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Los actuales dirigentes del MLN-Tupamaros y los Tenientes de Artigas
Un maridaje degradante, inmoral e indignante
Mario Rossi Garretano *
El MLN "Tupamaros" nace con un programa que establece la lucha por el
socialismo. El programa de gobierno de mayo del 71 está basado en la reforma
agraria, confiscación de las empresas imperialistas, expropiación del
latifundio, la socialización y entrega a los trabajadores de las grandes
fábricas, la estatización de la banca, expropiación de los grandes propietarios
de viviendas y para garantizar el triunfo de este programa armar al pueblo para
su defensa.
La moral es parte de la conciencia social del sistema económico, social y
político. Es un conjunto de ideas, teorías, principios, conceptos, valores,
sentimientos, estados de ánimo, etc., que permiten a los hombres relacionarse
entre sí y con el resto de la sociedad. Como todo sistema tiene en su seno la
lucha de clases, por lo tanto existe una moral burguesa y una moral que responde
a los intereses de los trabajadores.
En determinado período histórico los integrantes de la dirección y base del MLN,
unidos a sectores populares asumieron con moral revolucionaria, la defensa de
los intereses populares. Los Tenientes de Artigas en ese mismo período
histórico, con moral burguesa asumieron la defensa de los intereses
capitalistas.
En estos días, los dirigentes del MLN (harina de otro costal es la militancia
tupamara) y los Tenientes de Artigas hicieron públicas sus relaciones con la
presencia del Coronel Arquímedes Cabrera en el Centro Artiguista por los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Cadesyc), un organismo de
investigación y debate del Movimiento de Participación Popular (MPP). Suceso
calificado por el senador Tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro como "hecho
histórico". Los dirigentes del MLN, senador Huidobro, diputado Rosadilla y Julio
Marenales reconocieron la existencia de periódicas reuniones con los Tenientes
de Artigas, desde hace muchos años, con quienes mantienen "coincidencias
estratégicas en materia de seguridad y defensa nacional".
La moral burguesa y los Tenientes de Artigas
En la sociedad capitalista, la moral burguesa trata de defender los intereses
clasistas de la burguesía, intenta legitimar la explotación del hombre por el
hombre, intenta justificar la condición del imperialismo y de país oprimido,
pero esencialmente intenta la defensa de la propiedad privada de los medios de
producción y la acumulación de la riqueza en una minoría privilegiada.
Bajo el sistema capitalista todo tiene un precio, todo se puede comprar y
vender, bienes materiales y espirituales. La medida es el dinero, la motivación
es la ganancia.
Los métodos son "la intriga y el soborno, la calumnia y la denuncia, el cálculo
y los negocios deshonestos, la transformación de las relaciones matrimoniales y
conyugales en un negocio y junto con ello, la prostitución, la depravación
sexual, el egoísmo, el individualismo, la hipocresía, el antihumanismo y
bandidismo son algunos rasgos que caracterizan a la moral burguesa". Bajo la
lógica del sistema, una sed insaciable de riquezas y ganancias para reproducir
el sistema, la burguesía en nombre de eso valores comete los más atroces
crímenes.
En la historia de nuestro país, la Dictadura Terrorista de Estado que opera en
los años 1973 hasta 1985, ha sido uno de los procesos políticos que más
sufrimientos causaron a nuestro pueblo. Las FFAA, bajo la conducción de la Logia
"Tenientes de Artigas", instrumentos de la oligarquía aliada al imperialismo,
llevaron adelante los planes imperiales de las dictaduras terroristas de estado
en las décadas del 60 y 70 del siglo XX, para frenar el avance de los pueblos en
su proceso de liberación nacional y social. Se planeó y ejecutó la dictadura
terrorista donde se profundizan los planes neoliberales de extranjerización de
la economía, desmantelamiento del estado, endeudamiento y ruina de la pequeña
empresa y el salario tiene una caída del 50% de su poder adquisitivo.
Durante los años 1968 y 1978 fueron detenidos en cárceles y cuarteles
aproximadamente 55 mil personas, una de cada 50 habitantes y en el mismo
período, de esas 55 mil personas, por lo menos el 80% fue objeto de varias
formas de tortura, de distinto grado de intensidad: uno de cada 65 habitantes.
Uruguay es el país del mundo que ha tenido mayor número de presos políticos en
relación a su población. Entre 1973 y 1983 fueron detenidas y desaparecidas
alrededor de 50 personas dentro de fronteras y entre 1974 y 1978 desaparecen en
Argentina y Paraguay aproximadamente 150 ciudadanos uruguayos, entre los cuales
hay 8 niños y varias mujeres grávidas que presumiblemente dieron a luz un
cautiverio. En la mayoría de los casos existen pruebas o firmes indicios de la
coparticipación de las fuerzas represivas de Uruguay en el país donde ocurrieron
las desapariciones.
