Medio Oriente - Asia - Africa
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Hezbolláh
Pascual Serrano
Conocí a Hezbolláh en septiembre del año 2002 en el Líbano. Me entrevisté con
su vicesecretario general, Naim Kassem, además de con algún alcalde, líderes de
las milicias situadas en la frontera con Israel, e incluso con mujeres que
detentaban cargos de responsabilidad. Mientras los medios no dejan de
presentarles como terroristas, iluminados y fanáticos, mi impresión fue muy
diferente. Su reivindicación era sencilla. Esto me dijo Naim Kassem: "Nosotros
no pedimos más que lo que es nuestro, no queremos lo de los demás.
En la actualidad sigue habiendo un territorio ocupado por Israel, las
resoluciones internacionales exigían la devolución de todo el Líbano pero por
desgracia parece que la legalidad internacional no sirve para hacer que ciertos
pueblos recuperemos nuestros derechos. Entre ellas, la resolución 425 que
reconoce el derecho libanés a toda su extensión territorial. Nos referimos a las
Granjas de Chabaa, un pequeño territorio del sur que Israel dice que no devuelve
al Líbano. Nosotros nos hemos preguntado muchas veces si no existe la legalidad
internacional, si no hay leyes reconocidas internacionalmente, qué poder tiene
una de las partes para hacer lo que quiera con la distribución de las
fronteras".
Aunque, de inspiración confesional, Hezbolláh quiere decir Partido de Dios,
tampoco percibí ningún ideario excluyente en ellos. Hablaban de causas comunes,
como la defensa de los oprimidos, la lucha contra el imperialismo de Estados
Unidos y el apoyo al pueblo palestino. Yo le pregunté que si en algún momento el
Partido de Dios asumía el gobierno del Líbano, cómo aplicaría sus principios
religiosos y cómo actuaría con los otros partidos que no fueran de Dios o fueran
de otro Dios. Me respondieron que llegarían a "un punto de acuerdo entre dos
visiones, por un lado la necesidad que tenemos de respetar nuestro código
islámico, ir a favor de las leyes islámicas, y por otro adaptarnos y amoldarnos
a las necesidades y características de la sociedad libanesa, una sociedad plural
y muy variada.
Por tanto, no vamos a hacer nada que vaya en contra de nuestra religión pero
tampoco vamos a hacer nada que vaya en contra de la especificidad y de la
variedad de la sociedad libanesa".
En un mundo árabe gobernado mayoritariamente por gobiernos dictatoriales y
déspotas sumisos a Estados Unidos, Hezbolláh ha ganado simpatías mediante la
creación de unas fuertes redes de ayuda social en las comunidades y el
compromiso con las causas de los oprimidos. Todo el sur del Líbano está sembrado
de casas donde ondea la bandera amarilla de Hezbolláh. Y mientras la mayoría de
los líderes árabes se limitan a reclamar con la boca pequeña los derechos de los
palestinos, el grupo chiita se enfrenta en lo que sólo es la reclamación del
cumplimiento de resoluciones de las Naciones Unidas.
Probablemente les seguirán llamando terroristas y fanáticos, pero su último
delito ha sido capturar a dos soldados israelíes que se encontraban armados en
una zona que, según la ONU, no es territorio de Israel.
Desde el otro bando, bombardean con fósforo blanco las ciudades libaneses, ya se
contabilizan 400 civiles muertos y 900.000 desplazados. Esos que se indignan con
quienes no condenaban el terrorismo en España aún no han condenado esa masacre,
se han limitado a decir que es desproporcionada.
Yo, que soy ateo, deseo lo mejor para el Partido de Dios y los oprimidos a los
que defiende.
El 11 de Septiembre con Hezbollah.
Entrevista a Cheikn Naim Kassem, vicesecretario general: "Nosotros sólo queremos
liberar nuestra tierra y luchar por nuestros derechos"
Pascual Serrano.
Rebelión
Desde que en 1982, los israelíes asesinaran al líder de Hezbollah, el jeque
Abbas Mussawi, este grupo políticomilitar libanés no ha dejado de combatir a
Israel. Integrado por musulmanes chiitas, esta organización islámica que tiene
en el líder de la revolución iraní, el imán Jomeini, a su más contemporáneo
referente ideológico, ha sido incluida por Estados Unidos en la lista de grupos
terroristas. Una mirada al Líbano, por breve que sea, demuestra la implantación
social y el apoyo popular con que cuenta Hezbollah, la organización que lidera
la resistencia contra la ocupación israelí y que con más contundencia ha
defendido la causa palestina en el Líbano.
