Latinoamérica
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Chile : que vivan los estudiantes, la marcha de los pinguinos
Que vivan los estudiantes
Manuel Guerrero Antequera
http://manuelguerrero.blogspot.com
El ciclo de protesta masiva organizada por parte del movimiento estudiantil
secundario en estos dias es una excelente noticia para la democracia. Ello, en
tanto dichas movilizaciones son la mas clara expresion de que estamos ante una
sociedad civil en formacion, viva y vigorosa, que esta vez por medio del rostro
descubierto de nuevos actores juveniles, les recuerda en forma directa a quienes
ejercen el poder que el pais ha de gobernarse tomando seriamente en cuenta las
demandas de la ciudadania y sus necesidades cotidianas. Y este recordatorio no
es trivial, pues los partidos politicos y las elites gobernantes suelen olvidar
que ellos estan en el ejercicio de sus funciones en tanto representantes que se
deben en todo a sus representados.
Sin embargo, no todos tienen mala memoria. En la retina colectiva de nuestra
historia reciente permanecen las protestas de los secundarios que en los anos
ochenta fueron capaces de romper el terror dictatorial y en forma inteligente y
masiva lograron organizarse en centros de alumnos y federaciones, cuando estos
eran prohibidos. Tales movilizaciones llevaron incluso a la caida del Ministro
de Educación Sergio Gaete que implemento, desde el poder autoritario, la hoy ya
demostrada fracasada municipalizacion de la educacion. Tales protestas
estudiantiles formaron parte del amplio accionar de los movimientos sociales en
Chile y Latinoamerica, que junto a la reivindicacion general de terminar con la
dictadura, abogaron por el mejoramiento de la educacion y de los servicios
urbanos, asi como por la proteccion de los derechos de las mujeres, de los
trabajadores, pueblos originarios, y de los derechos humanos en general.
Tal situacion, de movimientos ciudadanos organizados mas alla de los canales
clasicos de la politica, auguraba el advenimiento de una democracia
participativa y dinamica. Sin embargo, lo que acontecio fue algo bastante
distinto. Los partidos politicos que antes estaban en la oposicion rapidamente
tomaron un rol como los unicos interlocutores validos entre la sociedad civil y
el Estado, y redujeron, a nombre del realismo politico, la gobernabilidad y la
seguridad ciudadana, la capacidad de influencia de la mayoria de los movimientos
sociales en la politica, cuyas demandas de profundizacion democratica no se
ajustaban al modelo de la transicion pactada.
Y esto no necesariamente tuvo que ser asi. En paises como Brasil, por ejemplo,
donde los partidos politicos han sido mas democraticos y abiertos a grupos
diferentes a ellos mismos, los movimientos sociales han tenido una mayor
oportunidad de acceso al proceso politico logrando mayor exito en la influencia
de las posiciones y practicas de los propios partidos politicos. En Chile, por
el contrario, el carácter que se le otorgo a la institucionalizacion de la
democracia tuvo efectos claramente excluyentes, lo que se refleja, por ejemplo,
en la existencia de un Estado duro, alejado de los ciudadanos organizados por
fuera de los partidos politicos. Estos ultimos, a su vez, se han vuelto
predominantemente elitistas, hegemonizados por expertos. La democracia de este
modo tendio a confundirse con tecnocracia, con criptoplutocracia.
El movimiento de los estudiantes secundarios de hoy nos senala que es posible
que estemos en un momento distinto a lo que como ciudadania queremos que sea la
consolidacion democratica. Los estudiantes de ensenanza media auto organizados
nos conminan a asumir una intervencion individual y colectiva activa y
responsable en el espacio publico. Ya no basta contar con una ciudadania
disciplinada, que se conforma con ser consumidora, observadora y usuaria del
asistencialismo y las buenas intenciones de terceros. Tal vez el campo de
resonancia de los discursos de la realpolitik que por anos han buscado hacer
creer que la democracia es mejor servida mediante la subordinacion de la
participacion popular a la necesidad de mantencion de la estabilidad de la
administracion de "lo posible" y "lo dado" se haya reducido significativamente.
No seria sorpresa, porque tal vision de la convivencia democratica ha ido
perpetuando un sistema politico que ha institucionalizado la exclusion.
Asi como la lucha contra la dictadura fue llevada adelante por una multiplicidad
de fuerzas, por una variedad de cuerpos en resistencia, por un enjambre de
identidades en formacion, acciones y subjetividades que se disputaban, en forma
directa y abierta, el espacio de la politica, los estudiantes secundarios de hoy
han desbordado las formas de contenido y expresion dictados por quienes creen
tener la unica voz autorizada para senalar como ha de vivirse en democracia.
Por ello lo que han realizado hasta ahora estas decenas de miles de estudiantes
es una muy buena noticia para la democracia. Pues vuelve a actualizar la
urgencia de comprender que la democracia conquistada debe ser hija no tan solo
de los contenidos por los que se lucho durante la dictadura -pan, trabajo,
justicia y libertad-, sino tambien debe ser heredera de la forma participativa
transversal en que estos contenidos se forjaron e hicieron circular logrando
sumar mayorias para la transformacion social. La calle, la asamblea, el mitin,
la marcha, la protesta, como instancias de roce social, de conexion de diversas
relaciones creadoras de los estudiantes secundarios de hoy nos permiten volver a
tener la esperanza de que hay potencialidad para construir una democracia que
sea expresion real de la ciudadania, sin leyes de amarre, sin autoritarismos
velados.
Ojala que nuestras autoridades que tienen actualmente en sus manos la
posibilidad y los recursos de hacer las transformaciones justas que los
estudiantes reclaman los escuchen a tiempo. Y ello tiene que ocurrir antes que
el ciclo de este movimiento derive en un radicalismo en la forma de actuar que
hasta ahora los propios estudiantes han sido capaces de controlar. Si no se les
escucha, atiende y se les da solucion a sus demandas, nos habremos perdido una
excelente oportunidad como sociedad de hincarle colectivamente el diente al peor
pecado que continuamos cometiendo como pais: impartir una educacion de mala
calidad, en todos sus niveles y estratos socioeconomicos, que lleva al
sacrificio a millones de vidas concretas asi como al destino del pais en su
conjunto.
En cuanto a los partidos politicos, al menos nos cabe la esperanza que existe
una razonable posibilidad que acuerden una vez por todas derogar la Ley Organica
Constitucional de Ensenanza redactada por el dictador el ultimo dia de su
mandato autoritario, aunque sea como una medida instrumental para seducir a
quienes conformaran para las proximas elecciones una parte muy significativa del
padron electoral. Si se logra todo ello, gracias a los secundarios habremos
avanzado un buen trecho en la democratizacion de la democracia. Estamos con
ustedes.