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Palestina
Israel sacó por la fuerza a seis militantes palestinos en Cisjordania
Nueve horas de fuego a la cárcel de Jericó
Luego de que un equipo de monitoreo británico dejara el lugar por considerar que
no estaban dadas las condiciones de su seguridad, Israel rodeó y atacó durante
nueve horas una prisión de Jericó y obtuvo lo que buscaba: la rendición de seis
palestinos.
Donald Macintyre, desde Jericó
The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción de Virginia Scardamaglia
Seis prisioneros palestinos, incluyendo a un militante acusado del asesinato de
un ministro israelí en 2001, se rindieron ayer luego de un asedio armado de
nueve horas que comenzó cuando observadores británicos abandonaron la cárcel
donde se mantenía a los hombres. La rendición llegó luego de que el asedio
desatara una ola de ataques de protesta y secuestros de extranjeros en Gaza y
Cisjordania y después de fuertes tiroteos fuera de la prisión de Jericó, donde
murieron dos palestinos. Militantes enojados apedrearon y prendieron fuego el
edificio del Consejo Británico en Gaza, mientras los extranjeros comenzaron a
salir de la Franja anoche, para evitar más represalias.
Los prisioneros, entre ellos Ahmed Saadat, el líder de la facción que estuvo
detrás del asesinato del ministro de Turismo Rehavam Ze’evi, salieron finalmente
de la cárcel poco antes del anochecer, luego de un día de alta tensión en el
cual fuerzas israelíes utilizaron repetidamente artillería y disparos para
reforzar su amenaza de matar a los hombres si no se entregaban. Hombres armados
palestinos capturaron a varios extranjeros de los hoteles en Gaza. Funcionarios
de seguridad palestinos que buscaban proteger a otros extranjeros dijeron que
los secuestrados incluían a un trabajador suizo de la Cruz Roja, dos profesores
australianos, dos médicos franceses y tres periodistas –uno francés y dos
surcoreanos–. Los profesores australianos fueron posteriormente liberados.
Hombres armados en Jenin, en Cisjordania, secuestraron a Douglas Johnson, un
profesor de inglés en una universidad estadounidense, e inicialmente amenazaron
con matarlo si Israel dañaba a Ahmed Saadat. Johnson, que luego fue liberado,
dijo a Associated Press que había sido llevado por ocho militantes mientras
realizaba una compra a un vendedor ambulante y declaró que simpatizaba con el
enojo palestino por la operación israelí en Jericó. En Londres, en la Cámara de
los Comunes, Jack Straw, el ministro de Exteriores británico, desmintió
fuertemente las acusaciones palestinas de complicidad con Israel por el abandono
de la misión de observación conjunta entre Gran Bretaña y Estados Unidos, entre
imputaciones de líderes palestinos de que Israel actuó para reforzar su posición
de cara a las elecciones dentro de dos semanas.
Una declaración del gobierno del presidente palestino Mahmud A- bbas llamó a un
cese de los ataques contra centros culturales extranjeros pero sostuvo: "Los
observadores norteamericanos y británicos cargan con la responsabilidad por su
retiro de la prisión de Jericó esta mañana (por ayer) sin el conocimiento de la
Autoridad Palestina (AP)". Pero el gobierno británico insistió que había
denunciado repetidamente –y en vano– las violaciones de la AP del acuerdo de
2002 bajo el cual se mantenía a Saadat, el líder del Frente Popular para la
Liberación de Palestina (FPLP), y otros prisioneros bajo supervisión
internacional.
El ejército israelí había arrasado con disparos el edificio luego de cerrar la
ciudad y hacer un cordón en el área de las instalaciones de la prisión. Utilizó
topadoras para comenzar a destruir las paredes exteriores antes de disparar
granadas y al menos un misil lanzado desde el aire, como una muestra de poderío
militar. Un hilo de humo gris se levantó desde las cercanías de la prisión en el
edificio central de la AP en Jericó y el sonido de artillería pesada y disparos
podían ser oídos de a intervalos antes que los prisioneros y otro personal
palestino saliera anoche, con las manos sobre sus cabezas.
La mayor parte de los empleados, guardias y otros prisioneros –un total de 182
personas de acuerdo a fuentes militares– se había retirado mucho más temprano,
en momentos en que comenzó la operación del ejército, en su mayoría sólo en ropa
interior, por orden de las tropas israelíes. Fuentes militares israelíes dijeron
que 26 palestinos habían sido heridos durante tiroteos dentro de la cárcel.
Durante el sitio, Saadat, que fue transferido a la prisión de la AP en Jericó en
un acuerdo de 2002 para poner fin a un enfrentamiento en el cual se refugió en
la oficina central de Yasser Arafat en Ramalá, dijo al canal árabe Al Jazeera:
"No nos rendiremos. Enfrentaremos nuestro destino con coraje".
Un importante coronel del ejército en la división de infantería armada que
conducía la operación dijo aquí en la tarde de ayer que el ejército había usado
megáfonos para tratar de persuadir a un núcleo de aproximadamente 30 palestinos
–incluyendo los seis prisioneros a los que se buscaba– a entregarse con vida.
"Esto no es una negociación", dijo, agregando que se les había dejado claro a
los hombres que "si no salen serán muertos". Las tropas que rodeaban el área
acordonada fueron atacadas por bombas Molotov y disparos ocasionales.
Insistiendo en que no había tenido conocimiento previo de la evacuación de los
observadores –mientras reconocía que las fuerzas israelíes habían estado
preparadas hace tiempo para una posible captura de los prisioneros–, el oficial
dijo que lo primero que supo fue cuando notó a los tres observadores británicos
en camino hacia el principal punto de control de Jericó en la mañana de ayer.
Un diplomático británico dijo ayer que el Reino Unido había estado presionando a
la AP por muchos meses sobre las violaciones de los requerimientos para mantener
a los prisioneros en reclusión así como, más recientemente, acerca de la
seguridad de los observadores. Las infracciones incluían el uso de teléfonos
celulares por los prisioneros, las frecuentes visitas que recibían y la libertad
relativa que les era permitida para salir de la prisión a rezar o para
tratamientos médicos. El diplomático dijo que los intentos de la misión de
observación para interferir el uso de teléfonos celulares de los prisioneros
habían sido frustrados por cortes deliberados en la energía para inhabilitar el
equipo de interferencia. Funcionarios británicos dijeron que la misión de
observación de 14 personas era una acción en conjunto con EE.UU. y que había
sido una coincidencia que hubieran sido todos británicos esa mañana, porque uno
estaba de licencia.
Gideon Meir, el vicecanciller israelí, dijo anoche que luego del quiebre de las
negociaciones mantenidas por británicos y estadounidenses con la AP no tuvieron
más opción que hacer "lo que cualquier otra democracia hubiera hecho" y tomar la
custodia de los prisioneros. Argumentando que el acuerdo original bajo el cual
los prisioneros eran mantenidos en una prisión palestina había encendido la
opinión pública israelí, agregó que Israel había buscado deliberadamente
capturarlos vivos con el mínimo de bajas. La crisis también mostró "la situación
en la AP luego de la elección de Hamas".