Derechos Humanos en Kenia
Blancos británicos rinden cuentas
Joyce Mulama
IPS
Las víctimas de los brutales abusos cometidos durante la guerra de independencia
de Kenia por las autoridades coloniales británicas tienen tiempo hasta la semana
próxima para presentar una demanda de indemnización ante Londres.
Mientras, cientos de mujeres violadas esperan una resolución del gobierno
británico para el 17 de este mes en torno de la compensación que reclaman.
Mane Muthoni Mara, de 67 años, tenía 15 en 1954, cuando Kenia aún era una
colonia británica. Junto con otras mujeres que apoyaban al movimiento
independentista Mau Mau, fue sometida a tortura a manos de soldados africanos
supervisados por los "mzungu" (hombre blanco, en swahili).
"Metían botellas en mis partes íntimas. Lo hacían con el pie. No pude hacer nada
pues estaba en manos del gobierno. Fui humillada y no puedo olvidar la tortura",
dijo Mara a IPS.
"Con las mujeres mayores, los soldados usaban botellas de 750 mililitros. A las
jóvenes, como yo, nos introducían unas más pequeñas, de 300 mililitros, llenas
de agua caliente", recuerda Mara.
Diversos abusos, incluida la violación, se cometían en campamentos a donde
llevaban a los acusados de vínculos con los Mau Mau.
Mara relató cómo desnudaban a las mujeres frente a sus hijos y las golpeaban con
sus niños en la espalda.
"Perdí una pierna tras recibir un disparo de un mzungu", relató a la prensa esta
semana Kassim Njogu, quien debe usar muletas para desplazarse. "Desobedecí la
orden de salir de entre los arbustos en los que me escondía. Otros perdieron las
manos y algunos hasta sus ojos resistiéndose al dominio de los blancos."
Experiencias como la de Mara, Njogu y otros llevaron a la Comisión de Derechos
Humanos de Kenia y a la Asociación de Veteranos de Guerra Mau Mau a reclamar
compensaciones al gobierno británico.
El abogado británico Martin Day, representante de la demanda, dijo a la prensa
el jueves en Nairobi que la carta para reclamar las indemnizaciones debe
enviarse formalmente la semana que viene a las autoridades de Gran Bretaña, que
tendrán tres meses para responder.
"Esperamos que el gobierno británico llegue a un acuerdo con nosotros. Muchos de
los sobrevivientes del Mau Mau tienen entre 70 y 80 años y quisieran ser
compensados antes de morir", expresó el abogado.
"Hay pruebas contundentes de que los abusos no fueron hechos aislados, sino que
formaron parte de una política para tratar de quebrar a los Mau Mau y en última
instancia, a la independencia de Kenia."
Los soldados británicos la emprendieron contra los combatientes en sus
escondites de la montaña, en especial durante el estado de emergencia decretado
entre 1952 y 1960.
No hay cifras confirmadas de la cantidad de integrantes del Mau Mau asesinados o
detenidos en la lucha de independencia.
Algunos informes indican que unos 13.000 miembros del movimiento murieron a
manos de los británicos, mientras unos 80.000 más fueron llevados a campos de
concentración.
La Comisión de Derechos Humanos, que compila una lista de nombres de personas
que deberían ser compensadas, indicó que ya hay una lista de 400 y que se
agregarían algunos más, señaló Day.
Las retribuciones se ubican en un rango de entre 37.000 dólares y 188.000,
añadió.
Pero no sólo se buscan indemnizaciones en dinero.
"Queremos que el gobierno británico reconozca y acepte que violó los derechos
humanos y que se disculpe con la población de Kenia y el mundo en general por
violar normas internacionales contra la tortura, la violación y los castigos
físicos", indicó el director de la Comisión, Mwambi Mwasaru.
Kenia se independizó en 1963, pero el grupo Mau Mau estuvo proscrito por los
británicos y así siguió por varias décadas bajo el gobierno del héroe de la
independencia y primer presidente de Kenia, Jomo Kenyatta, y el de su sucesor,
Daniel Arap Moi.
Sólo el actual gobierno de Mwai Kibaki levantó la prohibición en 2003. Esa es la
explicación por la cual pasó tanto tiempo antes de que los rebeldes reclamaran
una indemnización, explicó el abogado keniata Paul Muite, asesor en el caso.
"¿Cómo iban a organizarse los sobrevivientes del Mau Mau para presentar una
demanda cuando eran una organización ilegal?", preguntó.
Al levantarse la proscripción fue posible que se registrara la Asociación de
Veteranos, allanándose así el terreno para que en 2004 se iniciara el proceso de
identificación de personas necesitadas de una indemnización.
Esta es la tercera vez que keniatas tramitan compensaciones ante el gobierno de
Gran Bretaña por violación de derechos humanos.
En 2002, más de 200 solicitantes del norte del país, también representados por
Day, recibieron casi siete millones de dólares por las heridas que sufrieron a
causa de explosivos dejados por el ejército británico en campamentos de
entrenamiento de la zona.
Un año después, unas 650 mujeres de la misma región demandaron al gobierno
británico por haber sido violadas, tras lo cual dieron a luz hijos mestizos que
fueron rechazados por la comunidad.
Day, quien también actuó como representante de estas demandantes, pretende
conseguir más de 30.000 dólares por cada caso probado y espera una resolución
para el 17 de este mes.
"En la época colonial, no podíamos ni imaginarnos estar, como estamos ahora en
esta conferencia de prensa, sentados en el hotel Norfolk, ni siquiera caminando
por la veranda. Era un delito hasta asomarse. Podíamos ser detenidos e ir presos
por seis meses (y sometidos) a trabajos forzados", señaló el portavoz de la
Asociación de Veteranos, Gitu Wa Kahengeri.