Latinoamérica
|
Funcionarios destapan irregularidades del sistema de subvenciones
Antonio Valencia
La Nación Chile
Falsificar actas de asistencia o cobrar por clases nunca realizadas son algunas de las estrategias para "engañar al fisco" y embolsar la subvención.
"Los sostenedores se apropian indebidamente de 6 mil millones de pesos por
año", denuncian los fiscalizadores aburridos de ver pasar ministros que no
frenen el escándalo. Pararon en todo Chile. Cuatro mil trabajadores del propio
Ministerio de Educación adhirieron a la movilización convocada por los
secundarios. "No trabajamos toda la mañana en apoyo pleno a las demandas
estudiantiles, lo que incluye derogar la LOCE", apunta Nelson Viveros,
presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios del Mineduc, Andime. Junto
a Viveros está Miguel Verdugo, secretario nacional, profesor de Estado y uno de
los 1.100 fiscalizadores que mes a mes ven pasar las subvenciones que otorga el
Estado a los sostenedores. Como pocos, ambos conocen la forma en que no pocos
dueños de escuelas y liceos -privados, municipales o religiosos-, "engañan al
fisco apropiándose indebidamente de unos 6 mil millones por año", acota Viveros.
La cifra asombra y da cuenta, dicen, de que "la educación es un negocio
redondo", enseña Viveros. "Y ojo que el dato es del Mineduc", dice. En el año
2000 se registraron "dos millones de horas de clases no realizadas", precisa
Verdugo. Esa plata, unos 10 mil 300 pesos por hora, igual llegó a bolsillos de
sostenedores que recurren a diversas estrategias para pasar por caja. ‘Mañas’
hay varias. No sólo la nutrida falsificación de las actas de asistencia en base
a las cuales se paga la subvención de 30 mil pesos mensuales por alumno. "Pasan
asistencia con lápiz grafito y después las adulteran en una oficina. No
reemplazan a profesores que están con licencia, pero cobran igual y las clases
nunca fueron hechas. O empiezan el año escolar dos o tres días después del día
oficial, e igual cobran esos días. O en lugar de terminar el 20 de diciembre, lo
hacen el 14. Y siguen cobrando", detalla. ¿Más? "Contratan profesores, algunos
incluso que no tienen título universitario y les pagan menos. O contratan hasta
noviembre para no pagar enero y febrero, pero igual reciben esos dos meses de
subvención. También declaran imposiciones y no las pagan", añade Viveros. Así la
cifra crece hasta las nubes. "Y pese a las presiones que recibimos porque el
sostenedor habló con el alcalde o el diputado y éste se quejó ante el director
regional de educación, levantamos 700 actas con las irregularidades más graves",
grafica. La creación de la Jornada Escolar Completa (JEC) ha sido generosa
fuente de recursos para algunos. "Hay casos donde sostenedores han recibido
hasta 800 millones para construir colegios, pero se pasan meses ganando
intereses hasta que al final construyen. Y hay que ver la calidad de las
construcciones", destapa Viveros. "Es un negocio redondo y se han construido
imperios. Es un vergüenza que en 16 años nadie haya frenado esto. ¿Cuántos
ministros y subsecretarios han pasado? Hay sectores dentro del ministerio que
plantean un ‘Transantiago de la educación’: terminar con los buses amarillos, o
sea los sostenedores pequeños, y tener ‘buses articulados’ concentrando
colegios", dice el presidente de Andime. Nadie está libre de pecado. "No son
pocos los dirigentes políticos, o sus familiares, que tienen colegios", apuntan
Viveros y Verdugo. Claro, concluyen ambos, notaron que "la educación es un buen
negocio".