Latinoamérica

Cesar Zelada*

Las elecciones presidenciales peruanas han concluido y Alan García se alzó con la victoria con el 54.6% superando a Humala con casi 10% (según la Oficina Nacional de Procesos Electorales). Estos resultados expresan una polarización social a derecha e izquierda en la sociedad peruana. A la misma vez a traído mucho desencanto en el pueblo peruano mas pobre del país que veía al líder nacionalista con expectativa de un ³verdadero cambio². Ante esto, los nuevos apristas antihayistas, ³demócratas liberales² y Bush saltan de victoria, pero ésta es sólo una visión superficial de los acontecimientos. Las elecciones no son más que un fotograma del ambiente de la opinión pública en un momento determinado. Este resultado ahora será presentado como la victoria de Bush, del conservadurismo y el TLC. Sin embargo, las bases de este voto son muy frágiles e inestables. Se evaporará como el agua caliente en una cocina a vapor al calor de los acontecimientos que se están realizando en Latinoamérica. La película de acción  recién comienza.
Los ³intelectuales² demócratas e izquierdistas se preguntan ¿Cómo es posible que uno de los más grandes genocidas regrese al poder? Algunos le echan la culpa al pueblo. Sin embargo, Alan García a ganado, pero Humala tiene la bancada mayoritaria y el apoyo de los sectores mas radicalizados del país. La dinámica ascendente del proceso revolucionario latinoamericano que esta entrelazado orgánicamente con el Perú y sus tradiciones revolucionarias presionarán por la izquierda para que este cumpla con sus promesas. En realidad, la administración García va a estar acosado por la movilización social desde el primer día de su mandato. Por esta razón, el líder del nuevo aprismo antihayista y pro-imperialista se va a arrepentir de haber ganado las elecciones.
El pueblo peruano es antiimperialista y revolucionario Cuando la invasión imperialista inglesa a las Malvinas-Argentina, el pueblo peruano salio a movilizarse por todo el Centro de Lima de manera contundente como muestra de solidaridad al pueblo hermano gaucho. De igual manera, cuando la revolución nicaraguense, varios jóvenes y obreros peruanos integraron el Comité Internacionalista Simón Bolívar y fueron a aportar a la revolución sandinista. Así mismo sucedió con la revolución chilena.
Actualmente, las manifestaciones de miles de jóvenes estudiantes peruanos contra la invasión norteamericana a Irak es elocuente. En verdad, vivimos momentos de lucha antiimperialista en todo el planeta. Existe una conciencia antiimperialista en los sectores más desposeídos, pero también en las clases medias empobrecidas.
El rechazo al TLC norteamericano es una manifestación contundente al respecto.
La injerencia Chavista En este sentido acusar a Chávez de ser el único perdedor en la contienda electoral como declara García (el nuevo lamebotas del imperio), es chocar con la realidad social peruana. El apoyo de Chávez a Evo Morales en las elecciones pasadas fue clave. De igual manera, en el caso de Humala, Chávez aportó con un buen porcentaje de votos (teniendo en cuenta que Ollanta creció 14% desde la primera vuelta), presionándolo por la izquierda junto con Evo Morales y la nacionalización de los recursos naturales privatizados.
Los apristas deben tener cuidado al dar declaraciones al respecto porque ellos ahora son gobierno.
¿Porque pierde Humala? Entonces, si el humalismo no a podido ganar la segunda vuelta, no es por la culpa de Chávez sino por lo demagógico de su discurso al no poder explicar como financiará su Fondo de Lucha contra la pobreza o como crear empleo. Es cierto que marcó diferencias en cuanto al TLC, Asamblea Constituyente, Seguridad Ciudadana (cosa que sinceramente no esperaba y que me parece no fue de iniciativa propia del humalismo, sino del propio proceso continental latinoamericano y el liderazgo chavista), etc. pero esto no fue suficiente.
A esto hay que sumar que la conciencia política de la mayoría de los limeños esta a la retaguardia de la conciencia de los trabajadores del centro y sur del país. En realidad, Lima es la ciudad más conservadora del país. Es en esta población donde se expresa el neoliberalismo de manera más dramática y en todos los niveles de la sociedad: políticos, sociales y culturales. Mario Vargas Llosa es una expresión clara de lo anterior.
Es así como se entiende que los votos por Unidad Nacional (UN), Acción popular (AP), Alianza para el Futuro (AF), etc. han ido a parar con el nuevo aprismo antihayista y pro-imperialista.
La perspectiva política Al enterarse de su victoria, Alan García declaró que, "Aquí proclamo que no hay derrotados. Tomo la bandera del Perú de quien la recibió y la levantó para trabajar por el Perú". Luego, llamó a la² concertación, del diálogo y de la apertura² con los demás partidos políticos y organizaciones sociales².
Sin embargo, eso será imposible en la medida que insista en aplicar su política pro TLC y neoliberal.