En esta entrevista, celebrada el 11 de septiembre, un año después de los
atentados contra Estados Unidos, Cheikn Naim Kassem, su vicesecretario general,
nos explica las razones de su lucha, los principios de su movimiento y su
análisis de la situación regional ante los tambores de guerra contra Iraq.
¿En la actualidad cuáles son los motivos de su conflicto con Israel?
Nosotros, frente a las acciones terribles de Israel y EEUU, sobretodo en la
Palestina ocupada, hemos intentado demostrar que nuestro concepto de la lucha no
va más allá de la necesidad de recuperar nuestra tierra, no tenemos ningún ánimo
de venganza. En el año 2000 se recuperó el sur del Líbano, obligamos al ejército
israelí a retirarse de esa zona. Nosotros no pedimos más que lo que es nuestro,
no queremos lo de los demás. En la actualidad sigue habiendo un territorio
ocupado, las resoluciones internacionales exigían la devolución de todo el
Líbano pero por desgracia parece que la legalidad internacional no sirve para
hacer que ciertos pueblos recuperemos nuestros derechos. Entre ellas, la
resolución 425 que reconoce el derecho libanés a toda su extensión territorial.
Nos referimos a las Granjas de Chabaa, un pequeño territorio del sur que Israel
dice que no devuelve al Líbano porque pertenece a Siria y que, en todo caso,
habrá que devolver a Siria. Nosotros hemos llevado pruebas y documentos que
demuestran que este territorio pertenece al Líbano pero los negociadores
israelíes aparecieron con un bolígrafo azul cogieron un mapa y trazaron una
línea que denominaron la "línea azul" y dijeron "a partir de aquí empieza el
territorio libanés y a partir de aquí empieza el territorio israelí". Nosotros
nos hemos preguntado muchas veces si no existe la legalidad internacional, si no
hay leyes reconocidas internacionalmente, qué poder tiene una de las partes para
hacer lo que quiera con la distribución de las fronteras. Existe una
jurisprudencia internacional en este caso de las fronteras que debería ser
respetada. Por eso nuestra lucha no ha terminado, seguimos exigiendo nuestro
derecho a recuperar lo que es nuestro y tenemos que seguir por esta vía, además
sigue habiendo presos libaneses en las cárceles israelíes, gente que sigue
sufriendo la reclusión sin motivos.
Otra causa de conflicto es la cuestión del agua, los israelíes dicen que los
proyectos libaneses de utilizar las agua del río Guazzani pueden ser causa de
guerra, ni siquiera se nos permite utilizar nuestros propios recursos. Se nos
amenaza con una guerra a gran escala por utilizar nuestros ríos. Sabemos que el
que empieza por renunciar a una cosa acaba renunciando a todo, si cedemos en un
punto nos obligarán a ceder en más puntos, por lo tanto tenemos que mantenernos
firmes en nuestro derecho a posicionarnos en contra de la imposición de la
fuerza, el derecho a que se nos haga justicia en contra de la brutalidad de la
fuerza.
¿Qué opina de la constantes amenazas de Estados Unidos hacia su organización
y de su consideración como grupo terrorista?
Estados Unidos recurre a esa clasificación para destruir nuestra imagen y
para que la gente nos repudie. La presencia de delegaciones internacionales y de
diferentes corresponsales y periodistas en nuestras sedes muestra que, a pesar
de lo que se dice de nosotros y de nuestra mala fama, no se nos tiene tanto
miedo. Pregunte a la gente de la calle y verá su opinión sobre nosotros, si se
nos tiene respeto o no como movimiento de liberación nacional. A nosotros lo que
nos importa es lo que piensa nuestro pueblo, nuestros conciudadanos, si vemos
que muchos ciudadanos piensan que somos un movimiento que lucha por sus
derechos, eso nos basta. Pensamos que todo movimiento u organización a quien se
debe es a su propia población. Se nos tacha de terroristas porque resistimos a
Israel, forma parte de un plan para que no entorpezcamos la expansión de
israelí.
¿Cómo justifican la muerte voluntaria de jóvenes en su guerra con Israel?
Tenemos derecho a recuperar nuestra tierra del mismo modo que los palestinos
tienen derecho a luchar por la suya. Nosotros en el Líbano no contamos con una
fuerza militar que pueda luchar en igualdad de condiciones con el ejército
israelí, por lo tanto tenemos que utilizar nuestros medios y nuestras
posibilidades. Nos basamos en nuestra concepción del martirio, en que nuestros
hombres den su vida por causar el mayor daño posible a las tropas de ocupación
como modo de conseguir darles a entender que no estamos dispuestos a rendirnos y
que también somos capaces de influir en ellos y conseguir poco a poco nuestro
objetivo que es lícito y justo.
