Desde finales de enero, la menguada Intifada ha encontrado frustraciones
renovadas, con los palestinos fatigados entre su derecho a la autodeterminación
y la realidad de la hegemonía internacional más acusadamente que en cualquier
otro tiempo anterior. Los resultados electorales palestinos nivelaron un tanto
el extremismo del juego en el campo político, y la retórica entre los
funcionarios israelíes y los legisladores de Hamas recientemente elegidos y
correspondientemente jubilosos. Pero mientras Hamas permanece firme en negarse a
reconocer a Israel, renuncia a la violencia, y reconoce acuerdos pasados, es el
gobierno israelí, internacionalmente reconocido, el que está transformando la
situación políticamente tensa en categóricamente violenta.
Pisoteando el acuerdo internacional en Jericó, el 14 de marzo, Israel invadió la
prisión palestina localizada allí, descaradamente y puso sitio al complejo
gubernamental sólo momentos después de que los observadores usamericanos y
británicos abandonaran sus puestos. Apoyados por tanques, jeeps, y helicópteros,
las fuerzas militares israelíes derribaron la tapia de la prisión, mataron a dos
palestinos, arrestaron a más de 170 prisioneros después de obligarles a que se
quedaran en ropa interior, y bombardearon el complejo bien entrada la noche.
Ahmad Sa'adat, líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina y
miembro electo del Consejo Legislativo Palestino, al final se rindió, y ahora
está bajo custodia israelí.
Dos días más tarde, fuerzas militares invadieron la ciudad norteña de Jenín y
rodearon una casa palestina que alojaba a militantes, al tiempo que cerraban no
solamente la ciudad entera, sino el área circundante y a todos los palestinos
que intentaran moverse dentro de ella. Durante las operaciones militares,
soldados israelíes disfrazados de palestinos dispararon contra un automóvil
civil que se dirigía al hospital. Ikbar Abdelhiman Zaid de diez años de edad
resultó alcanzado en la cabeza por los disparos, muriendo en el instante,
mientras que los disparos alcanzaron a su tío en la mano y fue arrestado.
Gaza permanece bajo sitio agrícola, con el cruce de Karni abierto durante
cuarenta minutos el 20 de marzo, y funcionando ahora bajo la amenaza inminente
de otro cierre. Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios,
los niveles de suministro de comida alcanzaron un punto de crisis el 19 de
marzo, y John Ging, el director de la agencia de ayuda a los refugiados de la
ONU en Gaza, ha declarado que la situación sólo se ha deteriorado con las
aperturas esporádicas. El azúcar y el arroz se venden al doble de su medio
precio, mientras los precios de las verduras cultivadas localmente han caído. El
pan, un alimento básico, está ahora racionado para quienes tienen que hacer cola
durante horas.
El cuarenta por ciento de los niños de Gaza ya padecen desnutrición. Los
incesantes cierres incesantes no sólo dañaron la economía de los gazanos; qué se
estima que están perdiendo unos 500.000 dólares diarios sino la formación de la
próxima generación. Los funcionarios israelíes y todos los medios de
comunicación ingleses han culpado hasta ahora a los palestinos de inflar la
situación drástica al negarse abrir el cruce de Kerem Sholom, pero la OCHA
coincide con la Autoridad Palestina que el cruce es inadecuado para manipular
los embarques necesarios de carga.
Detrás del manto de abierta violencia radica una estrategia institucional
violenta. El mismo día que las tropas israelíes capturaron a Ahmad Sa'adat, el
primer ministro en funciones, Ehud Olmert, visitó el asentamiento ilegal de
Ariel y prometió a sus ocupantes que seguirían siendo una parte de Israel para
siempre. Ésta es la parte de la campaña declarada de Olmert para trazar las
fronteras permanentes de Israel unilateralmente en el 2010. Mientras él etiqueta
este movimiento de "retirada," es en realidad un cumplimiento de los controles
impuestos por Sharon sobre Cisjordania.
El plan acumula tanta tierra palestina como puede con la menor cantidad de
palestinos. Por lo tanto vemos la categórica anexión de los principales
asentamientos de Israel: Ma'aleh Adumim y Gush Etzion que juntos bloquean
Jerusalén desde el este y al sur, y Ariel que se adentra profundamente en el
territorio central de Cisjordania. Todo Jerusalén y las áreas que lo rodean
cercanamente también se volverían parte del estado judío, como lo sería el fondo
fecundo del Valle del Jordán que ya ha estado anexionado de hecho mediante un
complejo sistema de cierres y permisos. La ruta del Muro de Separación de Israel
se convertirá en la base para la frontera internacional y concluirá oficialmente
el robo de 35.000 dunums de tierra palestina según las últimas cifras de la OCHA.
Desde el anuncio del plan, la construcción ha empezado ya en la zona E1 que
queda entre Jerusalén y Ma'aleh Adumim, aislando a los palestinos de su capital
social, económica y cultural. El miembro de la Knesset Yossi Beilin que apoya el
control israelí sobre Ma'aleh Adumim dijo a la radio israelí, "Quienquiera que
proponga construir la E-1 está, esencialmente, impidiendo un acuerdo israelo-palestino
permanente. Quienquiera que construya E-1 está impidiendo un estado palestino
contiguo."
En la víspera de sus elecciones parlamentarias, el Israel oficial comenzó un
ataque extremo sobre Palestina, y cualquier estado futuro que se levante dentro
de ella. El cierre económico de la Franja de Gaza aísla el área más allá de su
ocupada hermana, Cisjordania y lleva a cabo la visión unilateral de Olmert antes
de que incluso hubiera sido aceptada por el electorado israelí. Las invasiones
israelitas demuestran la debilidad de la Autoridad Palestina y la magnitud del
pleno control israelí de los territorios. Esta atenazadora opresión, justo
cuando los palestinos se sitúan en su nueva democracia, sólo tienta a la
violencia renovada.
*Original : http://www.palestinemonitor.org/nueva_web/updates_news/updates/renewing_the_violence.htm
Traducido del inglés para Rebelión (www.rebelion.org), Palestine Monitor (www.palestinemonitor.org
) y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad
lingüística, por Carlos Sanchis. La traducción es copyleft