Se efectuaron asesinatos de militantes estudiantiles, sindicales y políticos,
cuyos autores permanecen impunes y sin que se hayan dado a conocer medidas
conducentes a su esclarecimiento. En Argentina también entre 1973 y 1976 se
produce el asesinato de 16 ciudadanos uruguayos con participación de integrantes
de las FFAA uruguayas, en el marco del Plan Cóndor.
Entre 1972 y 1984 asesinaron en las cárceles militares más de 80 detenidos.
Algunos de ellos murieron pocas horas después de ser detenidos, mientras se
encontraban incomunicados y en investigación, sin haber sido acusados por delito
alguno; pero también existen casos de presos muertos por torturas aplicadas
después de varios años de reclusión, incluso luego de haber cumplido la pena
impuesta.
Durante el gobierno terrorista de estado, se produjeron 10 mil destituciones,
hecho que afectó particularmente a la enseñanza.
Más de 300 mil uruguayos debieron exiliarse por motivos políticos y económicos.
En setiembre de 1976, el acta institucional N. 4 priva de sus derechos políticos
a 15 mil ciudadanos y en julio del 77, el acta Institucional n. 6 subordina el
poder judicial al poder político, instaurando la arbitrariedad y la impunidad.
Se suprime la libertad de expresión, la rígida censura que impidió a la
población tener conocimiento de las formas de represión que ella misma era
objeto.
Los mecanismos que se utilizaron en la utilización del terror fueron:
- Plantón: el detenido es obligado a permanecer, durante muchas horas, con las
piernas abiertas, de pie, en posición rígida y por lo general encapuchado. Se
obliga con bestiales golpes a mantener la verticalidad. Consecuencias:
hinchazones en las piernas, desvanecimientos y delirios.
- Teléfono: golpe brutal con las palmas de las manos, de modo simultáneo, en los
oídos. Consecuencias: se han llegado a producir roturas graves de tímpano y
otras zonas del oído interno.
- Picana eléctrica: aplicación en el cuerpo desnudo del preso de dos conductores
de corriente eléctrica. Los verdugos suelen echar agua al torturado antes de
producir la descarga eléctrica para que, con la humedad, el efecto sea mayor. Es
corriente llegar a descargas de 200 voltios, casi el límite de la resistencia
humana. Los cables se aplican en zonas más sensibles: órganos sexuales, labios,
orejas, incluso en el interior de las piezas dentarias después de retirar los
empastes. Consecuencias: quemaduras y ataques cardíacos.
- Submarino: el detenido, atado de pies y manos a un soporte que cuelga del
techo y con la cabeza también sujeta a él, es sumergido en una pila de agua
hasta producirse sensación de ahogo. A veces, el agua, de hecho sucia por los
vómitos frecuentes de los torturados, contienen heces y orina. Consecuencias:
numerosas, hasta la muerte.
- Violaciones. Por lo general, las víctimas son mujeres; también se conocen
violaciones de hombres. Los abusos sádicos son innumerables: introducción
violenta de objetos en la vagina y en el recto.
- Presencia de torturas en familiares. Se obliga al preso a presenciar horribles
torturas en sus propios familiares. Incluso niños pequeños y mujeres
embarazadas.
- Arrastres: los torturados son arrastrados por el campo atados a la cola de un
caballo.
- Simulacros de fusilamientos: se han practicado con mucha frecuencia para
intimidar y debilitar el detenido.
- Poste: la víctima es atada de pies y manos en lo alto de un poste donde
permanece muchas horas, incluso días. Esta tortura va acompañada de golpes de
distinta naturaleza.
- Estacada: consiste en atar al detenido en posición horizontal contra el suelo
– o también a cierta distancia del suelo – de pies y manos a unas estacas
clavadas en círculo entorno al detenido.
- Caballete: es la actualización del viejo potro medieval. Sobre una barra de
hierro bastante delgada, obligan al preso a sentarse a horcajadas con los brazos
extendidos. De vez en cuando mueven violentamente la barra. Consecuencias:
heridas profundas en el recto y columna vertebral.
Y podríamos hablar del pau de arara, la capucha, la ronda, el apaleamiento, las
agujas bajo las uñas, quemaduras de cigarrillos, el péndulo, las esposas, la
manguera, el andar a gatas, los perros amaestrados, las ratas hambrientas, el
aljibe, las carreras a ciegas, la crucifixión, las torturas médicas, la
flagelación, la castración, el trasplante, el banco, las oscilaciones de
temperatura, el auricular, el bastón eléctrico.