Hoy, justo un año después, ¿cuál es la opinión de su organización sobre los
atentados del 11-S?
Parece ser que aquí tampoco ni la legalidad internacional ni los preceptos
internacionales tienen mucho que ver. La política estadounidense de un tiempo a
esta parte se está basando en juzgar por las intenciones más que los actos, por
lo tanto si pasamos a juzgar a los gobiernos y a los pueblos por lo que
pretendidamente quieren hacer, cualquier pueblo, cualquier gobierno, es
sospechoso de todo. Nosotros pensábamos que los castigos o las medidas punitivas
se tomaban por actos, pero ahora se está diciendo que van a atacar o van a dejar
de atacar a todo el mundo por lo que quieren hacer, o por los planes que
supuestamente tienen para el futuro. Nosotros creemos que se debe juzgar por los
actos, a cada uno que se le juzgue por lo que hace no por lo que se dice que
quiere hacer. Nuestros actos demuestran que nosotros sólo queremos liberar
nuestra tierra y luchar por nuestros derechos. Todas las acusaciones contra
nuestra organización se inscriben en intentar que abandonemos nuestra lucha,
nuestra resistencia frente a Israel.
¿Cuáles creen que pueden ser las consecuencias de una guerra contra Irak?
Nosotros vemos que como consecuencia de una posible guerra contra Iraq puede haber dos escenarios. El primero, que Estados Unidos triunfe en su propósito y consiga derrocar al gobierno actual de Iraq.
¿Qué puede ocurrir?.
Por supuesto, además de matanzas y un gran daño para la población, puede que
esta destrucción se propague a otros estados de la zona: Siria, Irán, etc...
Se produciría un colapso total, lo que sería una catástrofe. La otra posibilidad
es que Estados Unidos no triunfe en su propósito. Que a pesar de la destrucción
y las matanzas, de los bombardeos y de dejar en la ruina toda la infraestructura
del país, no consiga su propósito principal. Se llegaría entonces a un escenario
de guerra de guerrillas que implicaría a toda la región y que podría llevar a
una reacción frente a la actividad estadounidense que provocaría un lucha
permanente de los pueblos contra la presencia de EEUU en Iraq.
No sabemos cuál de estas dos situaciones se produciría, pero sí sabemos que la
situación es muy grave y fácil de descontrolar.
¿Cómo cree que afectaría al mapa de la región un ataque norteamericano?
Sin duda alguna que habrá una convulsión en la zona, habrá cambios en la
región tras un ataque de EEUU, nadie puede asegurar que el mapa de la región
siga del modo que está hoy. También se puede decir que los mismos
acontecimientos en Palestina pueden llevar a convulsiones en tanto que el
proyecto sionista se mantenga en pie, el proyecto de recuperar su pretendido
derecho de vivir en la tierra prometida y expulsar a las gentes que llevan
viviendo allí miles de años. Todo esto demuestra que el proyecto sionista tiene
un objetivo determinado como hemos visto en la anulación de los acuerdos
firmados hasta ahora. Madrid ya no sirve para nada, los acuerdos de Oslo y todo
lo firmado después ha sido rechazado por Israel. Esto da a entender que el
objetivo principal del proyecto sionista es llegar a su final que no es otro que
conseguir la salida del mayor número posible de palestinos y su naturalización
en un país vecino como Jordania. Esto puede ser también una convulsión para toda
la región.
¿Qué grado de cohesión piensa usted que puede haber en los países árabes en su
postura de rechazo a un ataque a Iraq?
Por desgracia EEUU cuando de verdad quiere algo hace todo lo posible por
conseguirlo. Por tanto, es evidente que va a ejercer toda la presión sobre
algunos países árabes y probablemente obligará a muchos de ellos, sobre todo a
los que tienen frontera con Iraq, a ceder sus bases o a prestar algún tipo de
apoyo al ataque contra Iraq. Es verdad que ahora vemos que hay una postura de
rechazo contra esa intervención, pero nos tememos que el miedo pueda más que
otra consideración y yo por desgracia no confío mucho en algunos regímenes
árabes puesto que sabemos que su propia existencia depende del apoyo de EEUU.
¿Qué opinión tienen del gobierno iraquí y del partido Baaz?
Nosotros no apoyamos al régimen de Iraq, somos muy críticos con su forma de
tratar a su pueblo. Eso no quiere decir que estemos de acuerdo con un ataque
estadounidense, creemos que debe ser el pueblo iraquí el que debe elegir su
destino, una cosa es que no nos guste o estemos en desacuerdo con el régimen
iraquí y otra cosa es que apoyemos este ataque despiadado.
