Nuestro Planeta

El Banco Mundial acaba de formalizar una arremetida neoliberal de largo aliento. El agua se privatiza o nos dan garrote.
En el IV foro Mundial del Agua realizado entre el 16 y 22 de marzo de 2006 en México se difundió un documento en el que se aplica una amenaza. Se indica en una parte del documento del Banco Mundial, suscrito por su presidente, el nada inmaculado Paul Wolfowitz, que si los países no empiezan a privatizar el servicio de agua no se facilitarán prestamos para otras actividades.

Para los que siguen pensando que el Banco Mundial es una Institución de apoyo al desarrollo esto debe ser un baldazo de agua fría por la que tendrán que pagar a empresarios privados.
Claro que esta no es una política de ahora ya estuvieron fraguándose políticas de este tipo al menos desde la década de los noventa. Según Cecilia Chérrez en una colaboración al Quincenario Tintají de de julio de 2003: Entre 1990 y 1995 el BM dio 21 préstamos a países subdesarrollados en los que condicionaba la entrega del dinero a la privatización del agua. Entre 1996 y 2002 el número aumentó a 61.

Los empresarios, multimillonarios, ya comenzaron a frotarse las manos.
Según uno de los asistentes al foro, director de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el incremento del costo a un 4% del presupuesto familiar evitaría el sobre uso y alentar(ía) el consumo eficiente.
Este tipo de comentarios son los que demuestran que los empresarios viven en una burbuja de agua de la que nunca salen. si el asunto del agua fuera tan simple como un problema de costos desde el principio se abría privatizado el agua que llega por tuberías. Por siglos el agua tratada no se privatizó salvo contadas excepciones. Si fuera un problema de costos y no de desperdicio y desigualdad desde hace décadas que se hubieran militarizado las fuentes hídricas. Se abrían militarizado mucho antes de que se inicie la escazes. En el mundo 2500 millones de personas consumen agua sin tratar, el mayor desperdicio se encuentra en los países desarrollados, y la mayor contaminación en las industrias mas grandes (incluídas empresas como la The Coca Cola Company).

No es el costo lo que mueve a las empresas para privatizar la empresas de agua potable, son las ganancias que se obtengan, en el momento que estas dejen de ser rentables las empresas se van a ir en retirada.

Existen ejemplos claros de los problemas sociales que acarrearía la privatización del agua. En Cochabamba, Bolivia, la empresa Bechtel, vinculada directamente a interagua de Guayaquil, fue la beneficiaria de la privatización del agua. En seguida se triplicaron las planillas del agua y se dio un levantamiento de la población.
El gobierno canceló el contrato con esta empresa pero ella demandó al Estado por 25 millones de dólares, cuando lo que había invertido no llegaba al millón de dólares. Hizo esta demanda en virtud de un tratado internacional de condiciones bastante parecidas a las del fallido ALCA.
Ejemplos existen muchos, en Inglaterra la privatización del agua no mejoró los niveles de bienestar de la población. El nivel de eficiencia es bastante parecido al de cualquier empresas de un país desarrollado. El problema es que en unos 10 años el incremento en el consumo no va a poder ser abastecido por esta empresa y el Estado tendrá que solucionarle los problemas o el costo se va a incrementar demasiado.

El agua potable es un asunto de seguridad alimentaria que no puede pasar por las leyes del mercado sin una ayuda del Estado. Todos sabemos que en menos de 10 años se convertirá en un problema político de primera plana al tema del agua. Pero si se empieza a privatizar las empresas de agua potable ese problema político se lo resolverá en trincheras donde el pueblo intentará retomar el control de uno de los Derechos Humanos más importantes, el derecho a una vida digna.
En un ejemplo de que el problema de la privatización de empresas de agua potable se esta volviendo un asunto político de primera plana, Uruguay llamó a un plebiscito sobre el tema el 31 de octubre de 2004, dijo No a la privatización del agua. Y esto quedó sentado en la Constitución de ese país.

El problema del agua es un problema de vida o muerte. Según un dato tomado de la Inter Press Service News Agency, 6 mil niños mueren cada día por enfermedades relacionadas a la falta de agua o a su mala calidad.

En el Ecuador ya se han dado algunos pasos en la privatización del agua, especialmente en Guayaquil. La subsidiaria de Bechtel en Guayaquil, Interagua, no a solucionado en casi nada el problema del Agua en Guayaquil, he incluso existen estudios que demuestran el grado de contaminación del agua con eses fecales. El municipio de Guayaquil en 1997 hizo un estudio para sentar las bases para la Privatización del Agua con el mismo Banco Mundial, el costo de este estudio fue de 40 millones de dólares que se gastaron con cargo a deuda externa luego se hicieron más gastos con cargo a deuda externa todos ellos a coro con el Banco Mundial y con cargo a deuda externa. ¡Muy buenos samaritanos!.

Betchel es la misma transnacional a la que se le concedió un millonario contrato en Bagdad para reconstruir los sistemas de Agua en Bagdad luego que los mismos aviones de Estados Unidos del Norte de Norte América bombardearan esa ciudad.

Es hora de poner en el tapete de discusión política del Ecuador el problema de la privatización de las empresas de agua potable antes que los oligarcas empiecen a meter privatizaciones de este derecho vital que tiene la población.
Parece que se espera a que se suplanten las Guerras por el petróleo por las guerras por el agua, para que empiecen a ser temas de debate para los políticos del país.   

Fuente: lafogata.org