Los "Tenientes de Artigas" fueron máximos co-responsables.
Los Tenientes de Artigas
Los antecedentes de esta logia militar, hay que ubicarlos en la década del
sesenta, en una corriente ultranacionalista liderada por el General Mario
Aguerrondo que enfrentaba a una corriente liberal-constitucional de influencia
del Partido Colorado, cuyos representantes eran los Generales Seregni y Pomoli.
Bajo el gobierno autoritario de Pacheco Areco, con el Partido Colorado dividido,
se forja una alianza entre Pacheco y el Herrerismo, que posibilita el ascenso de
generales ligados al ultranacionalismo, la mayoría pertenecientes a la Logia
"Tenientes de Artigas".
Grandes protagonistas del golpe de estado y de la dictadura terrorista son
integrantes de la Logia, tales como los generales Eduardo y Rodolfo Zubía,
Vadora, Gregorio Alvarez, que llegan al generalato entre los años 1968 y 1971.
Julio César Vadora fue uno de los principales impulsores del golpe de estado de
1973 como "presidente" de la logia militar "Tenientes de Artigas". Fue premiado
con la agregatura militar en la embajada en Washington, y a su vuelta fue
designado comandante en Jefe del Ejército, cargo que ejercía cuando el Cóndor
asesinó en Buenos Aires a los parlamentarios opositores Zelmar Michelini y
Héctor Gutiérrez Ruiz. En 1978 debió pasar a retiro y su lugar, tras resultar
perdidoso en la pulseada interna entre militares "duros" y "blandos", fue
ocupado por el luego "presidente" Gregorio Alvarez. Representante de los
"duros", Vadora hubiera preferido continuar la dictadura in eternis:
"El proceso, diría yo, no debería terminar nunca -declaró al diario El País en
1977- para que en el Uruguay se culminara en una democracia perfecta..." Antes
de que naufragara el proyecto de constitución fascista que los militares
pusieron a plebiscito en 1980, Vadora incluso declaró que "Si mi país lo
requiere y si se entiende que mis servicios pueden ser útiles, podría acceder a
postularme como candidato en las próximas elecciones nacionales".
A partir de la apertura democrática burguesa de 1985, esta Logia fue perdiendo
influencia hasta que en la actualidad no registra ningún general en sus filas.
El actual jefe de la logia militar "Tenientes de Artigas", Coronel Carlos Silva,
candidato a presidir el Centro Militar, afirmó que las Fuerzas Armadas no deben
pedir perdón por su actuación en la dictadura porque, sostuvo, estaban
cumpliendo su misión "de acuerdo a la Constitución de la República".
La moral proletaria y el MLN-Tupamaros
La moral proletaria expresa los intereses de la mayoría de la sociedad, los
intereses de todos los trabajadores, que expresa la colaboración y la ayuda
mutua entre los hombres en la búsqueda del bienestar general. Esta moral se
forja en la lucha contra la explotación y la opresión de los capitalistas,
apelando a la solidaridad, la unidad, la cohesión ideológica, el heroísmo de las
masas en el cumplimiento del deber de clase y lealtad a la causa del socialismo.
Los principios de la moral proletaria modelan al individuo en los rasgos de
honradez, sinceridad, sencillez, modestia en la vida pública y privada;
intolerancia a la injustita, el parasitismo, el amiguismo, el afán de lucro, al
arribismo y la codicia. La moral socialista se basa en la propiedad social de
los medios de producción que permite una vida basada en la fraternidad, el
respeto mutuo y la cooperación. Toda organización revolucionaria es germen de la
nueva sociedad.
El MLN "Tupamaros" nace con un programa que establece la lucha por el
socialismo. El programa de gobierno de mayo del 71, está basado en la reforma
agraria, confiscación de las empresas imperialistas, expropiación del
latifundio, la socialización y entrega a los trabajadores de las grandes
fábricas, la estatización de la banca, expropiación de los grandes propietarios
de viviendas y para garantizar el triunfo de este programa armar al pueblo para
su defensa.
