Latinoamérica
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El que se molesta pierde
Las malas relaciones entre el gobierno y los periodistas
Andrés Capelán
Comcosur al día
Entrevistado por la periodista Sonia Breccia en el programa Primera Voz de
1410 Am Libre, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, José Mujica, se
quejó de la actitud de los periodistas (así, en general) para con los
integrantes del gobierno. La directora del programa anunció que la versión
completa de dicho reportaje iba a ser publicada en pocas horas en la página web
de la emisora. Sin embargo, no ha sido ello así, y lo único que ha sido subido a
la red fue un resumen de la entrevista, en el que se omite expresamente esa
parte de la conversación.
En la ocasión, Mujica dijo que la mayoría de los periodistas eran jóvenes
inexperientes que "no estuvieron ni un solo minuto presos", y que como "más de
la mitad" son frenteamplistas pero trabajan para medios de comunicación de la
derecha, quieren hacer mérito y al forzarse para lograr la objetividad, terminan
haciendo "preguntas ofensivas". Sin separar la paja del trigo, el ministro dijo
que en lugar de periodistas parecen inquisidores, y que siempre preguntan sobre
temas ríspidos.
Al igual que lo que luego haría el presidente Vázquez, Mujica también se quejó
del poco destaque que para él se le da a los hechos positivos, haciendo especial
mención y cayendo también en la desmesura al dar una importancia "trascendental"
al acuerdo de exclusividad firmado entre la transportista Cutcsa y la fábrica de
neumáticos Funsa. Es curiosa la forma en que el gobierno ha cargado de contenido
ideológico y hasta místico a un convenio comercial cualunque. Si Cutcsa le va a
comprar los neumáticos para su flota solamente a Funsa, es porque le es
económicamente rentable y viceversa. Nada menos, pero nada más.
Pero bueno, aquí hay varios asuntos. Por un lado, es notorio el cambio en la
actitud de los periodistas televisivos al momento de preguntar a los
gobernantes. Ese cambio podría ser comprobado fácilmente comparando un
informativo de hace cinco años con el de ayer. Hasta el 1º de marzo de 2005, más
que hacer las preguntas necesarias, los noteros de los canales de televisión se
limitaban a "dar el pie" para que el entrevistado en cuestión dijera lo que
quería decir, y no repreguntaban cuando el funcionario de marras eludía la
respuesta. Incluso, varios periodistas terminaron perdiendo sus puestos de
trabajo por hacer preguntas "indiscretas" (notoriamente, el caso de Raquel
Daruech, despedida de Canal 4 tras un incidente de este tipo con el entonces
senador Jorge Batlle).
Actualmente, se podría decir que por primera vez estos periodistas están
haciendo su trabajo como se debe, preguntando lo que hay que preguntar y
repreguntando cuando la respuesta es insatisfactoria, es decir: metiendo el dedo
en la llaga, como corresponde. Es obvio que ello obedece a órdenes superiores,
pero una cosa no quita la otra. El periodista pregunta lo que le mandan
preguntar, y el gobernante debe responder con tranquilidad lo que le preguntan.
Las molestias del presidente Vázquez, el ministro Mujica, y otros integrantes
del gobierno para con el periodismo en general, parecen ser fruto de su
conciencia de que no tienen las respuestas adecuadas.
Por otro lado, esas invocaciones a que les pregunten por "las cosas buenas" en
lugar de por "las cosas malas" es impresentable. Porque, dicho con las palabras
del mismo Tabaré Vázquez: "La primera obligación del periodismo y de los
periodistas es la verdad y su primera lealtad no es hacia ningún Gobierno, sino
a hacia todos los ciudadanos". Si el presidente piensa realmente eso, no puede
luego pedir al periodismo que le hagan solamente las preguntas que él desea
responder.
Finalmente, una reflexión: para dedicarse a la política no sólo es necesario ser
inteligente y laborioso; además es imprescindible tener paciencia, "carpeta",
"boliche", "cintura". Algunos de nuestros actuales gobernantes poseen esos
dones. La mayoría "tiene menos cintura que una heladera". Se "molestan", y el
que se molesta: "pierde".