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Actos de conmemoración del 30 aniversario de la RASD
Mohamed Abdelaziz: "El pueblo saharaui rechaza la autonomía propuesta por Marruecos"
Sahara Press Service
Las festividades que conmemoran el 30 aniversario de la República Árabe
Saharaui Democrática (RASD) comenzaron este lunes en Tifariti con la presencia
del Presidente de la República Saharaui, Mohamed Abdelaziz y la de numerosas
delegaciones oficiales que han venido a dar testimonio de su apoyo a la
descolonización del Sáhara Occidental, ocupado militarmente desde 1975 por el
reino de Marruecos.
Un imponente desfile militar de batallones de las siete regiones comenzó estas
festividades marcadas por una amplia presencia de población saharauis de las
tierras vecinas y de los campamentos de refugiados en la región de Tinduf que
han hecho un desplazamiento de centenares de kilómetros para estar presentes en
la conmemoración de este aniversario.
En la tribuna oficial podía destacarse la presencia de dos ministros argelinos,
Mohamed Cherif Abass, ministro de los Moudjahiddines, y Abdelkader Messahel,
ministro delegado para Asuntos Africanos y Magrebíes, junto a altos responsables
de Gobiernos y embajadores de Sudáfrica, Tanzania, Angola, Kenia, Guinea Bissau,
Cuba, Nigeria, Mauritania y Timor Oriental.
Varios otros selectos invitados de los diferentes continentes representando a
partidos políticos, parlamentarios, alcaldes, ONG, sociedad civil y medios de
comunicación han realzado con su presencia este 30 aniversario de la RASD,
proclamada en Bir Lehlu el 27 de febrero de 1976 tras la retirada del
colonizador español.
Las actividades de la mañana han estado coronadas por el discurso del Presidente
de la República Saharaui, Mohamed Abdelaziz, mientras que otro desfile militar
estático está previsto para esta tarde, seguido del acto de destrucción de una
parte de las minas anti-personas en posesión del Frente Polisario, han indicado
los organizadores.
El pueblo saharaui rechaza la autonomía propuesta por Marruecos
"El pueblo saharaui rechaza, globalmente y en sus detalles, esta idea de
autonomía" propuesta por Marruecos que "no puede arrogarse el derecho de hablar
en nombre de los saharauis", señaló el Presidente de la República Saharaui,
Mohamed Abdelaziz, durante su discurso con motivo del 30 aniversario de la
proclamación de la RASD, conmemorada este lunes en Tifariti, parte de los
territorios saharauis liberados.
Mohamed Abdelaziz ha señalado que se trata de una "contradicción total con la
Carta de las Naciones Unidas y las decenas de resoluciones del Consejo de
Seguridad" que pueden conducir a la región hacia "situaciones peligrosas y una
inseguridad de consecuencias imprevisibles".
El Jefe del Estado saharaui ha indicado también que la conmemoración de este 30
aniversario de la RASD por el pueblo saharaui en Tifariti quiere ser "un
mensaje" claro dirigido a la comunidad internacional para hacerle comprender que
"toda solución al conflicto del Sáhara Occidental pasa por el respeto de la
voluntad de los saharauis, y por tanto su derecho imprescriptible a la
autodeterminación a través de un referéndum libre, justo e imparcial".
He aquí el discurso completo:
Alocución de S.E. Sr. Mohamed Abdelaziz, Presidente de la RASD, Secretario
General del Frente POLISARIO, en el XXX aniversario de la RASD,
Tifariti, 27 de febrero 2006
En el Nombre de Dios Clemente y Misericordioso.
Estimados invitados/as,
Señoras y señores
Hoy conmemoramos 30 años de la proclamación de la Republica Saharaui, en un día
histórico de la lucha de liberación que lleva a cabo el pueblo saharaui con el
liderazgo del Frente .POLISARIO.
Permítanme ante todo, dar la bienvenida a los invitados de nuestro pueblo, que
han soportado las incomodidades del viaje para estar con nosotros en este
aniversario y compartir esta demostración de la paz. Hemos recibido invitados de
Argelia, Angola, Austria, Bélgica, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos de
América, Finlandia, Irlanda, Suiza, Francia, Grecia, Guinea Bissau, Holanda,
Italia, Japón, Kenia, Líbano, Mauritania, México, Nicaragua, Nigeria, Noruega,
Portugal, Sudáfrica, Reino Unido, Suecia, Siria, Tanzania, Uruguay, Venezuela.