¿Qué puntos tienen en común la lucha palestina y la lucha de Hezbollah?
Existe una causa justa palestina y una causa justa en lucha por la
recuperación del sur ocupado del Líbano. Nosotros reclamamos el derecho de los
pueblos a defender sus territorios, nuestra lucha es justa, nos negamos a
aceptar esta ocupación de Israel. Nosotros no hemos hecho otra cosa que intentar
recuperar un territorio que nos fue robado. Nos negamos a rendirnos ante la
fuerza y la lógica de la imposición y del exterminio. Consideremos evidente que
se está cometiendo una grave injusticia con Palestina. Por desgracia el mundo
parece guardar silencio ante estas injusticias gracias a la política exterior
estadounidense en connivencia con Israel. Nosotros tenemos el derecho y la
obligación de luchar para que se haga justicia con un pueblo perseguido.
¿Cuál es su relación con la Autoridad Nacional Palestina?
No hay una relación oficial ni contactos por razones objetivas. Hezbollah ha
elegido la lucha y resistencia y la ANP ha elegido otro camino.
Entonces, ¿con qué organizaciones palestinas mantienen relaciones más cordiales?
Nosotros mantenemos relaciones con diez facciones palestinas opuestas a la
senda seguida por la ANP. Nuestra apuesta es la resistencia, la lucha, por lo
tanto, aquellas formaciones que sigan este modelo tendrán un punto de encuentro
con nosotros.
¿Creen ustedes que un sistema de gobierno confesional para el Líbano es el más
adecuado para una sociedad tan plural como la libanesa?
El sistema confesional libanés es muy malo, ya no sirve, ha dado muchos
problemas en nuestra sociedad. Hace diez años se llegó a un acuerdo para hacer
una serie de reformas, pero han sido reformas muy suaves, que no han cambiado en
lo esencial el aspecto de este sistema. Este tipo de reformas no bastan, hay que
hacer reformas más radicales para cambiar este sistema.
Si en algún momento Hezbollah, el partido de Dios, tuviera que asumir el
gobierno del Líbano, ¿cómo aplicaría sus principios religiosos?, ¿cómo actuaría
con los otros partidos que no fueran de Dios o fueran de otro Dios?
La mejor forma de responder a esta pregunta sería ver el comportamiento y la
actitud de esta organización. Si la sociedad libanesa considera en un momento
determinado que somos un movimiento oportuno para dirigir el país, nosotros
intentaremos y haremos todo lo posible para llegar a un punto de acuerdo entre
dos visiones, por un lado la necesidad que tenemos de respetar nuestro código
islámico, ir a favor de las leyes islámicas, y por otro adaptarnos y amoldarnos
a las necesidades y características de la sociedad libanesa, una sociedad plural
y muy variada. Por tanto, no vamos a hacer nada que vaya en contra de nuestra
religión pero tampoco vamos a hacer nada que vaya en contra de la especificidad
y de la variedad de la sociedad libanesa.
La fuerte rivalidad entre partidos panarabistas, religiosos y marxistas en el
mundo árabe, ¿de qué modo ha sido fomentada y ha beneficiado a Estados Unidos?
La política de Estados Unidos se basa en divide y vencerás. Por supuesto
nosotros apoyamos la coordinación y trabajo común entre todas las fuerzas.
En 1997 se produjo la unión de 27 partidos con el objetivo de liberar nuestro
país y se consiguió.
¿Qué cree usted que se necesita para superar esa división y que exista un frente
común árabe?
Hezbollah tiene un proyecto y un programa e intenta atenerse a él. EEUU está
molesto con nosotros porque tenemos una opción. Parece que en todo el mundo no
hay otra cosa que Hezbollah, cuando quieren meterse con alguien o con una opción
política tienen que fijarse en un país tan pequeño como el Líbano y en una
formación tan insignificante a escala mundial como Hezbollah. Eso nos hace
pensar que nuestro programa, que nuestra forma de actuar y nuestra visión de
cómo hay que enfrentarse a EEUU puede ser una solución. Nosotros intentamos
coordinarnos con otros movimientos y otras formas de pensar del mundo árabe que
tienen diversos puntos de vista. Creemos que otros podrían seguir nuestra senda
de lucha, nuestra senda de resistencia y creemos que esa es la mejor forma de
desafiar y enfrentarse a este proyecto de expansión y de hostilidad. Creemos que
la mejor forma de llegar a la cumbre es seguir andando sin detenernos, sin
desesperar, sin tener miedo. Seguimos pensando que se le puede decir a EEUU que
ese no es el camino, que no hay por qué atacar, por qué destruir a otros
pueblos.