Zapatismo
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"El cobre por el cielo y la educación por el suelo"
600 mil "pingüinos" paran en las aulas
El reclamo por una reforma educativa tuvo alto acatamiento en las
instituciones y pasó a las calles; los carabineros reprimieron con gases y
carros hidrantes. Hubo al menos 14 heridos y 509 detenidos. Siguen las
negociaciones entre los estudiantes y el titular de Educación.
Scardamaglia
Los chilenos tuvieron ayer su propia "marcha de los pingüinos". De esta forma
llaman a los estudiantes secundarios, debido al color azul y blanco de sus
uniformes, que protagonizaron un paro nacional demandando mejoras en la calidad
educativa en Chile. Pese a que dirigentes estudiantiles habían llamado a
permanecer en los liceos y desarrollar una protesta pacífica, ésta alcanzó
rápidamente las calles y generó choques con la policía, que detuvo a 509
personas. Los carabineros reprimieron con gases lacrimógenos y carros hidrantes
en distintos puntos de la ciudad, dejando estudiantes, trabajadores de prensa e
incluso compañeros heridos –se calculaban en 14–. Por la tarde, el ministro de
Educación, Martín Zilic, se reunió con los dirigentes estudiantiles para buscar
soluciones al conflicto. Hoy el panorama será prácticamente el mismo, con la
continuación de la negociación entre gobierno y estudiantes y movilización en
los colegios. La jornada contó con la adhesión de 600.000 estudiantes, casi el
50 por ciento de los institutos educativos, tanto públicos como privados, además
de muchas universidades. Incluso se adhirió al paro el establecimiento al que
asiste la hija de la presidenta chilena Michelle Bachelet, Sofía Henríquez.
"El cobre por el cielo y la educación por el suelo", señalaba un cartel, en
directa alusión a los excedentes record de 10.000 millones de dólares que el
Fisco chileno recaudará este año por un mayor precio del cobre, el principal
producto de exportación del país, pero que en su mayoría se destinará al ahorro.
La consigna de la jornada era permanecer en los colegios en jornadas culturales
y de reflexión sobre la calidad de la enseñanza en el sector público. Sin
embargo, hubo grupos que realizaron manifestaciones, que tuvieron como resultado
enfrentamientos con la policía. Los choques con los carabineros se iniciaron
cuando una fila de estudiantes intentó marchar hasta el Ministerio de Educación.
Los agentes policiales intentaron detener la movilización, que no había sido
autorizada por la intendencia de Santiago, con carros hidrantes y disparos de
gases lacrimógenos. Pero los estudiantes lograron replegarse y romper el cerco
policial, lo que obligó a los efectivos a cortar el tránsito en ambos sentidos
de la céntrica Alameda. Los dirigentes del movimiento estudiantil criticaron la
dureza de la represión, pero el intendente metropolitano señaló que las marchas
carecían de autorización. "Los pacos (carabineros) actuaron bajo su propia
regla", dijo el dirigente del Liceo Aplicación, William Vallejos, en diálogo
telefónico con Página/12. "Nos están tratando como delincuentes (...) Nos tienen
miedo", agregó. "Para el gobierno es más fácil reprimir que escuchar", remató el
estudiante.
Los reclamos de los estudiantes son varios. En primer lugar, piden la derogación
de una ley de educación promulgada por el dictador Augusto Pinochet un día antes
de dejar el poder, que estableció el predominio del mercado en la educación. La
ley ha generado colegios para pobres y ricos, con importantes diferencias en la
calidad de la educación y un sistema de propietarios privados de
establecimientos educativos que reciben subsidios del Estado pero carecen de
controles. También critican la extensión de la jornada escolar sin que los
liceos estuvieran preparados, y piden gratuidad de las Pruebas de Selección
Universitaria (PSU), del pase escolar y del transporte escolar.
Ayer los estudiantes lograron una victoria importante: una reunión de los 25
voceros oficiales de los colegios secundarios con el ministro de Educación,
Martín Zilic, en la Biblioteca Nacional. El gobierno retomó así las
negociaciones tras un diálogo inicial que había sido interrumpido a causa de
violentas protestas callejeras registradas hace un par de semanas. Sin embargo,
la violencia de las calles llegó incluso a esa reunión. Gas lacrimógeno lanzado
en medio de incidentes ocurridos en la Alameda llegó hasta el interior de la
Biblioteca, lo que produjo interrupciones en las negociaciones. Luego de cinco
horas de encuentro se decidió hacer una pausa hasta hoy, cuando continuarán las
negociaciones. A la salida de la Biblioteca, ni el ministro de Educación ni los
estudiantes quisieron hacer declaraciones, pero fuentes extraoficiales
aseguraron que el gobierno habría accedido a las demandas de forma parcial, al
otorgar la gratuidad del pase escolar, del transporte escolar y de la prueba
universitaria a los estudiantes provenientes del 60 por ciento más pobre de la
población, con ingresos inferiores a 109 mil pesos (209,61 dólares) per cápita
al mes. Los otros puntos de las demandas, que son la reforma de la Ley Orgánica
Constitucional de Enseñanza (LOCE) y de la jornada escolar completa, requerirá
de una negociación más larga y completa, pues es materia legislativa. En este
sentido, los senadores convocaron a una sesión especial que tendría lugar el
miércoles 7 de junio, para abordar con una política de Estado los temas de fondo
que requieren definiciones.
A pesar de los claros logros de una de las movilizaciones más importantes de los
últimos tiempos en Chile, la jornada no fue valorada de igual forma por los
distintos grupos de estudiantes. Julio Isamit, dirigente estudiantil del
Instituto Nacional, hizo un balance positivo de la jornada por la cantidad de
alumnos movilizados, además de la iniciación de negociaciones como el ministro
de Educación. En cambio, William Vallejos calificó la jornada de "pésima",
porque la consigna era no salir a las calles. El dirigente estudiantil fue
también duro con el gobierno, y al contrario de Isamit, no calificó de positiva
la iniciación de negociaciones con Zilic, ya que lo considera "su trabajo".
"Vamos a ver como positivo sólo el cumplimiento de nuestros pedidos", afirmó
Vallejos. Hoy la movilización continúa, y los dirigentes políticos deberán
buscar soluciones ante una juventud en plena ebullición.
Fuente:www.lafogata.org