Medio Oriente - Asia - Africa
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Acuerdan llevar el caso iraní al Consejo de Seguridad
Argentina y Brasil alineados con Estados Unidos.
Venezuela y Cuba en contra
Luego de tres días de discusiones, la Junta de Gobernadores del Organismo
Internacional de la Energía Atómica (OIEA) decidió hoy por mayoría llevar el
caso del programa nuclear iraní al Consejo de Seguridad de la ONU.
Aunque por lo general las decisiones de ese órgano de 35 países son aprobadas
por consenso, la falta de acuerdo de los últimos días, ante la oposición
Olli Heinonen, director del departamento de Salvaguardas de la Agencia
Internacional de Energía Atómica, durante la reunión en Viena. de países en vías
de desarrollo y en parte de China y Rusia, llevó a un veredicto dividido.
27 países de los 35 que integran la ejecutiva del Organismo Internacional de la
Energía Atómica (OIEA) votaron a favor, mientras que cinco se abstuvieron y tres
votaron en contra. Los países que se abstuvieron fueron Argelia, Sudáfrica,
Indonesia, Libia y Bielorrusia, mientras que Cuba, Venezuela y Siria votaron en
contra de la resolución, informó una portavoz del OIEA.
Dentro del MERCOSUR se notan posiciones encontradas, mientras Venezuela tiene
una postura bien definida a favor de Irán, Argentina y Brasil alineados a las
posiciones de Washington han votado en forma opuesta a la posición de Caracas.
El MERCOSUR cuenta con un antecedente en este tema, ya que Brasil se negó en una
oportunidad a las revisiones de la AIEA a su planta de enriquecimiento de
Resende, aduciendo razones de secreto tecnológico y ante esta postura no recibió
sanción alguna. Hoy Brasil con su voto muestra su doble rasero.
Representantes del Movimiento de Países No Alineados, sobre todo, Egipto y otros
estados árabes, exigían que el Levante fuera declarado zona libre de armas
nucleares, en clara alusión a Israel, del cual se sospecha posee 200 misiles con
ojivas de ese tipo.
Tel Aviv nunca firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), aunque se
niega a admitir la posesión de esos armamentos, en tanto presiona ante la Casa
Blanca para invadir a Irán bajo cualquier pretexto.
Estados Unidos, que junto a Alemania, Gran Bretaña y Francia, presentó la
referida resolución para llevar el caso iraní a Naciones Unidas, se opuso a la
iniciativa contra su principal aliado en esa zona, al estimar el tema fuera de
discusión.
El consenso sólo fue posible después que el párrafo en cuestión plantea que 'la
solución del conflicto atómico con Irán contribuirá al objetivo de una zona
libre de armas de destrucción masiva y sus armas portadores en Cercano Oriente'.
Washington y la troika europea acusan a Teherán de intentar crear condiciones
para la fabricación del armamento nuclear.
La República Islámica defiende el derecho al empleo pacífico de esa energía para
desarrollar la electrificación de esa nación y a la producción de combustible
para sus centrales, lo cual considera no viola ningún punto del TNP.
Teherán aclaró ayer que la presentación del tema de su país ante el Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas llevaría a la ruptura de su cooperación con la
OIEA, la cual supervisó la retirada de los sellos en enero pasado de un centro
de investigaciones nucleares.
Al eliminar esos sellos, Irán estimó que entre los acápites del TNP figura la
posibilidad para los países en desarrollo de dotarlos con las facilidades para
utilizar la energía atómica con fines civiles, un punto que a menudo olvidan las
potencias occidentales.
Por otro lado, funcionarios del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní
advirtieron que en caso de aprobarse la resolución propuesta por Estados Unidos
y Europa en la OIEA, su país anularía las negociaciones sobre un acuerdo con
Rusia.
Moscú propuso crear un consorcio internacional para el procesamiento del uranio
obtenido en la República Islámica, con el objetivo declarado de evitar que ese
combustible pudiera ser empleado como material para producir armamentos.
Medios de prensa locales destacan que, de cualquier forma, la OIEA deberá
esperar por un reporte sobre el asunto iraní, el cual será presentado en marzo
próximo, para reanudar la discusión sobre ese diferendo.