Celebramos hoy este acontecimiento en Tifariti, un lugar de nuestra amada tierra
y de nuestros territorios liberados. Una tierra vertida con la sangre de
nuestros mártires y testimonio de las epopeyas de nuestro ejército de liberación
nacional. Para ellos, nuestros más merecidos saludos y consideración y a
nuestros mártires, encabezados por el Uali Mustafa Seied, la gloria eterna.
No podemos hoy sino recordar, aunque sea muy someramente, las circunstancias de
aquella proclamación, en las que las señas de una conspiración estaban evidentes
y que pretendían, esencialmente, con sólo una rúbrica, la eliminación de un
pueblo íntegramente y la asimilación de todo su territorio.
Quién no recuerda los finales del 1975, fecha en la que el ejército real
marroquí destruía y asesinaba con napalm y fósforo blanco en las localidades de
Um Dreiga, Guelta y en la misma Tifariti, a la cual hoy acudimos para erigir un
momento a la paz y a la hermandad.
Quién de nosotros no recuerda la vergonzosa retirada de la administración
española, antes del cumplimiento de sus compromisos con la celebración de un
referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui, entregando injustamente
el territorio y sus habitantes a quien no le asiste el derecho, a través de los
abominables Acuerdos Tripartitos de Madrid. España sigue siendo la responsable
legal y política del sufrimiento del pueblo saharaui y lo seguirá siendo hasta
que éste consiga ejercer su derecho a la autodeterminación.
A partir de este contexto, la proclamación por parte del pueblo saharaui de su
Estado el 27 de Febrero de 1976 no representó única y exclusivamente una
respuesta a aquellos repudiables planes sino, además, constituyó un ejercicio
pleno y consciente de su derecho a la existencia y una libre opción en la
creación de su propio Estado independiente.
En un limitadísimo tiempo, pudo el Estado saharaui mantener su puesto a nivel
internacional, siendo miembro fundador de la Unión Africana, poseedor de
relaciones diplomáticas con decenas de Estados del mundo, a la par, ya que
ningún Estado reconoce hoy ningún tipo de soberanía marroquí sobre el territorio
del Sáhara Occidental.
Del mismo modo, nuestro Estado ha podido edificar sus propios apoyos, jurídicos,
políticos y sociales, a través de la constitución de los órganos judiciales,
ejecutivos y la formación de su administración estatal. Es pues, una excepcional
experiencia que conjuntamente con la guerra de liberación, se ha podido también
llevar a cabo la edificación de las instituciones del Estado y la gestión la
vida política, social y económica.
A nivel diplomático se ha consolidado tanto la credibilidad como el respeto al
Estado saharaui, un proceso animado por la multiplicación de los reconocimientos
de Estados de África, Asia y América Latina.
Si la República Saharaui es hoy día una realidad nacional, regional e
internacional, consciente de la necesidad de la culminación de la paz en base al
respeto de las normas y principios de legalidad internacional, lo es más por
cuanto que el futuro Estado independiente por el que abogamos, queremos que sea
un Estado de derecho, que vele por la democracia, la igualdad entre los géneros,
los derechos humanos y las libertades básicas. El Estado saharaui independiente
será también el de la tolerancia y la convivencia entre religiones y
civilizaciones ; un Estado que rechaza el terrorismo y la dictadura y que
trabajará por el establecimiento de relaciones de hermandad, cooperación y buena
vecindad con los países de la región, del mundo, fundamentalmente con el Reino
de Marruecos.
El rechazo del Gobierno marroquí a la legalidad internacional y la no asunción
de sus propios compromisos debe de contar con una respuesta adecuada y exigente;
es por ello que los reconocimientos de países como Sudáfrica, Kenia, Uruguay y
el Ecuador en los últimos dos años es un claro ejemplo que deberá ser seguido
por todos los países que creen en la justicia, la paz y el respeto a la voluntad
de los pueblos.
Estimados invitados/as,
Señoras y señores
La población saharaui, en un lugar no lejano de donde nos encontramos hoy, y en
las partes que aún se hayan bajo el dominio del colonialismo marroquí, ha
desencadenado una pacífica Intifada, en exigencia de los mismos propósitos que
reclaman las resoluciones de las Naciones Unidas y que consisten en la
celebración de un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui.
