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Iran denuncia maniobras intervencionistas occidentales para provocar una intervención armada contra su país
Londres, implicado en atentados en el sur iraní, acusa Teherán
DPA, REUTERS Y AFP
El general iraní Yahya Rahim Safavi, quien denunció ayer que fuerzas
británicas estacionadas en Irak proporcionan a agentes iraníes materiales para
fabricar bombas que luego utilizan en ataques en el sur del país.
Teherán, 28 de enero. Irán presentará a Gran Bretaña pruebas de la implicación
de Londres en los atentados registrados el fin de semana pasado en una región de
mayoría árabe en el sur de la república islámica, informaron altos funcionarios
del gobierno iraní.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Manuchehr Motaki, acusó al ejército
británico de estar implicado en dos ataques con bomba perpetrados en la ciudad
de Ahvaaz, en los que murieron nueve personas y otras 46 resultaron heridas.
Un funcionario de seguridad iraní, Abu Ali -citado por la agencia de noticias
local Fars-, aseguró que 17 oficiales británicos, incluidos algunos miembros de
la unidad especial Ratas del Desierto, cooperaron con más de 140 "mercenarios"
de nacionalidad iraní para llevar a cabo el atentado.
Esta no es la primera vez que Teherán acusa a Londres de apoyar ataques de
organizaciones árabes en la región fronteriza con Irak, junto a la provincia
vecina de Basora, donde se encuentra el cuartel general del ejército de
ocupación británico, integrado por 8 mil 500 soldados.
Presuntos miembros de una organización árabe separatista del surponiente de Irán
asumió la responsabilidad de los atentados del 21 de enero pasado.
El general Yahya Rahim Safavi dijo que "fuerzas extranjeras con base en Irak
dirigieron a agentes iraníes y les dieron los materiales para las bombas".
En declaraciones a la televisión estatal, Safavi precisó que el gobierno iraní
ha observado acciones de disidentes vinculados con las fuerzas militares de Gran
Bretaña y Estados Unidos.
"Estamos al tanto de sus reuniones en Kuwait e Irak. Por eso advertimos al MI-6
(el servicio británico de contrainteligencia) y a la CIA, que se abstengan de
interferir en los asuntos de Irán".
Las quejas del gobierno iraní por la intervención británica ocurrió al mismo
tiempo que en Davos, Suiza, los planes iraníes de producción de energía nuclear
se convirtieron en uno de los temas de debate en el Foro Económico Mundial.
Ahí, el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Jack Straw, manejó un
doble mensaje. Primero abogó por una diplomacia conciliadora que impida las
"humillaciones para una u otra parte" y luego señaló que Teherán tiene "bajas"
posibilidades de "evitar una remisión" de su expediente al Consejo de Seguridad
de Naciones Unidas.
Las declaraciones de Straw fueron hechas cinco días antes de que la Agencia
Internacional de Energía Atómica celebre en Viena una reunión extraordinaria
para tomar una decisión en el tema iraní.
Las afirmaciones de Straw ocurrieron además dos días antes de un encuentro en
Londres de los cancilleres de las potencias que poseen armamento nuclear y
derecho de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (Estados Unidos,
China, Gran Bretaña, Francia y Rusia), que también abordarán el asunto de Irán.
Poco después de que fueran conocidas las declaraciones de Straw, el general
iraní Safavi dijo a la televisión estatal de su país que "el mundo sabe que Irán
tiene un misil balístico con alcance de 2 mil kilómetros. No tenemos la
intención de invadir a ningún país, pero tomaremos medidas defensivas necesarias
si somos atacados".
Sobre la eventualidad de un ataque, el periódico Los Angeles Times publicó este
sábado una encuesta de opinión en que 57 por ciento de los estadunidenses
estaría en favor de un ataque a Irán, en caso de que no cancele su programa de
investigación atómica y las actividades para producir combustible nuclear.