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Paraguay
Continúa la represión y desalojo a campesinos
AnRed
Desalojos, represiones y detención de campesinos sin tierras es el resultado de
una nueva acción en la escalada de violencia policial en tres departamentos de
Paraguay. Mientras que las estadísticas oficiales señalan que más del 80 por
ciento del territorio está en manos de menos del 10 por ciento de la población,
grupos policiaco-militares expulsan de sus tierras a labriegos. La extensión del
latifundio y de la frontera sojera se señala como motivo de desalojo. Ayer, se
realizaron distintas movilizaciones para repudiar las políticas de Estado que
lleva a cabo en su gestión el presidente Nicanor Duarte Frutos.
En el distrito de Guayayby, en el norteño departamento de San Pedro, en
la madrugada del 9 de agosto, la fiscal Lilia Ruíz, junto con una delegación de
150 policías antimotines, allanó en forma violenta el Asentamiento Paraguay
Pyahu (Nuevo Paraguay), al tiempo que detuvieron a Richard Almada y Antonio
Escalante, este último herido de bala.
Además, destrozaron las precarias viviendas de un asentamiento en una propiedad
de 1010 hectáreas, reclamadas por el supuesto propietario, Calixto Saguier. Sin
embargo, esta ocupación lleva ya cinco años.
La fiscal justificó el procedimiento al señalar que los campesinos del
asentamiento se dedican al cultivo de marihuana y que existen cerca de 50
órdenes de captura contra los ocupantes (Diario Última Hora, 11/08/06).
Por otra parte, en el distrito de Yuty, departamento de Caazapá,
centenares de policías y cascos azules (antimotines) desalojaron a 200 familias
de una tierra de 5000 hectáreas sin título. Estas tierras, según señaló la
denuncia de la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC),
son trabajadas por brasileños, quienes destruyen las reservas boscosas y el
cauce de agua potable.
En dicha denuncia además se advierte que "los compañeros/as están acampados
en los costados de la propiedad, bajo amenaza de de ser detenidos y desalojados
de la vía pública". Del mismo modo se afirma que cortan carreteras y ocupan
latifundios improductivos para reclamar al gobierno el cumplimiento de sus
promesas de distribución de tierras y la concreción de la Reforma Agraria.
Además, en el Asentamiento Limoy II, del distrito de San Alberto,
departamento de Alto Paraná, sojeros brasileños -acompañados de paramilitares
armados- atropellaron a los asentados para despojarlos de las tierras
recuperadas y darlas a los empresarios sojeros. Estas y otras acciones
criminales son custodiadas por policías y militares, comandados por el jefe
militar Domingo Martínez.
De acuerdo a los datos, dichas tierras fueron vendidas en forma ilegal por
funcionarios del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT)
a empresarios sojeros, en su mayoría brasileños. Las mismas estaban destinadas
para los campesinos paraguayos beneficiados dentro de la Reforma Agraria.
Uno de los objetivos del INDERT es el desarrollo económico y social de la
población campesina, promoviendo el acceso a la tierra rural, saneando y
regularizando su tenencia. Sin embargo, los propios funcionarios de la
institución comercializan grandes extensiones de tierras a través de documentos
apócrifos.
El bajo precio de la tierra en Paraguay en relación con otros países de la
región ha sido uno de los factores que atrajo a productores brasileños del
sector agrícola y ganadero durante los últimos años. Estos empresarios
realizaron compras masivas de pequeñas parcelas en asentamientos campesinos de
los departamentos fronterizos y otros, como Caaguazú y Caazapá. Con el
transcurrir del tiempo, adquirieron más parcelas y las adhirieron a las
primeras. Formaron así grandes propiedades cuyo suelo sería destinado
fundamentalmente a la plantación de soja. Las consecuencias que ocasiona la
extensión de este modelo productivo para el sector campesino son ampliamente
conocidas. Además, no sólo afectan las áreas rurales, sino que, al expulsar a
los campesinos del campo, los problemas también se agudizan en los centros
urbanos.
Desde hace más de un año, las organizaciones de labriegos entregaron al
presidente Nicanor Duarte Frutos un programa de expropiaciones de fincas ociosas
en manos de latifundistas extranjeros, pero no han recibido ninguna respuesta.
