Medio Oriente - Asia - Africa
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Inmigración desechable: los negreros de los tiempos modernos
Lawoetey-Pierre Ajavon
Hoy, con el proyecto de ley sobre «la inmigración elegida» podemos
permitirnos la comparación con el período negrero en el que millones y millones
de seres humanos fueron deportados y vendidos...
Cuando los estados negreros de Europa lograron imponer a los reinos africanos su
infame comercio entre el siglo XV y mediados del XIX, sus primeras incursiones
fueron seguidas por raptos, redadas y la «fabricación» de los «príncipes
mercaderes» cómplices y otros colaboradores.
En los momentos más intensos de la trata de negros, a fin de propulsar la
economía de las plantaciones así como la explotación de las minas de oro en el
Nuevo Mundo, una de las técnicas puesta a punto por los mercaderes fue la
selección de hombres y mujeres útiles, sanos y preferentemente en la flor de la
edad, es decir elegidos de acuerdo con criterios bien precisos a fin de que
fueran lo más rentables posible en el desempeño de las tareas a las que estaban
destinados. La opción africana se impuso además entre otras razones por las
similitudes del clima entre su antiquísimo continente y las zonas de producción;
los negros trabajarán a temperaturas a las que ya están habituados. Ya se habían
hecho ensayos con los Amerindios, pero se descartaron como opción porque eran
poco robustos. Sobre este tema tampoco olvidaremos, el procedimiento eugenésico
por el cual los "sementales" particularmente eran dedicados a funciones de
reproducción como en la "aparcería de ganado", con el fin de tratar, tanto como
fuese posible de obtener individuos vigorosos y resistentes
Hoy, con el proyecto de ley sobre «la inmigración elegida» –por supuesto
que no por los candidatos a partir– podemos atrevernos a hacer la comparación
con el período negrero en el que millones de seres humanos fueron deportados y
vendidos en remates en las ferias para animales, para el beneficio exclusivo de
los estados europeos y de sus sociedades privadas.
¿Una comparación demasiado osada? ¿Por qué? Está claro que al proponer la
reforma del Código de Entrada y de Permanencia de Extranjeros y del Derecho de
Asilo (CESEDA), el ministro del interior, Nicolás SARKOZY, piensa favorecer lo
que llama «la inmigración elegida y no sufrida». En lo sucesivo, la
inmigración se hará sobre la base de una selección económica y geográfica del
país de acogida, privilegiando lo que las organizaciones que se oponen a la ley
denominan «la acogida de los extranjeros útiles, en detrimento de otros llamados
desechables"...
De esta manera el gobierno se propone establecer «listas evolutivas» de ciertos
oficios susceptibles a interesar a los patrones franceses (mecánica,
mantenimiento industrial, hotelería restaurantes, profesionales de la salud…);
se hará también un llamado a los trabajadores estacionales.
En relación con los estudiantes extranjeros, sólo «los mejores, los más
motivados, los que tienen previsto realizar estudios de alto nivel» como los
titulares de maestrías, tendrán el privilegio de beneficiarse de una
autorización de estudios complementarios y de trabajo.
Como puede constatarse, este nuevo sistema de selección no es muy diferente de
su versión negrera. Sakorsy ni siquiera lo oculta: un permiso de permanencia
"competencia y talentos" se implantará para "el extranjero susceptible de
participar de manera significativa y durable en el desarrollo económico...". En
otros términos –como en los buenos viejos tiempos de la esclavitud– solo pesarán
sus capacidades para hacer fructificar el capital. Los diplomas obtenidos sin
menciones de excelencia serán tan inhibitorios como un diente cariado o un pie
deforme en la triste época a la que hacemos referencia.
Ninguna plaza para los medianos o simplemente buenos, Francia quiere extraer lo
mejor de África. Una simple fuga de cerebros es insuficiente, no, ¡¡¡lo que hace
falta es una inundación, un diluvio de elites!!! Así, los puestos vacantes en
África podrán ser ocupados por ejemplo por inmigrantes económicos franceses a
menudo de cosechas menores llamados pomposamente «cooperantes» y otros
«hacedores de C.F.A.» que de todas maneras nunca hubieran recibido salarios tan
confortables en el hexágono por la simple y buena razón de que la mayoría de
ellos nunca hubieran podido acceder a los puestos para los que, según toda la
evidencia, carecen de competencia. Es ampliamente suficiente para los países en
vías de desarrollo y de esta manera, estaremos seguros de que les llevará aún
mucho tiempo desarrollarse, lo que servirá para mantener la superioridad de la
antigua potencia colonial y para hacer comprender bien a los inferiores hasta
qué punto tienen necesidad de ella.