En el Reglamento, el capítulo IX, Reglamento Moral establece: No alcanza que se
tenga una ideología revolucionaria, se debe vivir como un revolucionario;
debemos tener una distinción clara entre el significado que debe tener para
nosotros la propiedad burguesa y la propiedad de los trabajadores, los pequeños
comerciantes y pequeños productores…
Los tupamaros, como parte integrante del pueblo en lucha contra la dictadura
terrorista, fueron objeto de una especial y sádica persecución. En el libro "La
izquierda armada" de Clara Aldrighi, dice: "Durante los años de prisión bajo la
dictadura, desde 1973 a 1985, la violencia estatal intentó despojar al preso de
toda faceta de heroicidad y resistencia mediante vejámenes sádicos: este
fenómeno tuvo su expresión más elocuente en las condiciones de reclusión de los
‘rehenes."
Recuerda Henry Engler: "El aislamiento como rehén duró once años de los trece
que estuve preso… No puedo decir que nos consideraran seres humanos, incluso ni
animales. Nosotros estábamos por debajo de todo lo que existía. Mantenernos con
vida era absolutamente necesario, para que pudiéramos sufrir. Era la negación de
la existencia. ¿Cómo puede concebirse que grupos humanos se deleiten con el
castigo, la venganza, la humillación, día tras día, durante años y años? Ya no
podían decir que los castigos se aplicaban porque querían información…"
En los dos tomos de Memorias del Calabozo, escritos por Eleuterio Fernández
Huidobro y Mauricio Rosencof, hay un prólogo de Galeano que dice: "Alguna vez, a
lo largo de estos largos años, pudieron mirarse al espejo: vieron a otro. Flacos
como "fakires", triturados por la tortura incesante, los "rehenes" de la
dictadura militar uruguaya anduvieron de cuartel en cuartel, condenados a la
soledad de calabozos poco más grandes que un ataúd. No podían hablar siquiera
con las cosas. En las celdas no habían cosas, no había nada. Dormían sobre el
helado suelo de hormigón, sobresaltados por cualquier ruido de rejas o paso de
botas que podía anunciar una nueva ronda de torturas. A veces no les daban ni
agua, y ellos bebían sus propios orines. A veces les negaban comida y ellos
comían moscas, gusanos, papeles, tierra…"
"El MLN crea una moral, un modo de relacionamiento fraternal, franco, libre,
puro, bien del "hombre nuevo", señalaba: "Se aspira a la proletarización de
todos los militantes a través de una alta cuota de trabajo manual, de trabajo
ideológico, la prédica y la práctica de la austeridad, para evitar las
deformaciones de la lucha armada urbana, anular los efectos nocivos del
individualismo propio de la pequeño burguesía y de la clase media, de donde se
reclutan muchos militantes, formar el hombre nuevo y aumentar la confianza
mutua. Y esta austeridad la ha tenido que reconocer la propia prensa burguesa."
Los "Tenientes de Artigas" fueron los máximos co-responsables de las acciones
contra la guerrilla, el uso indiscriminado de la tortura, asesinatos y
desapariciones, revistando en sus filas connotados violadores de los derechos
humanos.
El proceso de descomposición de la dirección del MLN-Tupamaros
Tras la muerte de Raúl "Bebe" Sendic, en 1989, la dirección del MLN co-funda con
otras organizaciones de izquierda el Movimiento de Participación Popular (MPP)
que levanta el programa fundacional del FA de 1971 y le incorpora la anulación
de la ley de impunidad, entre otros postulados.
Entre 1989 y el 2004 se efectuaron cinco congresos bajo la influencia de sus
líderes históricos (Mujica, Fernández Huidobro y Marenales) que han ido
desmontando ese programa fundacional para terminar, parafraseando a Mujica:
"queremos un capitalismo en serio", "un capitalismo que funcione", " hay que
abrazarse con las víboras", "tanto te digo una cosa como te digo otra", etc.;
que han pasado al refranero criollo del disparate.
El V Congreso del MPP justifica el viraje y el actual VI Congreso, en discusión,
remacha la entrega total de la necesidad de acordar con el imperialismo, la
oligarquía y las fuerzas armadas.
En este año y pocos meses de gobierno han votado la Carta de Intención con el
FMI más entreguista de nuestra historia, han votado el envío de tropas a Haití,
han votado las maniobras conjuntas con los EEUU en la "Operación Unitas", han
aprobado el Tratado de Protección de Inversiones con los EEUU y se aprestan a
apoyar el Tratado de Libre Comercio, han criminalizado las luchas sociales
procesando a un centenar de militantes y han condenado las ocupaciones de
tierras de los cañeros de UTAA, han apoyado la instalación de las plantas de
celulosa y promueven el latifundio maderero, dan respaldo al gobierno en su
política internacional de peones de la diplomacia yanqui, han apoyado la entrega
de los bancos gestionados por el estado nuevamente a los mismos banqueros que
los fundieron, apoyan las privatizaciones del patrimonio estatal y de los entes
autónomos, apoyan el desmantelamiento del Banco Hipotecario, etc.
