Nuestro Planeta
|
La energía nuclear a debate
Edmundo Fayanas Escuer
Rebelión
"No me siento tranquilo viendo la fragilidad del suministro y el
precio del barril del petróleo. Personalmente siempre he estado en contra, pero
quiero debatirlo. Es un debate imprescindible". Son palabras del comisario
europeo de asuntos económicos, el español Joaquín Almunia respecto al debate de
la energía nuclear.
Éste es necesario e imprescindible ya que casi todos los gobiernos europeos,
como los de Tony Blair, Angela Merkel, Chirac,…, lo están planteando a los
partidos políticos y que por supuesto llegará a España.
El debate no debe centrarse en energía nuclear SI o NO, ni tampoco en que tipo
de energía se apoya. Debemos plantearnos el debate en ¿Cómo solucionamos la
crisis energética futura? Hasta , el debate siempre ha consistido en como
aumentar la oferta energética, pero la gran cuestión es como se debe disminuir
la demanda a través de la responsabilidad y la sostenibilidad económica y
ecológica, es hacer más con menos.
¿Habrá crisis energética?
La respuesta es SI, siguiendo el modelo económico actual de desarrollo la crisis
se irá agravando lentamente llegando a su cenit dentro de veinte o veinticinco
años. Un modelo económico que cada día consume más energía, con la llegada de
una serie de países emergentes como China, India, Brasil, Méjico….., que tienen
una demografía altísima y con un desarrollo progresivo llevará a una demanda
cada vez mayor. Se prevé que ésta crecerá a nivel mundial en los próximos veinte
años en un 60%.
Como vemos el debate nuclear está lanzado en Europa y corremos el riesgo de que
este se quedé en los ámbitos políticos no habiendo un debate real en la
sociedad. Veamos cual es la situación energética europea. La composición es la
siguiente:
Combustibles sólidos (carbón…)………………………………………………………….. 18 %
Energías renovables…………………………………………………………………………… 6 %
Energía nuclear………………………………………………………………………………….. 15 %
Gas…………………………………………………………………………………………………… 24 %
Petróleo…………………………………………………………………………………………….. 37 %
El nivel de dependencia del exterior, en el año 2003, era del 49,5% y siendo por
sectores: en sólidos del 35,4%, en petróleo del 76,6 % y en gas del 53%.
La previsión de la dependencia para el año 2030, será del 65%. En el uso del
petróleo y gas, ésta crecerá hasta el 94% y el 84% respectivamente.
Esta claro que la Unión Europea tiene un problema energético muy importante. El
comisario de la Energía, Andris Piebals dice: "se requiere una política
energética que asegure la competencia, la sostenibilidad y el
aprovisionamiento". Destaca "la creciente importancia de mejorar la
eficiencia energética, que puede permitir un ahorro del 20% del consumo total en
el año 2020". El objetivo prioritario es que la Unión Europea se dote de una
política energética común.
El problema que se nos plantea es ¿quién diseñará está política energética y con
que parámetros?
Ya estamos asistiendo a que los lobbies empresariales europeos y norteamericanos
pro-nucleares, con sus agentes políticos entre los que destaca la española,
Loyola de Palacios (PP), presionando a los gobiernos y a la Comisión Europea
para que la energía nuclear vuelva a tomar todo su protagonismo. Se están
jugando muchas decenas de miles de millones de euros, pues intuyen un gran
negocio a la vista. La pregunta es ¿Europa quiere y necesita la energía nuclear?
Vayamos por partes.
Si realmente la energía nuclear fuera la alternativa ¿Qué nos digan cuantas
centrales nucleares son necesarias construir en Europa y en España para resolver
la independencia energética? y ¿Dónde van a colocarlas? Así, podremos ver si eso
nos interesa o no. Desde luego si dieran ese dato nos asombrarían y veríamos
ilógico aquello que nos proponen.
Según la encuesta presentada, el 24 de enero de 2006, por Andrís Piebalgs, sólo
el 12% de los ciudadanos europeos considera que la energía nuclear puede ser la
solución a la dependencia energética de la Unión Europea. Esto quiere decir, que
el 88% de ésta no ve en la energía nuclear nuestro futuro. El 23% de los
europeos plantean que debe establecerse una legislación específica para reducir
la dependencia del petróleo. Las energías favoritas de los europeos son la
energía solar y la eólica.
¿Sabrán los políticos europeos interpretar estos resultados? Esa es mi duda.
Está claro que las multinacionales que viven de la energía nuclear utilizarán
todo su potencial para que no se les escape un negocio tan apetitoso.
Actualmente, la situación nuclear en Europa es muy diferente, según sea el país
a analizar. Austria e Italia no tienen centrales nucleares. Alemania, Bélgica,
España tienen una moratoria nuclear en vigor. Francia, Finlandia apuestan por
está fuente energética y el Reino Unido es posible que se replanteé la vuelta a
ésta.
El país más nuclearizado es Francia, donde sus nucleares producen el 80% de la
energía eléctrica que consume este país. En París, el presidente Jacques Chirac
anunció que se aprobaría una nueva generación de centrales nucleares que deberán
estar en funcionamiento para el año 2020. Según Chirac "Francia debería
preservar el avance en el poder nuclear. Numerosos países están ya trabajando en
la nueva generación de reactores nucleares que deberían estar en funcionamiento
en2030/2040 y que deberían producir menos desechos nucleares y optimizar el uso
de materiales fisionables".
