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La prensa argelina denuncia el "revisionismo" oficial de París
Courrier International
Traducido para Rebelión por Sebastián Risau
En respuesta a las acusaciones de genocidio cultural del presidente Abdelaziz
Bouteflika, el ministro francés de Relaciones Exteriores Philippe Douste-Blazy,
hizo la apología de la colonización francesa en Argelia. La prensa argelina
denuncia el "revisionismo" oficial de París, a pesar de la abolición de la ley
de febrero de 2005, que destacaba los efectos benéficos de la ocupación de
Africa del Norte [1].
"Se dice que la política es el arte de lo posible. En el caso de Francia, las
contradicciones entre la estrategia del gabinete de ministros y la del
presidente con respecto a Argelia, acaban de salir a la luz. Mientras que el
presidente Chirac había suprimido el artículo 4 de la ley del 23 de febrero de
2005, que glorificaba la presencia colonial francesa en Africa del Norte, su
Ministro de Relaciones Exteriores ha vuelto ayer a poner esta visión de la
Historia a la orden del día", afirma Liberté [2] en su editorial.
Coincidiendo con la internación del presidente argelino Abdelaziz Bouteflika en
el hospital militar francés de Val-de-Grâce, oficialmente para un "control
médico", la prensa de la antigua colonia francesa ha reaccionado airadamente
frente a las declaraciones realizadas el miércoles 19 de abril por Philippe
Douste-Blazy a la radio francesa RMC. "En todas las instancias de colonización
existe el momento de la conquista, que es siempre un momento de horror [...]
Pero una vez que se está en el terreno (recientemente conquistado), hay mujeres
y hombres que trabajan e instruyen a los niños [..] Hay maestros de escuela
franceses que evidentemente han hecho su trabajo, arquitectos que han hecho su
trabajo, médicos que han curado", cita Le Quotidien d'Oran [3].
Así, "después de cuarenta y ocho horas de reflexión o de indecisión, París
reaccionó a las declaraciones del presidente Bouteflika donde éste denunciaba
crudamente la colonización que ha llevado a cabo un genocidio de nuestra
identidad, de nuestra Historia, de nuestra lengua, de nuestras tradiciones",
señala el periódico. El-Khabar [4], confirma que "la clase política argelina
considera la declaración de Douste-Blazy como un grave incidente en las
relaciones entre Francia y Argelia." Una visión que el periódico comparte, ya
que le inquieta que "la 'positividad' del colonialismo francés haya pasado del
parlamento francés al Ministro de Relaciones Exteriores, cuya posición es
considerada, desde el punto de vista diplomático, como la posición oficial de
Francia."
Para Le Soir d'Algérie [5] "A Philippe Douste-Blazy parece costarle recuperarse
del traspié diplomático sufrido el 10 y 11 de abril en Argel, en una misión cuyo
objetivo esencial era apurar la conclusión de un tratado de amistad entre
Argelia y Francia", y que acabó con un desaire argelino. Pero lo que preocupa en
particular al periódico es que las declaraciones del ministro muestran que
"también le cuesta tanto, o más, abandonar su convicción original de que 'la
colonización jugó un papel positivo'." Por otro lado, retoma Liberté, las
declaraciones del ministro "confirman también, y sobre todo, que Philippe Douste-Blazy
ha sido uno de los principales inspiradores de la controvertida ley que ha
enfriado las relaciones bilaterales."
Bajo el título "Francia persiste y confirma su revisionismo", La Tribune [6]
estigmatiza la visión idílica pero falsa transmitida por el Ministro de
Relaciones Exteriores francés, quien sin embargo se ha presentado como un
"hombre sensato" antes de estimar que el presidente argelino buscaba la polémica
e invitarlo a "mirar para adelante" pues "la política se construye sobre el
futuro, sobre la visión, y no sobre el rencor." "En otros términos", se
entusiasma el periódico, "una voz oficial francesa invita a la Argelia oficial a
no hurgar más en la historia colonial para evitar rememorar sus horrores, sus
genocidios, sus miasmas nauseabundos, que la facultad olfativa del Estado
francés no parece percibir."
Furioso, La Tribune ve un "insulto a la inteligencia" ya que, con sus
declaraciones "Douste-Blazy toma por tontos a los argelinos, como si todo lo que
fue realizado como infraestructura en Argelia durante el período colonial
hubiera estado dedicado a los argelinos." Lo que encoleriza a La Tribune: "Los
números no mienten, sin embargo. Cuando Francia invadió Argelia, la tasa de
alfabetización en Argelia era mayor que la registrada en Francia. Douste-Blazy
también quiere hacer creer que los horrores de la colonización sólo se
produjeron al comienzo de la conquista. Sin embargo, la mayoría de los argelinos
permaneció excluida del sistema colonial, tanto en el plano jurídico como en el
socio-educativo. Los argelinos morían de toda clase de enfermedades importadas
de Europa, al mismo tiempo que los hospitales estaban al servicio de los
europeos y de los indígenas notables y valets de la administración colonial."
