Latinoamérica
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El fraude
Luis Javier Garrido
La Jornada
La tentativa de fraude electoral de Vicente Fox y Carlos Salinas de Gortari
contra el pueblo de México para imponer en la silla presidencial a su
incondicional, el panista Felipe Calderón, quien perdió las elecciones, como él
sabe, sobre Andrés Manuel López Obrador, quien las ganó legítimamente, en un
robo que no es a éste sino al pueblo de México, pone en riesgo la estabilidad
del país y el futuro inmediato.
1. El proceso electoral de México está siendo el más sucio en la historia
de América Latina, pues constituyó una operación masiva y coordinada del
gobierno foxista, del grupo salinista y de los yunquistas del PAN durante varios
años para subvertir la voluntad del pueblo e impedir la llegada a Palacio
Nacional de López Obrador. Y por ello este fraude anunciado no debería
sorprender, pues desde la tentativa de inhabilitar a AMLO en 2004, el régimen se
propuso utilizar contra él todos los recursos fraudulentos conocidos e inició
una guerra sucia, que tampoco encuentra precedentes y que es causal
suficiente para anular el proceso.
2. La responsabilidad delictiva de Luis Carlos Ugalde, el individuo
designado como presidente del IFE en reunión efectuada en 2002 en casa de Carlos
Salinas a propuesta de Elba Esther Gordillo, comenzó al planear la manipulación
del padrón junto con el cuñado incómodo de Calderón, Diego Hildebrando Zavala,
continuó al no impedir el Consejo General del IFE la injerencia de Fox en el
proceso y la utilización de recursos oficiales e ilícitos a favor del panista y
al hacerse sus integrantes los desentendidos ante la guerra sucia en los
medios, y culminó con el fraude material y cibernético del 2 de julio.
3. Las evidencias que están aportando los ciudadanos sobre el padrón
alterado, las presiones en las casillas, los viejos y nuevos trucos para anular
votos legítimos e inyectar votos inexistentes, y falsificar actas y resultados,
aunadas a los hallazgos sobre el fraude cibernético, cobran mayor trascendencia
cuando se constata que esta operación monstruosa de fraude, denunciada desde
hace meses en los medios, sólo permitió a Calderón tener en las cifras
maquilladas del IFE 239 mil votos más (35.88 por ciento) que López Obrador
(35.31 por ciento), es decir un poco más de un voto por casilla.
4. El fraude cibernético del 2 de julio, que se evidenció cuando las
encuestadoras fueron obligadas a callar a las 20 horas, el IFE no informó de su
conteo rápido de las 23 horas y un día después publicó maquilladas las cifras
del PREP, que debía dar a conocer conforme al artículo 89 fracción "l" del
Cofipe, confirmaron que todo el aparato del IFE elbista-panista está inodado en
este operativo delictivo.
5. El Consejo General del IFE concluyó su papel fraudulento el miércoles
5, fecha en la que se iniciaban los cómputos distritales, cuando usurpó
funciones del Poder Judicial, al montar una nueva y fraudulenta operación
mediática con un conteo ilegal fast track y difundiendo una dudosa
sumatoria de casillas, actividades a las que no está autorizado por la ley, y
todo ello para imponer la creencia de un supuesto triunfo de Calderón, lo cual
no es su función, pues la Constitución es muy clara al respecto. En esta nueva
jornada de fraude no sólo se negaron a los partidos las garantías establecidas
en el artículo 247 del Cofipe de poder abrir paquetes y hacer nuevos escrutinios
y cómputos, sino que se hizo la propaganda de datos no oficiales, cuando es a la
Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y no
al IFE, a la que compete, según el artículo 99 constitucional: a)
realizar el cómputo final una vez resueltas las impugnaciones interpuestas, y
b) formular la declaración de validez de la elección presidencial.
6. Los siete magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral se
hallan ante la disyuntiva de avalar el fraude y la que es una tentativa de golpe
de Estado del grupo foxista-salinista o de proceder conforme a derecho. En
términos de sus atribuciones constitucionales pueden a) depurar la
elección y, atendiendo a los recursos, abrir paquetes, hacer el conteo voto por
voto, reponer sufragios ilegalmente anulados y nulificar casillas fraudulentas;
o bien b) anular la elección, por el proceso electoral viciado por la
injerencia delictiva de Fox y del gobierno, las presiones ilícitas de los medios
a los votantes, y el fraude material y cibernético, como lo hicieron ya en
elecciones locales como la de gobernador de Tabasco, anulada por decisión del 29
de diciembre de 2000, pues sería muy grave para la estabilidad del país que,
contra la razón y el derecho, pretendieran por el contrario c) avalar el fraude
de Fox y de Salinas contra los mexicanos.
7. El régimen salinista-foxista buscará en los próximos días, y a toda
costa, imponer con una enorme operación propagandística en los medios a
Calderón, el hombrecillo insignificante y dócil que fungiría por seis años como
su instrumento (en lo que ha sido su Plan "A"). Pero no descartaría en el peor
de los casos, según múltiples indicios, aceptar la anulación de los comicios si
las cosas se le complican, ya que Calderón es prescindible para muchos (el Plan
"B"), no por inepto, sino porque para miembros del grupo oligárquico en el poder
el país no soportaría en 2006 otro presidente ilegítimo, sobre todo cuando se
trata de un vulgar traficante de influencias y un delincuente electoral que no
tendría ascendencia moral alguna para poder gobernar.
8. Las voces neofascistas de locutores de televisión y seudo académicos
que se escuchan en los medios luego de las decisiones delictivas del IFE, y que
pretenden que los mexicanos y el propio López Obrador deben aceptar como buena
esa "mentira evidente" (para usar el término de César Luis Menotti) de los
resultados fraudulentos, y doblegarse ante el dictado de Salinas y Fox, se
olvidan en su vocinglería de papagayos que esos datos no son oficiales, pues el
único cómputo final lo hace el tribunal y que, en cualquier caso, el pueblo
tendrá siempre el derecho inalienable a la resistencia civil cuando como ahora
se violan sus derechos de manera flagrante y cínica.
9. 2006 no es 1988, y hoy amplios sectores no están dispuestos a dejarse
pisotear, a que se negocien sus votos y a que se les ordene desmovilizarse.
Muchos mexicanos han aprendido la lección de cuatro sucesivas elecciones "de
Estado", y no están dispuestos a que ésta lo sea una vez más, y que seis años
más se les sigan confiscando sus derechos en nombre de los intereses espurios de
unos cuantos. Y por ello están dispuestos a todo, como demostrarán el sábado 8
al acudir al Zócalo al llamado de López Obrador. De manera que el régimen debe
atenerse a las consecuencias de esta provocación criminal que está haciendo
contra el pueblo al violarle sus derechos fundamentales
10. El intento de fraude perpetrado por Fox y Salinas con el objetivo de
hacer prevalecer los intereses de unos cuantos grupos oligárquicos vinculados a
empresas extranjeras, está haciendo regresar el reloj de la historia a los
momentos más turbios del pasado mexicano, pero ahora va a encontrar a sectores
mayoritarios del pueblo que con vocación democrática moderna no se van a dejar,
porque entienden que la decisión de 2006 es histórica: y que de aquello que
acontezca en los próximos días dependerá el futuro de muchas generaciones y la
supervivencia de México como nación soberana e independiente.