Como vemos, lo que están planteando los gobiernos es que debemos potenciar la
industria nuclear europea para así depender menos de la tecnología
norteamericana. En este sentido son esclarecedoras las palabras del eurodiputado
español del Partido Popular, Alex Vidal Cuadras: "Los números indican que si
Europa prescinde de la energía nuclear de fisión no podrá producir suficiente
electricidad para sus necesidades……. Hay que pensar en una cuarta generación de
centrales nucleares más compactas, más pequeñas, más seguras y más baratas……,
hay que pensar en un reactor europeo, pues, si somos líderes en eficiencia
energética, podremos exportar a los países emergentes". Como vemos, la
cuestión está clara.
Nadie en la Unión Europea nos habla del uranio, ni de seguridad, ni de residuos.
Para ponernos el caramelo si nos hablan del Protocolo de Kyoto, pues así según
ellos dejaríamos de contaminar la atmósfera, pero no nos hablan de la
contaminación de la tierra que ellos originan ni de las enfermedades que
provocan.
Tres son los aspectos preocupantes de la energía nuclear: la seguridad de los
rectores, el almacenamiento de los residuos radiactivos y la disponibilidad del
uranio en el futuro.
Hablemos de la seguridad nuclear. ¿Son seguras las centrales nucleares? La
respuesta es NO. Se han producido innumerables problemas y accidentes de pequeña
importancia y dos grandes catástrofes, Three Mills y Chernobil. En pleno debate
nuclear la IAEA que dirige Mohamed el Baradei (recientemente premio Nobel de la
Paz) intenta minimizar las consecuencias de la explosión de Chernobil, valorando
el número de muertos en seis. Las fuentes independientes hablan ya de más de
cien mil muertos como consecuencia de los cánceres que ha provocado en toda la
zona por la radiación.
La IAEA fue creada a finales de la década de los cincuenta por la ONU, su
objetivo era prevenir la expansión de las armas nucleares y promocionar la
utilización pacífica de la energía atómica; dos objetivos contradictorios entre
sí. La realidad es que ha venido sirviendo a la industria más que a la
población. Nos dirán que la energía nuclear está controlada por este organismo
muy exigente con la seguridad. Esto no es cierto, como estamos viendo
defendiendo más los intereses privados y aminorando de forma irresponsables los
problemas que genera.
El propio Consejo de Seguridad Nuclear español ha primado la sumisión a las
empresas privadas antes que el servicio a la sociedad española, sirva como
pequeño ejemplo, Vandellós II (Tarragona) que autorizó, en julio de 2005, su
funcionamiento cuando sabía que la reparación estaba mal hecha, pudiendo
provocar una catástrofe. En Francia, los inspectores nucleares admitieron, en
diciembre de 2005, que 34 de las 58 instalaciones nucleares del país padecen
defectos de diseño en las bombas de refrigeración que se supone debe activarse
en caso de accidente. La agencia nuclear francesa no ha hecho nada en estos 34
reactores nucleares. ¿Podemos fiarnos de estas instituciones?
El segundo gran problema es el del almacenamiento de los residuos que generan
las centrales nucleares. Los generadores nucleares dejan el 95% de la energía
fisionable en el material combustible. Estos enormes desechos serán radiactivos
por miles de años, representando un riesgo incalculable para la salud humana y
el medio ambiente y todavía nadie ha encontrado un lugar apropiado y una forma
segura de deshacerse de ellos.
Los efectos de los residuos nucleares son claros, el plutonio 239 (24.400 años
de actividad), el Neptuno (2.130.000 años), el plutonio 240 (6.600 años). Se
imaginan que si ahora ya hay problemas con ellos ¿Qué pasaría si aumentará el
parque actual de centrales nucleares? Se trata de una peligrosa herencia que
dejamos a las generaciones futuras a cambio sólo de la obtención de una pequeña
fracción de la energía que consumimos.
El tercer gran problema es el uranio. ¿Existen fuentes seguras de uranio?
¿Tenemos uranio en Europa para ser independientes? La respuesta es NO, si
aumenta la demanda de uranio como consecuencia del mantenimiento o expansión de
la energía nuclear puede llevarnos al callejón sin salida por no tenerlo. Se
calcula que si aumenta la demanda de uranio para el año 2020, escaseará. Además,
Europa necesitará importarlo.
Después de leer todo esto, está claro el NO a la energía nuclear, pero la crisis
energética está ahí ¿Qué hacer?
En primer lugar, ahorrar es la palabra clave. Hemos visto como se puede ahorrar
el 20% de la energía que la UE consume y si vamos a España ese porcentaje puede
ir al 30% debido a nuestra ineficiencia energética. Lo que se pretende con este
ahorro es hacer más con menos energía, es decir buscar la mayor eficiencia
energética. Debe pagarse más caro cuando los consumos son excesivos porque
provocaría ahorros importantes.
En segundo lugar, aumentar las energías alternativas, pudiéndose llegar en
quince años, al 12% del total a consumir por la Unión Europea. En España podemos
llegar al 15% del consumo.
Debe trabajarse en un nuevo horizonte energético, siendo el hidrógeno el futuro
en una perspectiva de veinte años. Deben producirse fuertes inversiones en I+D,
pues nos darán soluciones energéticas futuras. Lo mismo sucede con la energía
solar.
La energía nuclear no es la solución y no debe serla. ¿Quiere Vd. Que en su
pueblo o ciudad se instale una central nuclear? ¿Qué opinaría por ejemplo de los
romanos, si en vez de dejarnos su lengua, su cultura, sus restos arqueológicos,
su historia, nos hubieran dejado depósitos nucleares, cuyas consecuencias
seguirían afectando a nuestra salud?
Desde luego, que me reafirmo en el NO a la energía nuclear, donde los de siempre
intentan sacar un beneficio económico, sin importarles nada más. Está claro, que
debemos cambiar YA el modelo económico actual por uno sostenible medioambiental
y socialmente basado en la justicia y la igualdad.