Esta resistencia ha demostrado cómo el ingenio de los saharauis es capaz de
reinventar, cada vez más, nuevos modos e instrumentos para su persistencia y su
lucha, de la misma forma que ha representado una burla, en todos los aspectos,
el colonialismo marroquí, presentando así la definitiva prueba al fracaso de sus
cálculos tendentes a la erradicación del pueblo saharaui.
Los más de treinta años de política de exterminio, de intimidación, de torturas,
de secuestros, de detenciones y de deportaciones, no han hecho sino fortalecer
en los saharauis la firme fe en su causa, una fundada conciencia de sus derechos
y una inquebrantable razón compartida en sus objetivos, guiados por el Frente
POLISARIO. Ello es un buen motivo para reafirmar a nuestras valientes masas, y
desde esta tierra liberada saharaui, el compromiso de fidelidad a los mártires y
hasta la victoria y la liberación.
Permítanme aquí rendir un vivo homenaje a los/as líderes de la resistencia
pacífica saharaui en los territorios ocupados y el Sur de Marruecos, para
aquellos que se encuentran en las mazmorras marroquíes y para los que se
encuentran en la enorme cárcel de la tierra usurpada. Del mismo modo que
quisiera recordar a los más de 500 civiles desaparecidos y los 151 prisioneros
de guerra saharauis. Quisiera en esta ocasión rendir testimonio a la vida de los
mártires Lembarqui Hamdi Salek Al-Mahyub y Lejlifi Abba Chej Ali Embarek y
condenar, enérgicamente la operación de entierro realizada a este último por las
autoridades marroquíes, llevada a cabo en plena noche, en ausencia de su
familia, con desprecio de la ley y sin ninguna explicación ni enjuiciamiento del
responsable de su asesinato.
No pasa ningún día sin que las fuerzas de represión marroquíes persistan en sus
operaciones de venganza indiscriminada que diariamente atenta contra niños,
mujeres, hombres y ancianos. Son actos abominables en los que no sólo se han
limitado con torturar, apalear, amenazar, injuriar e insultar a la dignidad
humana, sino que han ejercido también la cobarde práctica del abandono de las
víctimas en grave situación, en las afueras de ciudades y pueblos.
Ha llegado el momento de abrir el territorio para la entrada de observadores y
periodistas independientes. Ha llegado la hora del esclarecimiento de todas las
violaciones que se están cometiendo, lejos de la observación internacional y el
enjuiciamiento de los responsables de los crímenes, como el caso del entierro de
Lejlifi.
No podrá el mundo despreocuparse de las graves violaciones que está cometiendo
el Estado marroquí en contra de los indefensos ciudadanos saharauis, sobre todo
cuando estas violaciones han sido condenadas por las organizaciones
internacionales especializadas.
Ha llegado la hora de que la comunidad internacional, de forma inmediata,
detenga a Marruecos en el expolio sistemática de los recursos naturales del
pueblo saharaui y su protección, hasta hallar una solución justa y duradera del
conflicto.
Estimados invitados/as,
Señoras y señores
La elección de la paz por parte de los saharauis es una elección que emana de su
naturaleza pacífica y de la convicción política sobre la cual han fundado su
Estado. Los saharauis siempre han demostrado su buena voluntad en corresponder a
los esfuerzos de la comunidad internacional que tienden a la solución del
conflicto. Esta buena voluntad comenzó con el Plan de Arreglo llegando al Plan
de Paz que había elaborado con enorme seriedad y esmero el Sr. James Baker.
La parte saharaui ha aceptado el arbitraje de la comunidad internacional y las
resoluciones del Consejo de Seguridad, así como ha presentado diferentes
concesiones, ha liberado a la totalidad de los presos de guerra y hoy procede a
la destrucción de nuestra reserva de minas antipersonales.
Vuestra presencia hoy con nosotros es una consolidación de la manifestación
internacional de paz, precisamente porque somos una nación de paz y no
solicitamos sino que se conceda a nuestro pueblo la legítima oportunidad en la
votación y en la elección.
Luego de haberse transcurrido 15 años de esfuerzos de paz, ha quedado
suficientemente claro que es Marruecos, a través del incumplimiento de los
compromisos que comunicó al Consejo de Seguridad y su rechazo al Pan Baker, el
causante de la actual paralización del proceso de arreglo.