Por supuesto, esas prácticas no son inéditas, en especial en África, «la
inmigración elegida en función de los intereses y de las necesidades de
Francia», ¡las conocemos! Los tiradores senegaleses la hicieron espontáneamente
en su tiempo y nadie olvida cómo se les agradeció en el desenlace de las dos
guerras mundiales. ¿necesidad de carne de cañón para sufrir los primeros tiros
alemanes en el frente ? Era suficiente extraerlos de la reserva africana.
¿Necesidad de héroes para desfilar en los Campos Eliseos? No faltaban soldados
blancos… en fin, faltaban bien pocos, pero cualquier fulano vestido de uniforme
podía hacer el papel si tenía un buen color de piel. Además los negros –por lo
menos los más afortunados– habían sido devueltos a sus hogares, a menos que
hayan terminado masacrados en Thiaroye por algunos de ellos ¡por haber osado
solicitar sus salarios! ¿desde cuándo se paga a los esclavos?
Por otro lado, los africanos no tienen ningún derecho a elegir a sus inmigrantes
: Se trate de aventureros diversos, comenzando por los que se infiltran en
ciertas ONG, de cooperantes con salarios extraordinarios, de pequeñas o medianas
empresas que se instalan en detrimento del trabajador y de la economía local, o
las grandes multinacionales que vampirizan las riquezas nacionales con la
complicidad de los predadores locales, África padece la inmigración. El
ciudadano africano además no elige a sus dirigentes: soporta a los dictadores
impuestos e instalados por la «Franciáfrica» que en su época François-Xavier
Verschave, no cesó de denunciar.
Por eso a ciertos jefes de estado africanos, como los Presidentes Wade y Kpnare
les resulta fácil indignarse y denunciar la ley sobre «la inmigración elegida»,
argumentando «pillaje de cerebros» ¡por parte de Francia! ¿Qué hacen
estos presidentes para incitar a sus cerebros a quedarse en el territorio
nacional al servicio de su patria? Falta infraestructura (universidades,
laboratorios, centros de investigación..., los salarios son irrisorios, cobrados
con atraso o no cobrados, ausencia de protección social, condiciones políticas
coercitivas (dictaduras, guerras civiles, persecución de intelectuales
«molestos»), muestran de manera no exhaustiva la situación que lleva a las
fuerzas vivas de esos países a exilarse.
El proyecto de ley ha estudiado la manera de legalizar esas prácticas; Colbert
con el Código Negro (Código que reglamentaba la esclavitud en las colonias
francesas, su primera versión data de 1685, ndt), había legalizado otros usos…
Algunos puntos del texto del proyecto de ley merecen especialmente que les
otorguemos algunas líneas:
1º) Supresión de la entrega automática de una carta de residencia a los
extranjeros en situación irregular con antigüedad de más de diez años.
Esta disposición acaba de «enriquecerse» con otra complementaria:
2ª) Toda denegación de permiso de residencia se transforma en un orden de
reconducción a la frontera.
Está claro que actualmente, los sin papeles estarán condenados a continuar en
ese estado, ya que osar hacer el pedido de la famosa carta se transforma en
reservar una plaza para el retorno al país de origen. Antes se podía esperar,
utilizando como prueba documentos de apoyo (incluyendo certificados de trabajo o
de cuidados médicos) mostrando que vivía regularmente en Francia y que intentaba
sinceramente insertarse honestamente. De hoy en adelante, hará falta ocultarse
más, elegir bien a su médico y sobre todo ¡sobre todo! evitar a la vez asistir
al hospital y al trabajo. ¿Cómo vivir entonces? ¿Cómo satisfacer las necesidades
más elementales? ¿Cómo atreverse a inscribir los niños a la escuela, incluso si
el Estado tiene la obligación de aceptarlos independientemente de la situación
administrativa de sus padres? Si SARKOZY espera fundar la seguridad de los
ciudadanos franceses y luchar contra la delincuencia de esta manera, está claro
que va a tener que revisar su libreto antes de recibir su doctorado en karcher
(empresa especializada en equipamiento para limpieza del hogar, ndt)
3º) Restricción de las modalidades de reagrupamiento familiar.
