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China
Los desafíos del fabuloso crecimiento
Antoaneta Bezlova
IPS Noticias
Los economistas intentan descifrar el significado del nuevo estatus económico de
China, advirtiendo que si bien su gran tamaño y la consolidación de su poderío
económico despiertan el aplauso de los inversores, conllevan también una serie
de responsabilidades.
Luego del anuncio de la tremenda prosperidad alcanzada por China en los últimos
12 años, el mundo entero está atento la forma en que este país administra y
responde a una serie de asuntos serios, como la degradación ambiental, el uso
ineficiente de la energía y la protección de la propiedad intelectual.
"Con una economía de mayor tamaño también vienen responsabilidades mayores",
expresó Chen Xindong, economista en jefe de la compañía BNP Paribas Peregrine
Securities.
"Tras la publicación de los nuevos datos económicos, la comunidad internacional
tendrá mayores expectativas respecto a las obligaciones de China como un nuevo
actor global".
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), rectificó la evaluación del
crecimiento de la actividad económica de 2004 y aportó nueva información
referente a la evolución del crecimiento desde 1993 en adelante.
Utilizando los datos del censo económico de 2004, los especialistas no sólo
descubrieron la existencia de un producto interno bruto (PIB) adicional de cerca
de 258.000 millones de dólares, del cual no se tenía conocimiento, sino que
revelaron un crecimiento mucho mayor durante los pasados 12 años.
Según los datos publicados en la página web de la ONE el 9 de este mes, el
aumento del PIB en 2004 fue de 10,1 por ciento en vez de 9,5 estimado
anteriormente.
Además, entre 1979 y 2004, la economía china creció a un promedio de 9,6 por
ciento al año, o sea 0,2 por ciento más de lo que se había dicho originalmente.
La corrección del índice de crecimiento del PIB para 2004 significa que la
economía de China es 17 por ciento más grande de lo que se pensaba.
Esto convierte a China en la sexta mayor economía del mundo, por encima de
Italia y apenas detrás de Gran Bretaña y Francia.
China superará a Francia cuando a fin de mes se publiquen los datos del
crecimiento económico de 2005, predijeron los expertos.
Los cambios en la información económica fueron el resultado de la realización de
la primera encuesta económica nacional de toda la historia, de la que
participaron más de 10 millones de recolectores de datos y expertos en
estadística.
Otras realidades económicas reveladas por el estudio indican que el sector
servicios jugó un papel mucho mayor del que se creía previamente, un dato que
según los economistas es señal de madurez y de que la economía está dejando
atrás la etapa de la producción industrial pesada de la que dependía la
planificación centralizada.
La ONE admitió que los métodos antes utilizados para medir el crecimiento de la
actividad económica fue un legado de la planificación estatal, la cual tendía a
enfatizar demasiado el sector industrial y a no prestar la debida atención al
valor de los servicios.
Como consecuencia, el crecimiento del PIB fue subestimado por más de una década,
dijo la ONE.
"Las correcciones disuelven una de las principales preocupaciones acerca de la
sustentabilidad del rápido crecimiento chino porque el seguimiento de la
evolución de la economía muestra que éste no es excesivamente dependiente de las
inversiones", dijo Tao Dong, analista de Credit Suisse First Boston Securities.
La participación del sector servicios en el PIB de 2004 aumentó de 31,9 por
ciento a 40,7 por ciento, informó la ONE, sugiriendo con esto que la estructura
de la economía china se está volviendo más balanceada, es decir, que el
crecimiento depende cada vez más del consumo privado y de las inversiones fijas.
Empero, aun cuando las inversiones se están volviendo menos importantes en su
conjunto, todavía representan 45 por ciento del PIB chino, lo cual sigue siendo
alto.
Más aún, este rubro continuará creciendo debido a las dificultades que se
presentan a la hora de disminuir o bloquear proyectos de inversiones en los que
se embarcaron muchos gobiernos locales partidarios de un crecimiento económico
alto a cualquier precio en vez de uno de calidad, preferido por el gobierno
central.
Esto significa que Beijing deberá soportar nuevos desafíos causados por el
crecimiento rápido de la inversión, como la degradación ambiental y un aumento
brutal de los precios de la energía.
Los economistas coinciden en que la revisión del PIB tendrá poco impacto en las
prioridades económicas del gobierno central para este año: la reducción de la
brecha de ingresos entre ricos y pobres en aras de la armonía social y la
mitigación del daño ambiental producido por años de crecimiento descontrolado.
"El PIB es un reflejo del poder económico de un país, pero no resuelve los
problemas de distribución del ingreso", dijo el analista económico Fan Wenzhong,
de la firma Lehman Brothers Securities Asia. "El gobierno sabe que debe impulsar
el consumo respecto de las inversions, pero solo es possible elevando el nivel
de vida de las masas", añadió.
La nueva política para mejorar el desarrollo de vastas zones rurales muy pobres
puede hacer que Beijing resista las presiones de sus socios occidentals para que
aprecie la moneda nacional, el yuan.
China revaluó el yuan en 2,1 por ciento en julio del año pasado, pero el mercado
continúa apostando por una mayor revaluación, mientras Estados Unidos sigue
afirmando que la moneda china está muy devaluada y da a los productos de esta
nación asiática ventajas injustas en el intercambio internacional.
Una moneda más fuerte minaría los intentos de Beijing de hacer más equitativos
los ingresos y mejorar el nivel de vida del campo. Apenas una pequeña
apreciación del yuan dañaría a los pequeños agricultures, muy vulnerables a la
competencia extranjera por las dimensiones de sus predios y su baja
productividad.
En un intento de frenar las especulaciones sobre la política monetaria, un alto
economista del gobierno sostuvo que no era probable que China moviera la moneda
este año.
"Es improbable que el yuan se aprecie de manera significativa en 2006", dijo en
los primeros días de enero el analista financiero Ba Shusong, del Centro de
Investigación y Desarrollo del Consejo de Estado, según el servicio de
información financiera Shanghai Securities News.