Paralelamente, se continuaban conversaciones confidenciales con los "Tenientes
de Artigas" denunciados y probados en el libro "Jugando a las escondidas" de
Alvaro Alonso. Reuniones secretas, con seudónimos (Mujica era el Dr. Gervasio
Pérez y Fernandez Huidobro era el Dr. Arnoldo Rodríguez, pasaron a ser
"Doctores" como los que traicionaron a Artigas, "Doctores" como los
constituyentes del 1930 que se vendieron al imperialismo británico y como los
"Doctores" que traicionaron a las "montoneras" de Aparicio Saravia a fines del
siglo XIX), estas reuniones tenían el objetivo principal de no derogar la ley de
impunidad, encontrar un Balza criollo que pidiera disculpas y cerrara el
capítulo de los derechos humanos.
En 1999, existe una histórica reunión con la Iglesia Católica, La Masonería, los
"Tenientes de Artigas" y la dirección del MLN- Tupamaros para sacar una
declaración política conjunta donde: "…los que participamos en bandos
enfrentados, directa o indirectamente …lo hicimos con el honesto convencimiento
personal de que actuábamos movidos por desinteresados motivos patrióticos". Las
torturas y violaciones a los derechos humanos se justifican y se califican:
"…las características propias del tipo de operaciones que predominaron, hicieron
que la confusión (normal en cualquier batalla convencional), se viera
notablemente aumentada (…) Han quedado de esta manera confinados a las
conciencias individuales de los protagonistas, hechos y situaciones puntuales
que sin responder a planificación alguna fueron producto de las urgencias,
tensiones y confusión propias de las operaciones."
Finalmente el documento dice: "Ambos bandos, pusimos todas nuestras energías en
una lucha en la que creíamos estar actuando del lado correcto… ya sufrimos
demasiado. Es hora de respetar a todos nuestros caídos, reconociendo que, fuera
del bando que fueran donde combatieron, lo hicieron con el más alto y honesto
convencimiento personal de estar arriesgando todo por esta bendita Patria
Oriental."
Sin duda, causa repugnancia… pensar que las torturas, asesinatos y
desapariciones hechas por Gavazzo y las ejecuciones de poder revolucionario del
gallego Mas Mas, fueron motivados por "el mismo amor a la patria".
El camino elegido por la actual dirección del MLN- Tupamaros los lleva a
defender a los militares "Tenientes de Artigas" (Sarli, Casella y Radaelli)
extraditados a Chile por el asesinato de Berrios; los lleva a usar todos los
valores morales de la burguesía para defender un proyecto capitalista neoliberal
y fondomonetarista.
La soberbia y la hipocresía campean, pues resulta que las tropas orientales
enviadas a Haití son para enfrentar el proyecto imperialista (intervención de
Fernández Huidobro en el Senado); el desprecio y el insulto, pues los que no
llevan su programa y plantean consecuentemente el no pago de la deuda externa
son "giles de izquierda", "ultras"; los periodistas que intentan investigar
contradicciones y dichos son calificados de "nabos"; los parlamentarios "éticos"
del MPP, separan 25 mil pesos para vivir de los siderales sueldos
parlamentarios, la diferencia va a un fondo social denominado "Raúl Sendic",
pero después votan un sueldo mínimo para los trabajadores de 2.650.- pesos o
presupuestos para la enseñanza o la salud de sueldos promedios de cinco mil
pesos; etc.
Han renegado de sus raíces históricas, de los programas de liberación nacional y
social, ofenden a un pueblo que desarrolló luchas heroicas y han desertado de la
más hermosa causa que haya engendrado la humanidad: la causa del socialismo.
* Dirigente del Movimiento Revolucionario Oriental (MRO), ex-preso político,
militante del sindicato de empleados bancarios.
Fuentes bibliográficas
- JUGANDO A LAS ESCONDIDAS – Alvaro Alfonso
- LA IZQUIERDA ARMADA – Clara Aldrighi
- CONTRIBUCION A LA HISTORIA DEL MLN – TUPAMAROS – José Harari
- MEMORIAS DEL CALABOZO – Fernández Huidobro y M. Rosencof
- MATERIALISMO HISTORICO – Colectivo autores – Cuba
- ALTO EL FUEGO – Nelson Caula y Alberto Silva
- LA TREGUA ARMADA – Fernández Huidobro
- V°Y VI° CONGRESOS DEL MPP – Documentos