Latinoamérica
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Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela:
Entrevista a Fernando Buen Abad.
Si hubiera que decir cuales son las líneas por seguir yo diría que el ejemplo está aquí
Fernando Buen Abad Domínguez, escritor mexicano
Nuevo modelo comunicacional impulsado por Venezuela es punto de referencia
para el continente
Doctor en Filosofóia, Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con una
maestría en Filosofía Política. Actualmente es Vicerrector de la Universidad
Abierta de México, país donde nació en diciembre de 1956. Autor del libro
"Filosofía de la Comunicación", publicado por el Ministerio de Comunicación e
Información y presentado en la ciudad de Caracas el pasado 23 de junio.
Aprovechamos su visita al país y experiencia académica, para conocer su
percepción sobre las nuevas experiencias comunicacionales que se gestan en el
marco del proceso de revolucionario que construye Venezuela.
María Mercedes Cobo y Emilce Chacón
Fotos: Luis Laya
¿Qué opinión tiene sobre el comportamiento de los medios de comunicación en
Venezuela?
"Venezuela siempre es un punto y aparte en este análisis y diagnóstico a nivel
mundial. Nosotros hemos venido haciendo, desde hace algún tiempo con el
Instituto de Investigaciones sobre la Imagen de México, una serie de
aproximaciones sucesivas sobre los cambios que se han venido dando en Venezuela.
Notamos que este país es el producto de un gran fenómeno de comunicación.
El acontecimiento de abril de 2002, en el que un pueblo salió a la calle y en el
que millones de personas lograron organizarse en muy pocas horas para un proceso
revolucionario de cambio, es un verdadero acontecimiento. Todavía no sabemos
bien cómo ocurrió eso, la gente se comunicó entre sí, "Radio bemba" le llaman
aquí, una herramienta de comunicación popular proliferó y proliferó. Las
motocicletas se volvieron las venas del proceso, la gente subía y bajaba en las
motos, trayendo la sangre de la información. Es un gran acontecimiento de
comunicación que necesitamos estudiar.
Necesitamos aprender lo que la gente puso en práctica en las calles ese día para
organizarse, para decirle al Presidente, a los golpistas y al mundo cuál es la
ruta social que este país está eligiendo contra las formas más autoritarias y
más despreciables de traición contra un pueblo.
Para nosotros, es un objeto importante saber que además de las muchas cosas que
representa este proceso de transformación en Venezuela, hay una transformación
de la comunicación misma, pero eso no es todo, también nos damos cuenta de que
contra todo lo que los medios de comunicación privados han hecho y han dicho,
basados en la calumnia y los insultos, el pueblo venezolano ha sabido resistir
intelectualmente, no ha caído en la trampa, a pesar de que el 90% del espacio
radioeléctrico de este país y los medios de comunicación en su mayoría son
privados. A pesar de todo esto, no han logrado derrotar la fortaleza emocional,
la cultura, la tradición y la voluntad del pueblo. Creemos que eso tiene que
estudiarse como un fenómeno social de masas de comunicación ¡Nunca se dio en la
historia de la humanidad! Ni se vio hasta ahora en América Latina que un
Presidente regresara de un Golpe de Estado, y que la gente se pusiera de acuerdo
tan rápido para lograrlo".
¿Está Venezuela desequilibrando el poder hegemónico comunicacional en el propio
territorio venezolano y en el continente?
"Yo diría que está comenzando hacerlo. Yo creo que cada día está comenzando a
sentir más y más esa necesidad, Venezuela está llegando a la conclusión de que
no se puede tener una actitud permisiva frente a los poderes mediáticos
acostumbrados a mentir, porque estaría tolerando un proceso permanente de
delito, usando los medios de comunicación.
Yo creo que ni siquiera es el Estado el que tendría que intervenir, tendrían que
existir como jurados populares, tribunales populares con especialistas
conscientes, participando al lado de la gente y ayudando a entender que no es un
juego de niños, el que un personaje por la televisión en las mañanas, grite en
frente de sus invitados, les agite la mano en la cara, eso es falta de respeto a
la voluntad del pueblo, a la figura de un Presidente que es un líder
latinoamericano y mundial. Estamos conscientes que el proceso es lento y que
falta mucho".
Rol de las comunidades
Usted dice en sus textos que hay que construir una comunicación distinta a la
que estamos acostumbrados, esto es algo complejo ¿Cómo podríamos avanzar en la
construcción de una comunicación coherente con el proceso revolucionario, según
su experiencia académica y su experiencia de vida?
