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Latinoamérica

Necesidad energetica de la amazonia boliviana

  Ricardo Ángel Cardona
  
  La provincia Vaca Diez en Beni tiene una población de 200 mil habitantes extendida en Riberalta, Guayaramerín y Cachuela Esperanza. El consumo de energía en esta provincia amazónica - de las ocho que tiene Beni - se eleva día en día debido al empuje de su economía crecientemente diversificada en ramas industriales y agro-industriales, proceso de castañas, frutas, aserraderos, transporte terrestre, fluvial y aéreo, oro aluvional, hotelería y turismo, uso doméstico y generación eléctrica.
  
  Esta provincia que lleva el nombre del insigne industrial y explorador del siglo XIX, Dr. Antonio Vaca Diez, representa solo una parte de la amazonía beniana, pandina y paceña, pero que crece dinámicamente sin planificación alguna. Ella representa el 30% del empuje económico amazónico, hasta punto tal que Riberalta ( www.bolivia-riberalta.com ) se autoproclama con razón capital de la amazonía boliviana.
  
  Planificación integral amazónica significa provisión de energía en cantidad requerida por la región, y de insumos industriales y de construcción en segundo término. Por tanto urgente es que gobiernos nacional, departamental, provincial y municipal conozcan exactamente y provean la energía global e insumos que necesita la región.
  
  Actualmente YPFB, como proveedora mayorista, aspira a cubrir las necesidades energéticas de la amazonía, principalmente de Trinidad, Riberalta, Guayaramerín y Cobija, tanto por vía terrestre como fluvial por el río Mamoré. Sin embargo el crecimiento económico hace insuficiente dicha provisión. YPFB necesitaría incrementar en forma inmediata y duplicar la provisión actual de diesel, gasolina y GLP. Como también a futuro se necesita un gasoducto desde los megacampos hacia la amazonía para generar electricidad de consumo interno y exportación a Brasil y Perú.
  
  El consumo actual anual total es de 15 millones litros diesel, 18 millones gasolina y 500 mil garrafas GLP. Debido al crecimiento económico esta cifra debería ser duplicada en 2006 si de verdad se quiere impulsar el desarrollo integral de la región amazónica sin sufrir cuellos de botella. Para el caso de Riberalta que consume 3 millones litros diesel se necesitaría triplicar esta cifra, teniendo en cuenta la construcción de caminos asfaltados, pistas aéreas y camiones con productos de exportación. El consumo de gasolina de 4 millones litros debería duplicarse por las mismas razones y el parque automotor interno. Con 180 mil garrafas GLP año sería beneficioso para las amas de casa que se eleve a 360 mil, el doble igual que para toda la amazonía. No se debe olvidar que Riberalta es una ciudad de inmigración que ya alcanza 120 mil habitantes.
  
  Se trata en el fondo de un reto histórico para el gobierno nacional y especialmente para YPFB y los frutos esperados para la población debido a la nacionalización de los hidrocarburos de mayo 2006. YPFB debe demostrar responsabilidad y eficiencia con las necesidades energéticas de la amazonía, evitando acusaciones de centralismo y falta de planeación energética para la región, como era usual y norma con la política neoliberal anterior dedicada a exportar más que a satisfacer el mercado interno.
  
  YPFB necesita elaborar un plan de inversiones para atender la logística de la zona en medios de transporte, barcos y cisternas, sistema de almacenaje, provisión de hidrocarburos y comercialización eficiente y eficaz. Además de contratar técnicos especializados en estas áreas.
  
  La geografía amazónica bella y llena de lagos paradisíacos es también difícil por los ríos caudalosos, lluvias torrenciales y barro en los caminos. Por lo mismo se necesita una acción coordinada con el SNC para que asfalte las carreteras existentes y construya más caminos de hormigón armado, puentes y servicios colaterales a lo largo de las mismas.
  
  La importación de diesel venezolano por 200 mil barriles mes debería ser incrementada en 100%, dadas las condiciones favorables que ofrece Venezuela Bolivariana. Así la amazonía boliviana podría duplicar sus expectativas de abastecimiento y planificar su economía floreciente a largo plazo. Agradecidos estarían con seguridad los agentes económicos mencionados como también transporte, telecomunicaciones, servicio aéreo esencial, generación eléctrica, aserraderos y agro-industrias en general. En la zona se mueven cinco líneas aéreas y varios parques y lagos naturales turísticos. Riberalta por su posición geográfica no desvía hidrocarburos hacía el contrabando, y esta podría convertirse en la razón principal de su crecimiento industrial y tecnológico, inclusive algo mayor que otras ciudades y pueblos de la amazonía. Es otra razón de peso para que YPFB concrete la provisión de energía necesaria a la región amazónica en nombre del Estado boliviano.
  
  La producción de energía eléctrica en Riberalta está a cargo de CER una cooperativa que cuenta con una usina para producir vapor y electricidad con diesel y cáscaras de castaña de alto poder calorífico. La potencia de 20 mil KW necesita aproximadamente 20 mil litros diesel día. Las industrias cerámicas, doméstico, telecomunicaciones, hotelería y constructoras de infraestructura y viviendas dependen de su aprovisionamiento seguro. YPFB no debe olvidarse de productos de aviación y lubricantes debido a que la región se moviliza en aviones y ya cuenta con cinco líneas aéreas. También la existencia de decenas de barcos-ingenios en los ríos Mamoré, Beni, Madre de Dios y Madera, para concentrar oro aluvional, requiere energía diesel. Este oro de gran pureza debería ser rescatado y refinado por COMIBOL y BCB para elevar las reservas netas del Estado nacional.
  
  Sin embargo la solución de fondo es la construcción de gasoductos de metano desde los megacampos de Cochabamba y del Chaco, hecho que muestra palpablemente que Bolivia no necesita regiones autónomas sino más bien planificación nacional conjunta. La región necesita energía eléctrica más barata que la actual de dos bolivianos el kwh, precio que hace difícil el desarrollo acelerado y creciente de la amazonía. Con gas natural seco - después de pasar por la planta de separación y fraccionamiento de líquidos de la planta en construcción en Villamontes y Yacuiba - se podría instalar termoeléctricas de un millón de KW de potencia con ingresos brutos de mil millones de dólares año provenientes del mercado interno y de la necesitada amazonía brasileña y peruana. Así el precio del kwh quedaría reducido a 80 centavos de boliviano. Este precio permitiría el asentamiento de más industrias y hotelería. Lo mismo la hidroeléctrica de Cachuela Esperanza y río Madera contribuirían a la
 solución energética integral de la amazonía tropical
  
  Por todo lo mencionado creemos que el gobierno nacional debería concentrarse en esta tarea de logística energética a través de las empresas públicas YPFB y ENDE. Las prefecturas y municipios deberían crear direcciones de gerencia y planificación energética. Creemos también que esta es posiblemente la mejor vía para construir sólidamente el Estado boliviano.
  
  rancardonay@yahoo.es    

Fuente: lafogata.org