El líder campesino Rafael Luis Aguayo, titular de MCNOC, indicó que en estos
momentos hay 300 mil familias sin tierra propia, que viven "con un futuro
incierto". De hecho, las estadísticas oficiales señalan que en Paraguay más
del 80 por ciento de las tierras están en manos de menos de 10 por ciento de la
población.
Militarización en el área rural
La militarización en el campo se agravó desde el 2003, año en que fue emitido el
Decreto 167 que autoriza a las Fuerzas Armadas a actuar en tareas de seguridad
interna, en colaboración con la Policía Nacional.
Así lo menciona en su Informe la Misión Internacional de Observación, que
visitó el campo paraguayo entre el 15 y 20 de julio de 2006 y cuyo objetivo era
verificar la situación del pueblo a partir de la Ley 2594, que otorga inmunidad
a los efectivos de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Esta misión tenía como
objetivo verificar las denuncias de violaciones a los derechos humanos y
civiles, así como observar la escalada general de militarización.
El informe menciona denuncias sobre ocupación militar de tierras y locales de
las organizaciones campesinas, como en el caso de la Organización Campesina de
Desarrollo Comunitario del Guaira (OCDCG), en Paso Yobai, en que el asentamiento
"8 de Diciembre" sufrió un allanamiento por parte del ejército y la toma del
local de la organización, incautando sus bienes y medios de comunicación y
haciendo huir a su dirigente, Isidoro Paredes. Esta situación data del año 2004
y se mantiene hasta la fecha.
Las denuncias competen a la actuación de los cuerpos de seguridad
constitucionales (ejército y policía) y a los Consejos de Seguridad Ciudadana,
creados recientemente por el Ministerio del Interior y que son cuerpos
combinados policíaco-militares. Son estos grupos los señalados como autores
de las represiones, desalojos, violaciones e incluso asesinatos de dirigentes y
miembros de las organizaciones campesinas.
En Yvy Yau, la Misión tuvo informe de la desaparición forzada del periodista
Enrique Galeano, de 49 muertos y varios desaparecidos en los últimos dos años.
En San Pedro de Paraná, departamento de Itapúa, se denuncia la presencia de un
destacamento militar en medio de cuatro asentamientos campesinos que fueron
despojados de 5 Has. con el propósito de construir la sede del destacamento.
Además de intimidar a la población campesina, los militares realizan actividades
de fragmentación comunitaria y proselitismo político al plantear a las
comunidades que ellos pueden gestionarles sus reivindicaciones sin necesidad de
llevar a cabo acciones de protesta y con mayor celeridad que las organizaciones
sociales que los representan.
La extensión del latifundio y de la frontera sojera se señala como motivo
del desalojo de los campesinos. Según fue reiteradamente denunciado, los
empresarios sojeros se valen de una empresa denominada Guardias Rurales S. A.
para realizar las expulsiones y apoderarse de las tierras campesinas, a tal
punto que se habla de "zonas liberadas" donde las fuerzas del Estado no
intervienen. Esto fue denunciado por todas las organizaciones campesinas que
fueron entrevistadas.
Junto a los desalojos y asesinatos vinculados a la extensión de la frontera
sojera, se reporta una alta incidencia de morbilidad derivada del uso masivo
de agrotóxicos y signos visibles de enfermedad. Se tiene registro de muertes
por los agrotóxicos y de casos de hidrocefalia.
Marchas campesinas en 10 departamentos
La Coordinación Nacional "Por un país para la mayoría" organizó ayer,
martes 15 de agosto, una marcha simultánea en 10 departamentos. La
protesta fue en repudio a las políticas contrarias a los intereses nacionales
implementadas por el gobierno de Nicanor Duarte Frutos. Las movilizaciones se
acompañaron de debates en Asunción, Concepción, Caaguazú, Canindeyú, Guairá,
Itapúa, Misiones, Caazapá y Ñeembucú.
La Coordinación está integrada por la Federación Nacional Campesina (FNC), el
Movimiento Popular Revolucionario Paraguay Pyahurâ (MPRPP), la Corriente
Sindical Clasista (CSC), Coordinadora Nacional de Organizaciones
Populares-Movimiento Sin Techo (CONOP-MST), el Departamento Mujer y Asambleas
Populares de Paraguay Pyahurâ.