No nos detendremos en las nuevas condiciones de reagrupamiento familiar donde la
maldad raya con la estupidez. Para resumir, el tiempo de casamiento requerido
para la obtención de una carta de residencia para el cónyuge de un residente en
Francia es de tres años. Pero, la validez del titulo de residencia «competencias
y talentos» ¡es justamente … de tres años!
Una vez más, la similitud con la esclavitud se impone: Se separan las familias.
¿Qué se hace con los padres y madres titulares de maestrías? ¿Qué se hace con
sus hijos? Es cierto que las teorías negreras habían demostrado que una madre
que amamanta o que tiene a sus hijos cerca de ella es netamente menos eficaz;
por eso –rentabilidad obliga– separaban los niños de pecho de sus madres muy a
menudo antes de cumplir los dos meses.
Sobre ese punto, SARKOZY ha tenido una laguna mental: olvidó prever los casos de
«elites» femeninas, inmigrantes elegidas, que se enamoran durante su estadía,
que conciben y traen al mundo a sus hijos en Francia. Peor aún, parece que no
previó que algunas de entre ellas, entradas legalmente, puedan haber
desembarcado con un pequeño clandestino sin papeles, discretamente en camino en
el secreto de sus entrañas. ¿Qué ocurrirá entonces? ¿Qué lugar se dejará al
derecho de suelo (ius soli, ndt)?
Los franceses no se salvan de la regla y sus cónyuges extranjeros no obtendrán
su nacionalidad sino después de 4 años (en lugar de los 2 actuales) sin
prejuzgar las molestias y pesadumbres administrativas: Posiblemente una forma de
decir: «Antes de enamorarse en el exterior, ¡¡busquen en el interior de nuestras
fronteras!!» A menos que el fin no confesado sea el de debilitar las parejas
mixtas exponiéndolas a la maraña gubernamental y a las dificultades de los
primeros años de su matrimonio.
4º) Los criterios de evaluación del Centro para Estudios en Francia (C.E.F.)
revisados con miras al endurecimiento.
Tratándose de candidatos para estudiar en Francia, además de los antecedentes
académicos, el origen de sus motivaciones y la naturaleza del diploma, son
evaluadas por una parte sus capacidades financieras y lingüísticas, y por otra
parte las relaciones de Francia con sus países de origen.
Una vez más, no hay ninguna necesidad de ser un gran druida para comprender: Las
elites intelectuales deberán también pertenecer a una elite social: ¡nada de
becas, nada de ayuda para alojamiento estudiantil y tampoco derecho al
restaurante universitario! Francia quiere tomar todo sin dejar un céntimo. No
hay lugar para plebeyos, ¡aunque hayan arrasado con todos los premios escolares
y universitarios de sus países!
En cuanto a las relaciones (buenas, eso cae de su peso) con los países de
origen, sabemos muy bien lo que significa. Así como en los viejos buenos tiempo
de la trata de negros, el negocio se plantea en los siguientes términos a los
dirigentes de los países: «Si queréis que Francia reciba a vuestros hijos
privilegiados, los que provienen de familias de cómplices que los protegen y que
sabrán servirnos cuando llegue el momento, entonces debéis continuar dejándonos
invertir en vuestros países y someter al pillaje vuestras riquezas.»
En conclusión, más allá de la incongruencia de este proyecto de ley, no
comprendemos para qué es necesario ir a robar nuevos cerebros en los países del
sur cuando numerosas elites, forzadas al exilio, instaladas en Francia son,
tanto ellas como sus hijos, víctimas de discriminación a la hora de buscar
empleo y vivienda, de marginalización, de confinación en guetos, de racismo… por
sus orígenes: médicos confirmados que cumplen funciones de enfermeros (y en
consecuencia mal pagados), titulares de diplomas de bachiller + 4 ó 5 a los que
se les cierran los puestos de su competencia, periodistas de talento forzados de
renunciar a los medios de comunicación audio-visuales, banqueros separados de
los puestos susceptibles a entrar en contacto con el público, universitarios
forzados a emigrar a Estados Unidos donde les ofrecen reconocimiento y mejores
condiciones de trabajo, etc.
Otros inmigrantes han sido elegidos desde hace tiempo –y aparentemente nunca han
sufrido–. Hablamos de los millones y miles de millones de divisas robadas y
desviadas por numerosos dirigentes africanos y colocadas en los bancos europeos
en detrimento de sus conciudadanos que sufren.
Podemos apostar sin arriesgar demasiado, que de acá a algunas décadas, cuando
las víctimas se atrevan a alzar la voz, negacionistas y revisionistas nacidos de
la escuela de Olivier Pétré-Grenouilleau