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SIDA: más promesas incumplidas de Abbott
Los laboratorios Abbott no permiten el acceso a los nuevos medicamentos
para el SIDA en los países en desarrollo
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MSF expresa su preocupación por las dificultades que los laboratorios Abbott
están poniendo para el acceso a un nuevo medicamento contra el SIDA en los
países en desarrollo. MSF urge a esta compañía farmacéutica, con sede en
Chicago, para que facilite la disponibilidad, más allá de Estados Unidos, de la
nueva versión resistente al calor del lopinavir/ritonavir, un medicamento
comercializado con el nombre de Kaletra®. Así mismo, MSF vuelve a solicitar a
Abbott que responda a un pedido de medicamentos para 400 pacientes atendidos por
MSF en nueve países, que la organización envió hace un mes, concretamente el 15
de marzo de 2006.
El lopinavir/ritonavir combina un potenciador y un inhibidor de la proteasa, lo
cual lo convierte en un fármaco crucial en la terapia antirretroviral (ARV) para
pacientes que necesitan cambiar a un régimen de tratamiento de segunda línea
después de que hayan desarrollado naturalmente resistencias a una primera
combinación de medicamentos. La nueva formulación es resistente a altas
temperaturas, por tanto es un fármaco ideal para los países en desarrollo donde
no se suele disponer de refrigeración. Los expertos de la Organización Mundial
de la Salud recomiendan el uso de este medicamento en los tratamientos de
segunda línea en la terapia del SIDA en los países en desarrollo, y las
autoridades reguladoras de medicamentos de Estados Unidos (FDA) lo aprobó en
Octubre de 2005.
"En los países de escasos recursos, la refrigeración es un lujo, así que los
pacientes que están cambiando a un tratamiento de segunda línea, necesitan
urgentemente la nueva formulación resistente al calor de lopinavir/ritonavir",
dijo el Dr. Rowan Gilies, presidente internacional de MSF. "¿Cómo puede Abbott
continuar retrasando el proceso de registro de este fármaco en los países de
África? Abbott goza de la patente de este medicamento, lo cual les concede un
monopolio en el mercado hasta que se pueda disponer de una versión genérica.
Pero ni siquiera han aceptado resolver nuestro pedido para 400 pacientes. ¿Acaso
se sienten cómodos los directivos de Abbott sabiendo que los pacientes en los
países en desarrollo tienen que esperar indefinidamente?"
Numerosos investigadores en VIH/SIDA, médicos, grupos de financiación, expertos
de tratamiento y actores políticos de todo el mundo firmaron un carta conjunta
con MSF el día 5 de abril dirigida a la dirección de Abbott haciendo un
llamamiento para que la compañía tomara de inmediato las medidas necesarias a
fin de que la versión de lopinavir/ritonavir resistente al calor estuviera
disponible para los pacientes en los países en desarrollo.
Aunque Abbott ha anunciado que comercializaría el nuevo lopinavir/ritonavir a un
precio de 500$ por paciente/año en los países africanos y en aquellos
considerados menos desarrollados, nadie puede comprar el medicamento todavía
porque la compañía no lo ha puesto a disposición de ninguno de estos países
salvo en Suráfrica. Además, ni siquiera han hecho público un precio para países
de ingresos medios como Tailandia.
"Estamos sufriendo esto una y otra vez: las compañías farmacéuticas anuncian un
precio especial pero no registran el medicamento en los países elegidos, así que
el precio continúa siendo virtual y esos anuncios ya no significan nada para los
pacientes que necesitan estos medicamentos", dijo el Dr. Gilles.
La imposibilidad actual de procurar la versión resistente al calor del lopinavir/ritonavir
afecta gravemente al progreso del acceso a medicamentos en los países en
desarrollo. La competencia de fármacos genéricos ha causado un descenso
importantísimo de los precios y por consiguiente un aumento significativo del
acceso a los medicamentos de primera línea. Sin embargo, el precio de los
medicamentos más nuevos, los cuales gozarán de patente con probabilidad,
continúan siendo altísimos. El caso de la nueva formulación del lopinavir/ritonavir
que llega a costar unos 10.000$ por paciente/año en Estados Unidos –el único
lugar donde se comercializa actualmente– ilustra el peligro que supone contar
con una sola fuente de medicamentos vitales. Si la necesidad de acceso a
medicamentos depende de las políticas de marketing de las compañías
farmacéuticas, entonces la vida de millones de personas con VIH/SIDA continuarán
sufriendo un riesgo muy alto.