Los únicos que lo apoyaran son los partidos tradicionales, pero estos no tienen base social militante. De esta manera, el líder del ³cambio responsable² tendrá que pasar la factura a los trabajadores peruanos y ésta tendrá que pagarla con intereses. En verdad, el nuevo aprismo pro-imperialista, estará acosado por las movilizaciones sociales desde el primer día de su gobierno.
Además del pensamiento conservador de la población de Lima, Piura y La Libertad (el 47% de votos hábiles a nivel nacional), otra de las razones de la victoria de Alan García se debió al aparente éxito del ³crecimiento económico² de Toledo (que este le endosó), pero como ya sabemos este ³crecimiento² no chorrea porque se queda en las manos de la clase dominante peruana.
La victoria de García, en realidad, fue estrecha. Las votaciones demostraron que la tierra de Tupac Amaru está dividida por la mitad. La victoria del APRA no conseguirá cicatrizar esta división. Sólo servirá para ampliarla y hacerla más insalvable, explosiva y dramática.
En realidad, será mucho peor de lo que podría haber sido con Humala porque éste podría haber disfrutado de un período de luna de miel, un período de ³esperar y ver². Después de todo era un hombre nuevo. Pero el líder pro USA ya es conocido y sus promesas son aún más conocidas. Como dijimos anteriormente, estará acosado por la protesta social desde el primer día de su mandato.
García se enfrenta a una situación desequilibrada y explosiva. Ninguno de los problemas medulares de la sociedad han sido resueltos. Su discurso demagógico y ³nacionalista de derecha² de acusar a Chávez de enemigo no le servirá de nada. El Arequipazo, la Huelga Magisterial, las jornadas de lucha estudiantil por la II Reforma Universitaria, la insurrección de Ilave contra la corrupción, la pobreza, desempleo, privatizaciones, etc. están presentes. El ambiente de fe ciega que le ha llevado al poder por segunda vez finalmente se convertirá en su contrario. No hay que ser un gurú para pronosticar que Alan García seguirá el camino impopular de Alejandro Toledo. ¿Quién puede garantizar que el líder socialdemócrata pueda culminar su mandato? ¡Nadie! La época actual está caracterizada por giros bruscos y repentinos a todos los niveles, incluida la conciencia de las masas. No debemos olvidar que Bush también ganó las elecciones USA con 60% y ahora bordea el 30% volviéndose el más impopular de los presidentes yanquis. Además, el Perú no es Norteamérica. El Perú es uno de los países más pobres del Tercer Mundo. La tierra de Tupac Amaru esta inmerso en un proceso revolucionario continental. Los acontecimientos en Bolivia, Ecuador o Venezuela tienen un impacto directo en la conciencia de los trabajadores peruanos.
Por otro lado, Ollanta Humala, quien a sido consecuente con su discurso reformista (por la presión del proceso continental), dijo que habían obtenido una "victoria social y política" de esta contienda electoral y ha convocado a construir un Frente Nacionalista con la ³izquierda², organizaciones sociales y los empresarios. Esto último demuestra su carácter contradictorio y conciliador del líder nacionalista (García también esta vinculado con empresarios). ³Los aires de triunfador de Ollanta Humala se sustentan en que son la primera minoría en el Parlamento (tienen 45 congresistas) y que ganaron en 14 de los 24 departamentos en esta segunda vuelta² (La Republica, 05-06-06).
El camino que seguirá Ollanta Humala todavía no esta claro. Algunos de los asesores le echarán la culpa a Chávez de su derrota y trataran de alejarse del líder bolivariano, lo cual lo llevara al fracaso político.
Si se mantiene como oposición crítica y moviliza a su base social contra el TLC, las privatizaciones, etc.
puede cosechar el descontento social y asumir el gobierno ante una insurrección popular y la caída de García. Es decir que puede seguir el camino de Evo Morales. Sin embargo, el ³reformismo nacionalista² no nos garantiza una verdadera transformación revolucionaria y los problemas de los trabajadores pobres del país.
Desgraciadamente, dada la extrema debilidad de la ³izquierda² y la ausencia de un partido verdaderamente revolucionario, en esta etapa los beneficiarios serán los socialdemócratas y los ³nacionalistas². Sin embargo, las cosas están cambiando muy súbitamente.
Un instrumento político de los trabajadores y los jóvenes peruanos basado en los sindicatos de obreros, campesinos indígenas y el movimiento estudiantil con un programa verdaderamente socialista (no al pago de la deuda externa, nacionalización de los recursos naturales y la banca bajo el control del pueblo trabajador, por un ALBA sobre bases socialistas, por la II Reforma Universitaria, por una II Reforma Agraria, etc.), es imprescindible. Pero este partido no se creara por decreto. Estará a prueba de los conflictos sociales que se avecinan en la tierra de Tupac Amaru. ¡No hay otra forma posible! *Por el periódico boliviano Che Militante (www.elmilitante.org) y la Campaña Internacional Manos Fuera de Venezuela (www.handsoffvenezuela.org)   

Fuente: lafogata.org