueron violentos, 21 con intervenciones militares y 30 han sido
protagonizados por Israel y sus vecinos. Se han registrado guerras y conflictos
de diversa índole en Israel, Jordania, Siria, Palestina, Egipto, Yemen, Irak,
Kuwait. Estados Unidos también le disputa el agua a México y lo hace en la
Triple Frontera con Argentina, Uruguay y Paraguay. También hay conflictos en las
cuencas del Mar Aral, Jordán, Nilo y Tigris-Eufrates. Pero de seguir la
tendencia, podremos encontrar en un futuro conflictos en torno a los ríos Lempa,
Bravo, Ganges, Kunene, Río de la Plata, Mekong, Orange, Senegal, Tumen, Zambeza,
Limpopo, Han, Incomati, Usumacinta, Lago Chad, entre otros. Actualmente se
calculan que existen 640 conflictos fuertes por el acceso al agua en todo el
mundo.
Existen 261 vertientes que cruzan fronteras políticas de dos o más países los
cuales se encuentran en 145 países. Estas cuencas abarcan un 45% de la
superficie terrestre del mundo, contienen un 80% del caudal fluvial global y
afectan a un 40% de la población mundial. En mas del 60% de estas vertientes no
existen tratados de cooperación, distribución y conservación del agua. De estas
261 vertientes, 80 se encuentran en el Continente Americano donde esta el 14% de
la población mundial y el 41% del agua del mundo. Curiosamente, en algunos de
los países con recursos hídricos escasos están muchas de las empresas
transnacionales que andan tras la producción de energía hidroeléctrica y la
privatización del sector. Para el ano 2025, podría haber una crisis mundial del
agua. Entre los 15 países con mayor "estrés de agua" (crisis de agua) están, por
orden de importancia: Arabia Saudita, Yemen, Egipto, Israel, Corea del Sur,
Irak, Madagascar, España, Irán, Marruecos, Pakistán, Alemania (Siemens), Italia,
Sudáfrica y Polonia. Por eso el control por el agua lleva a mayores conflictos
bélicos y militarización.
En el Área de Libe Comercio de las Américas (ALCA) el agua se ha convertido en
un asunto de seguridad nacional para el gobierno de los Estados Unidos. Las
empresas norteamericanas invaden el territorio comprando y controlando todos los
recursos estratégicos con la ayuda de las bases militares de Estados Unidos.
En el informe del Banco Mundial, Independent Water Entrepreneurs in Latin
America- The other private sector in water services (Proveedores independientes
de agua en America Latina - El sector privado alternativo de servicios de agua),
ofrece un análisis de las empresas privadas en el sector del agua en América
Latina: Argentina, Bolivia, Colombia, Guatemala, Paraguay y Perú. En las
ciudades analizadas estas empresas atienden el 25% de la población local. Las
empresas pequeñas cuentan con redes fijas (suministro por tubería) que dan
servicios a 14.000 hogares. Sin embargo, en Santa Cruz, Bolivia, las
cooperativas de vecinos son las únicas proveedoras de agua potable para el
millón de habitantes. Por otra parte, la iniciativa privada en Córdoba,
Argentina, da el servicio de agua al 10% y hasta el 15% de la población que
equivale a 38.200 hogares.
Las alternativas
Es necesario que el servicio básico del agua se mantenga como un bien público y
no privado ni comercial. Es importante evitar que el agua este bajo el control,
dominio y exclusiva posesión y beneficio económico de la iniciativa privada. No
se puede dejar en manos privadas tanta responsabilidad sobre la vida de toda la
humanidad.
Lo anterior significa que el agua no es un problema en si mismo, sino que el
problema es el modelo de desarrollo que la usa. No habría problemas del agua si
las industrias la limpiaran la que contaminan antes de regresarla al río; si no
hubiera el abuso de agroquímicos que más benefician a las corporaciones
trasnacionales que los producen. No tendríamos problemas de agua si no hubiera
tanta deforestación producto de las plantaciones de monocultivos a gran escala,
o de la tala de millones de hectáreas de bosques para satisfacer el mercado del
papel malgastado en los países del norte. Tampoco tendríamos problemas del agua
si no represáramos tantos ríos para justificar el abastecimiento de agua a las
grandes ciudades que las desperdician en las tuberías o en el mal uso del
recurso, o para generar tanta electricidad que se desperdicia y se malgasta más
en los países desarrollados. Ante la cultura del derroche y despilfarro, una
nueva cultura del agua es necesaria. Una cultura de cuidado y ahorro y de
criterios de equidad en su distribución. Hay agua para todos los humanos del
planeta.
Es necesario recuperar formas tradicionales de captación del agua; de generar
sistemas descentralizados en el campo y de generar un modelo económico
sustentable. El 80% de la tierra agrícola del mundo se cultiva con agua de
lluvia, y contribuye con un 60% de la producción de alimentos. Se puede
fortalecer los cultivos con agua de lluvia y mecanismos sostenibles para retener
el agua, recargar depósitos o recargar las aguas subterráneas, terraplenes, etc.
En lugar de hacer tantas represas incosteables con ese dinero se pueden reparar
las tuberías, modificar las cisternas o hacer campanas para el ahorro y buen uso
del recurso.
Existe un aspecto controversial. Mucha gente opina que todos tenemos que pagar
por el agua que usamos. ?Se puede comparar el consumo del agua al consumo de
cualquier otro producto, bien o servicio? ?Se puede pedir esto a la población
pobre? El día de mañana las grandes trasnacionales nos dirán que luego de haber
contaminado el aire de todos, el aire del planeta necesario para sobrevivir la
humanidad entera y cualquier forma de vida que en ella habita, ellas la van a
purificar y además habrá que pagarles por limpiar el aire luego de que la han
contaminado. Es fácil exigirle a la población que pague por el agua cuando la
dificultad de acceder a ella es fruto del enriquecimiento de otros sectores. Es
fácil decirle a la población rural que pague por su agua cuando las grandes
ciudades tienen agua barata y desperdiciada a costa de represar ríos y secar las
fuentes de agua en el campo. Es fácil pedirle a la población que pague el agua
porque el gobierno ya no tiene dinero luego de haberlo empobrecido obligándolo a
aplicar políticas neoliberales. Pero lo mismo se argumenta con la salud, la
educación y otros servicios básicos que deben estar en manos del Estado y no en
manos de la iniciativa privada. No es ella la que ha firmado la Declaración
Universal de los Derechos Humanos.
El autor es Docente Universidad Cooperativa de Colombia
Facultad de Ciencias Administrativas, Contables y Comercio
Internacional.