El Quotidien d'Oran hace notar sin embargo que "paradojalmente, durante el año
2005, que fue el comienzo del reflujo del tratado de amistad, se dio un gran
impulso a los intercambios económicos. Estos alcanzaron los 8000 millones de
dólares, siendo Francia el mayor proveedor y uno de los principales compradores,
pero con los Estados Unidos a la cabeza entre los clientes de Argelia. Estos
importantes datos de la economía relativizan sensiblemente la impresión que se
tiene de una 'crisis' en las relaciones entre los dos países."
Según este diario, "lo que sí parece estar siendo puesto en tela de juicio es el
proyecto del tratado de amistad. Para llegar a semejante nivel, la relación de
amistad entre Francia y Alemania tuvo que pasar por una lectura común de una
Historia tumultuosa. Y esto aún no ha sido llevado a cabo en la relación entre
Argelia y Francia. El lento y paciente trabajo de los historiadores para
preparar este movimiento ha sido afectado por la repentina crispación causada
por una visión idílica del pasado colonial, expresada por la ley francesa del 23
de febrero de 2005."
Le Soir d'Algérie agrega que "Francia parece también muy irritada por las
recientes declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores argelino quien,
desde Washington, ha afirmado que 'Francia no tiene el mismo peso en Argelia que
los Estados Unidos de América.' Esta irritación, que no se manifestó
públicamente por el momento, ha agregado otra capa a las nubes que ensombrecen
la relación entre Argelia y Francia desde febrero de 2005." Y Liberté completa
esto asegurando que "la toma de posición de París en favor de Marruecos en la
cuestión del Sahara Occidental" también ha pesado.
Liberté [7] considera que las declaraciones del ministro tienen también una
resonancia franco francesa. Así, "el miércoles 19 de abril el Front National ha
pedido al gobierno francés que exija del presidente Bouteflika 'excusas
oficiales' por haber denunciado un 'genocidio de la identidad argelina' cometido
por Francia durante la colonización. Jean-Marie Le Pen consideró que "pretender
que Francia ha realizado un genocidio de la identidad argelina no tiene
históricamente ningún sentido, pero es un insoportable escupitajo sobre nuestro
país.' Por su parte, el presidente del Mouvement pour la France (MPF, derecha
nacionalista), Philippe de Villiers, ha estigmatizado la 'cobardía' del gobierno
francés, quien se rehusó a hacer comentarios sobre las declaraciones del
presidente Abdelaziz Bouteflika."
De esta manera, concluye Liberté, este asunto "revela que los actores políticos
en Francia, tanto los del poder como los de la oposición, se encuentran todavía
presos de la visión neocolonial de Argelia. Por esa razón, no están todavía
listos para una refundación de las relaciones bilaterales sobre la base del
respeto mutuo y de los intereses comunes."
[1] El principal objetivo de esta ley (2005-158), impulsada por el partido de
derecha UMP, era dar a los harkis (argelinos que lucharon por Francia durante la
guerra de Argelia) un status de excombatientes y derechos suplementarios, como
el derecho a la indemnización. El escándalo se desató por el artículo 4, que
declara
"Los programas de investigación universitaria conceden a la historia de la
presencia francesa en ultramar, especialmente en Africa del Norte, el lugar que
esta merece.
Los programas escolares reconocen en particular el papel positivo de la
presencia francesa en ultramar, especialmente en Africa del Norte, y conceden a
la historia y a los sacrificios de los combatientes del ejército francés salidos
de estos territorios el lugar eminente al que tienen derecho.
Se alentará la cooperación que permita poner en contacto fuentes orales y
escritas disponibles en Francia y en el extranjero."
A raíz de la intensa polémica desatada por la mención del "rol positivo" de la
colonización, el presidente Chirac decidió, en febrero de 2006, eliminar el
segundo párrafo del artículo 4. Esto se realizó mediante un decreto (2006-160),
para evitar el debate parlamentario. Algunos artículos polémicos subsisten, sin
embargo, como el 13, que abre la puerta a las indemnizaciones a miembros de la
organización terrorista de extrema derecha O.A.S. (que asesinó a cientos de
partidarios de la independencia argelina y llegó a poner una bomba en el
departamento de Jean-Paul Sartre).
Debe destacarse que, si bien los socialistas pidieron la modificación del
artículo 4, no votaron en contra de la ley original.
(N. del T.)
[2]