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Las "fuerzas de paz" de la ONU disparan alegremente sobre un vecindario pobre en Haití
Judith Scherr *
Los soldados ignoraron a los extranjeros, que filmaron y fotografiaron el incidente en la esperanza de que su presencia pudiera impedir un asalto a gran escala de la ONU sobre la gente. Uno de los brasileños que disparaba hizo señas a los extranjeros para que se apartaran de modo que pudiera seguir haciendo fuego hacia la calle
En una investigación para evaluar si la vida en Haití mejoró bajo la nueva
presidencia de René Préval, el empleado postal retirado David Welsh de Berkeley,
California y el activista del Comité de Acción por Haití (Haiti Action Committee)
Ben Terrell, de San Francisco, obtuvieron una amarga respuesta... del cañón de
los rifles de la ONU.
El jueves 23 de agosto, Welsh, Terrell y otros tres miembros de una delegación
que se había reunido con activistas haitianos en Port-au-Prince, fueron a Cité
Soleil, un barrio desesperadamente pobre a la orilla del mar donde Lavalas se
mantiene fuerte.
(Lavalas es el movimiento político del líder popular Jean Bertrand Aristide,
desalojado por la fuerza del gobierno en 2004 por tropas estadounidenses y
exiliado en Sudáfrica. Después de su remoción, los EEUU enviaron marines para
patrullar el país. Unos pocos meses después, los marines fueron reemplazados por
tropas de la ONU que ocupan Haití actualmente.)
Acompañados por cuatro haitianos, los extranjeros se adentraron en Simon
Pele, una zona de Cité Soleil donde las fuerzas de la ONU habían, supuestamente,
atacado a la gente en las semanas anteriores. El plan del grupo consistía en
entrevistar a los residentes para averiguar qué había pasado realmente entonces.
"Vimos una iglesia, un centro médico y una escuela que habían sido completamente
devastados por explosiones y no estaban en condiciones de volver a funcionar"
dijo Welsh.
No bien empezaron a entrevistar a la gente, cuando vieron cuatro vehículos
blindados para el transporte de personal que se aproximaban. "Dos bajaron por
una calle lateral y dos avanzaron por la calle donde estábamos," dijo Welsh
cuando fue entrevistado en Berkeley, el sábado. Había actividad en los
tenderetes del mercado frente a las casas y había mucha gente en la calle,
incluidos niños, agregó.
Acompañando a los carros blindados tripulados por soldados brasileños, había un
bulldozer y un camión de carga lleno de arena. La arena fue descargada y el
bulldozer la empujó con la pala hasta formar una barrera en la calle
"aparentemente para bloquear una posible vía de escape desde el vecindario,"
dijo Terrell en una entrevista telefónica desde Haití, el domingo.
A partir de su experiencia previa, la gente entendió que éste era el primer paso
de una "operación" de la ONU que terminaría en un ataque sobre el vecindario,
dijo Welsh, añadiendo que el bulldozer y el camión de carga parecían atemorizar
a la gente más que la visión familiar de las tropas ocupantes en la parte
superior de los blindados.
Comienza el ataque
Luego, las tropas comenzaron a disparar. "Disparaban hacia la calle y hacia
el interior de las casas," comentó Welsh, describiendo los disparos como
repetidos y, aparentemente, al azar. Tanto Welsh como Terrell afirmaron haber
oído dos detonaciones que provenían de las viviendas desde donde, añadieron, se
podría haber devuelto el fuego con armas de pequeño calibre.
Los soldados ignoraron a los extranjeros, que filmaron y fotografiaron el
incidente en la esperanza de que su presencia pudiera impedir un asalto a gran
escala de la ONU sobre la gente. "Intentamos hablar con ellos, pero no
quisieron," dijo Welsh quien, durante algún tiempo, estuvo a una distancia de
metro y medio del lugar desde donde los soldados disparaban. En cierto momento,
"vi a cinco o seis brasileños salir corriendo de los carros y entrar en el
vecindario," dijo Terrell.
Welsh comentó que uno de los brasileños que disparaba hizo señas a los
extranjeros para que se apartaran de modo que pudiera seguir haciendo fuego
hacia la calle.
En discusiones con los amigos haitianos, después del incidente, Terrell concluyó
que "la ONU no está diciendo la verdad a Préval ni a aquéllos que están en el
gobierno y que quieren ayudar a la gente. Están contando que la población de los
vecindarios dispara primero. Eso no es lo que vimos y no es lo que se nos había
dicho. Las así llamadas 'fuerzas de paz' de la ONU están desempeñando un papel
muy destructivo. Si estos son casos legítimos en que es necesario arrestar a
alguien, lo pueden hacer como operaciones policiales.
Ese día se dio parte de un muerto y nueve heridos, según Terrell, aunque
habiendo abandonado la zona tan pronto, como era recomendable por seguridad, los
miembros de la delegación no pueden corroborar independientemente estas cifras.
* Judith
Scherr es periodista en el área de la Bahía de San Francisco.
Znet en español. Traducido por Mirta López y revisado por Alfred Sola