Si en menos de un año, desde este lugar, hemos alertado sobre la imposibilidad
de que el pueblo saharaui se mantenga definitivamente con los brazos cruzados
ante una permanente intransigencia marroquí que, por lo demás, no encuentra una
decidida sanción por parte de la comunidad internacional, hoy alertamos, desde
el mismo sitio, de que la situación cobra cada vez mayor complejidad y
peligrosidad. El Reino de Marruecos no sólo ha rechazado de forma clara y
pública el principio de autodeterminación del pueblo saharaui, sino que está
actualmente especulando con una nueva maniobra, a la que ha llamado autonomía.
El Reino de Marruecos jamás podrá decidir en sustitución de los saharauis y la
parte saharaui rechaza de manera categórica la idea de la autonomía;
sencillamente, porque es un intento de instalación de una solución de corte
colonial, que relegaría los principios y la propia carta de las Naciones Unidas
y de decenas de resoluciones del Consejo de Seguridad, así como arrojaría a la
zona en una espiral de tensión e inestabilidad.
Desde los territorios saharauis, liberados con la sangre, el sacrificio y el
sufrimiento de los/as saharauis, decimos al mundo que el principio de
autodeterminación de nuestro pueblo es sagrado e incuestionable.
La bandera de la RASD, que se ha alzado sobre la totalidad de Saguia El-Hamra y
Río de Oro, se mantendrá definitivamente izada sobre esta querida patria. Con la
conmemoración del 30 aniversario en la localidad de Tifariti liberada, el pueblo
saharaui está transmitiendo otro mensaje clarísimo a la comunidad internacional,
consistente en que no habrá solución posible sin un respeto a la voluntad de los
saharauis en su ejercicio a la autodeterminación, a través de un referéndum
libre, justo y transparente.
Estimados invitados/as,
Señoras y señores
Permítanme reiterar mis agradecimientos y dar la bienvenida a nuestros
huéspedes. El pueblo saharaui expresa su profundo reconocimiento y consideración
a todos los países, organizaciones, asociaciones, y personalidades solidarias en
todas partes del mundo. Un saludo a la hermana Argelia, a su pueblo y a su
Gobierno, encabezados por nuestro querido hermano, Su Excelencia el presidente
Abdelaziz Buteflika. Jamás podremos olvidar el histórico y honorable
posicionamiento que adoptó Argelia desde los comienzos del conflicto, al lado
del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y por la descolonización
del Sáhara Occidental: un posicionamiento que ha incluido, en el ayer, el
recibimiento de los refugiados saharauis y, en el hoy, las acciones de salvación
tras las recientes inundaciones.
El Estado saharaui en su treinta aniversario no puede sino testimoniar el loable
papel africano en la defensa de la causa saharaui, así como valorar el
posicionamiento de la Unión Africana, determinado con la liberación del
continente, a través del cumplimiento del principio del respeto de las fronteras
heredadas del periodo colonial, como única vía para la garantía de la seguridad
y la estabilidad en el continente.
Otra manifestación de solidaridad ha sido la realización este sábado de la
Conferencia Internacional, "30 años de la República Saharaui", con la
participación de cientos de solidarios, especialistas, personalidades y
delegaciones extranjeras, que en su gran parte asisten hoy con nosotros a esta
manifestación de la paz.
El éxito de dicho evento ha sido gracias a los esfuerzos de los miembros del
movimiento de solidaridad de forma general y muy particularmente el europeo.
Aprovecho la ocasión para rendir homenaje a todos los hombres y mujeres que han
acompañado la lucha del pueblo saharaui desde sus inicios; algunos nos han
dejado en plena entrega solidaria y otros siguen trabajando por esta justa causa
sin escatimar esfuerzo alguno.
Valoramos altamente el posicionamiento de los pueblos de España y su activo
movimiento de solidaridad con la causa saharaui, que exige constantemente, junto
a nosotros, la obligación de la asunción por parte del Estado español de sus
compromisos históricos, legales así como morales, por la descolonización del
Sáhara Occidental.
Gracias a nuestros distinguidos invitados, gracias al movimiento de solidaridad
en Europa, África, América Latina, Australia, Estados Unidos y al resto del
mundo. Gracias a nuestra comunidad de emigrantes por su desdeñable
participación.
Gracias a todos/as.