"Una manera de cambiar el discurso es cambiando los actores del discurso. Una
buena manera es que no sean siempre los mismos diciendo siempre lo mismo. Cuando
hablo del discurso no me refiero a la palabra, lo digo en el sentido
mediático-genérico que es el discurso estético, el tipo de tomas, el tipo de
música, la modulación con que algunos lectores de noticias en la televisión
comercial hablan idénticamente unos tras otros, hacen unas inflexiones de voz,
exageraciones, acentos, modalidades, modernizaciones de voz.
En mi opinión, cambiando ese discurso ya empezamos a pensar en otras
alternativas, porque en lugar de tener intermediarios que nos expliquen cómo es
la realidad, dejamos que sea la realidad misma la que hable. Como pasa en los
medios mexicanos, lo que hacen es interpretarnos lo que dijo el otro, están en
una fábrica con los trabajadores, con los campesinos, con las organizaciones
sociales, y el reportero nos dice aquí se está diciendo no sé qué y no sé
cuanto. Hay tensión en el ambiente, jamás dejan que los otros digan por su
cuenta a qué fueron, qué están haciendo, qué quieren decir, qué piensan, qué
sienten, qué les duele, qué les emociona, qué les enamora ¡No sabemos! Son
siempre como decoración, escenografía de trasfondo, esto no es nada nuevo, es un
formato que se usa en el mundo, y puede ser transformado.
Puede ser ahora que las propias comunidades tomen el micrófono. Ojalá también
las cámaras, ojalá también aprendan. Porque no basta con tomar el micrófono, hay
un montón de elementos y condiciones para hacer un manejo medianamente sensato,
ordenado de los medios de comunicación, no es una cosa fácil, es un oficio que
como cualquier herramienta merece su tiempo, su maduración, su aprendizaje.
Las comunidades pueden empezar a encontrar sus propios lenguajes, con su acento,
con su énfasis con sus prioridades, con sus intereses. No estamos acostumbrados
a mirar esa televisión, no estamos acostumbrados a escuchar esa radio, no
estamos acostumbrados a leer esa prensa nueva, estamos aprendiendo otra vez.
Todavía no hemos visto la mejor comunicación, hasta ahora hemos visto la
comunicación mercantilizada, la que convirtió el tiempo en mercancía, la que
convirtió las mujeres en mercancía, la que convirtió a la familia en una
mercancía, la televisión que hace del mundo un objeto de consumo, cuando eso
podamos superarlo conceptualmente, filosóficamente, poéticamente, cuando hayamos
dado ese salto cualitativo, que levantemos la calidad del discurso y la calidad
narrativa, vamos a ver otra televisión, otro periodismo, vamos a tener que
aprender nuevas convicciones incluso narrativas".
Los medios de comunicación pueden ser una herramienta para pacificar, también se
pueden utilizar como una herramienta para avivar la confrontación como ocurrió
en Venezuela en abril de 2002 durante el golpe de Estado, calificando a los
simpatizantes del gobierno como "hordas chavistas" y a quienes apoyaban la
oposición como "sociedad civil en pie de lucha" ¿Qué interpretación hace usted
del manejo informativo que se ha hecho?
"Yo creo que es un ejercicio desleal de la comunicación. Un ejercicio que no es
fiel a lo que la gente está diciendo ¡No se pueden producir canalladas en los
medios de comunicación! Si miramos a nuestro alrededor y observamos a quienes
han estado excluidos por décadas evolucionar como individuo y como colectivo,
porque viven en un país que construye un proceso de transformación, para mejorar
la calidad de vida de cada uno de sus habitantes, no queda más que acompañar eso
y estar de lado del desarrollo humano.
Nadie puede estorbar el desarrollo de la sociedad y si alguien lo hace con un
medio de comunicación, peor aún. Entonces me parece que eso es absolutamente
canalla, yo creo que hay que discutirlo como una falta ética, como una falta
verdaderamente de solidaridad humana, lo que es cierto es que Venezuela, durante
años, les ha dado el ejemplo a muchos países del trato diplomático, a pesar de
que muchos se han portado absolutamente groseros como México. También, estamos
frente a un problema de orden político e ideológico, este país está librando una
batalla fantástica que es la batalla de las ideas, en donde la gente está
aprendiendo a tomar conciencia de su derecho a pensar libremente y eso a casi
nadie le gusta.
Retomando el tema de los medios de comunicación, ustedes tienen un desafío
inmenso porque tienen además un presidente que en materia de comunicación es un
talento fenomenal. El presidente Chávez es un rebelde en todos los sentidos, he
escrito un material sobre eso, a propósito del programa Aló Presidente. Es un
espacio que se ha convertido en la escuela de educación política más
impresionante que hemos visto en el mundo entero, eso nos habla de que hay un
poderío de comunicación. A través de este programa, mucha gente ha aprendido
analizar problemas petroleros internacionales, a conocer la estructura económica
de la nación, entre otros asuntos importantes".
