Una importante decisión dentro del escenario electoral de Brasil, sucedió el
lunes cuando el Partido del Movimiento Democrático Brasileño, el mayor partido
de país, decidió no tener un candidato propio en las próximas elecciones
presidenciales.
La decisión fue tomada en una reunión de la Ejecutiva Nacional del partido, sin
oír a las bases partidarias.
Ahora, el camino más probable del PMDB es apoyar, aunque no mediante una
coalición oficial, la reelección del presidente Lula da Silva. Esta opinión ya
fue defendida públicamente por varios líderes del partido que nació en los
tiempos de la dictadura militar.
En las semanas pasadas, el PMDB vivió a una intensa disputa sobre esta cuestión.
El ex-gobernador de Rio de Janeiro, Anthony Garotinho, el ex-presidente Itamar
Franco, el gobernador del estado Rio Grande do Sul Germano Rigotto hasta el
senador Pedro Simon demostraron interés en asumir la candidatura a la
presidencia.
Comentaristas políticos de la prensa brasileña consideran que la decisión tomó
en cuenta la cuestión de la sobrevivencia del PMDB.
Si el partido se enfrentara a Lula, podría perder sus cargos que mantiene en el
gobierno federal. Ahora, con el probable apoyo a Lula, no corre este riesgo y
todavía puede ampliar su influencia.
En 1998, cuanto el entonces presidente Fernando Henrique Cardoso fue reelecto,
el PMDB vivió exactamente el mismo problema. Algunos líderes intentaron lanzar
una candidatura propia, pero al final se prefirió apoyar el presidente para no
perder cargos.