¿Aló Presidente es comunicación para el desarrollo social?
"Sin duda alguna. Está claro que no basta con eso, porque si uno se cuelga
solamente de esa manera de hacer comunicación, entonces sobresaturaríamos al
interlocutor con una sola fuente. Por eso, proponemos que existan Aló
comunidades, Aló obreros, Aló estudiantes, Aló campesinos, así habría fortaleza
discursiva y narrativa".
Según su opinión ¿Cuales serían las líneas estratégicas que debería tocar una
política comunicacional coherente con el proceso de transformación que vivimos
en Venezuela?
"Antes que contestar, quiero comentar que hace unos meses estuve en la
televisora Al Jazzera en el medio oriente, y en ese momento empezamos a
conversar con un grupo, preguntándonos dónde habrá en el mundo un espacio donde
se tome el micrófono y se hable con libertad, en seguida, pensamos en Venezuela
y las experiencias comunicacionales que ha creado el proceso bolivariano como
Vive TV y Telesur.
Vive TV es un proyecto que está naciendo, pero que ya es una vanguardia y
Telesur es una propuesta en pleno crecimiento. Telesur es una herramienta de
integración y de comunicación que deberá caminar, como dicen su norte es el sur
y también su norte es el socialismo. Estos son dos hijos de la comunicación
revolucionaria en este país, estos son los espacios donde tienen que comprobarse
todas estas tesis revolucionarias, nadie tiene esta posibilidad ¡Es oro molido,
créanme! Es una oportunidad extraordinaria.
Si hubiera que decir cuales son las líneas, yo diría que debemos seguir este
ejemplo, aunque no basta. Por ejemplo, estamos proponiendo organizar una
corriente internacional de pensadores, de comunicadores, que se solidaricen con
esta línea de trabajo que se ha desarrollado en Venezuela, porque es la más
avanzada. Debemos empujarla. Yo he venido ayudar en lo que pueda, buscamos que
todos lo que trabajan en estos medios se comprometan con su formación y mejoren
la calidad de sus programas, que sorprendan y seduzcan mejor.
Una línea estratégica importante es la política de estudiar, de generar una
corriente importante de solidaridad política, económica con la revolución pero
además, tener ética. Es una tarea ineludible y después de eso, habría que llamar
a los delegados de base de todos los movimientos de comunicación en América
Latina y sentarnos a discutir cómo caminamos juntos en esta experiencia de
comunicación venezolana. Ya estamos frente a un modelo de comunicación falta que
crezca y madure".
La Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resorte) creada en
Venezuela, ha recibido insistentes ataques con el argumento de que expresa el
control absoluto por parte del Gobierno. El más reciente tiene que ver con la
distribución del espectro radioeléctrico ¿Qué piensa de esta Ley?
"La llamada Ley Resorte es una gran herramienta de construcción social en
comunicación. Me parece que hay que estudiarla, es un gran logro, debemos
aprender de ella y perfeccionarla, yo creo que debemos apoyarnos en la legalidad
y en la legitimidad de un proceso de transformación en materia de comunicación.
Además, debemos debatir no sólo en Venezuela, sino en el mundo sobre el espectro
radioeléctrico, tenemos que acompañar ese debate, es urgente que México discuta
sobre este tema.
Por otra parte, tenemos que cambiar las formas de hacer comunicación y la
conciencia de los medios. En definitiva, tenemos que poner al servicio del
proceso de transformación de un país todos los conocimientos científicos, la
ciencia no es un privilegio para unos cuantos que puedan vivir de ese
conocimiento, la verdad es que las universidades son las que menos producen
conocimiento. El conocimiento no está necesariamente en las universidades,
aunque algunos se santifiquen con eso".
Profesor ¿Tiene previsto desarrollar algunas propuestas académicas en nuestro
país?
"Sí. Actualmente, estamos desarrollando un proyecto de investigación, un
seminario aplicado para impartir en la Universidad Bolivariana de Venezuela
(UBV), también buscamos hacer un convenio con el Ministerio de Comunicación e
Información (MinCI) para hacer más seminarios en Caracas y en el interior del
país donde hay mucha gente interesada en estos proyectos.
Aparte, queremos crear un espacio de investigación científica en materia de
comunicación, nosotros estamos interesadísimos en participar en este proceso, yo
he coleccionado material de distintas experiencias para difundirlos en estos
espacios que estamos construyendo".