Saramago defiende a los mapuches, Bachelet a las
multinacionales
Marcos Roitman Rosenmann La Jornada
La presidenta de Chile Michelle Bachelet viste traje Azul y se siente cómoda. Su
embajador, el demócrata-cristiano Enrique Krauss, impuesto por ENDESA y Martín
Villa su actual gerente general al Gobierno de Ricardo Lagos se encarga de
tachar de la lista y eliminar a toda persona molesta en la recepción oficial de
intelectuales y gente de la cultura que el reino de España ofrece a su invitada.
La Secretaria de Estado para la Cooperación Internacional Leire Pagin y la
Ministra de Cultura Carmen Calvo acompañan en Casa de América a la homenajeada
con dos discursos de compromiso. Sin embargo, antes que tome la palabra, la
presidenta de Chile, según esta previsto hará uso del verbo el laureado premio
Nobel de literatura José Saramago. Pero la intervención, gracias a su
inteligencia, rompe la dinámica anodina y vacua del acto. Su improvisada
arquitectura supone un inesperado cambio de rumbo. La cara de la presidenta de
Chile pierde ese color rosáceo y se torna pálido, son las 10.30 de la mañana del
diez de mayo de 2006. Su viaje ya no es tan placentero. Se siente incomoda,
molesta por el discurso del Nobel portugués. Su mirada busca explicaciones. Y el
séquito que la acompaña entiende que el literato luso pasa el límite del buen
talante al de mentar la madre a las autoridades chilenas. Los murmullos de los
invitados muestra división de pareceres. Unos apoyan al escritor y muestran
sonrisas cómplices. Otros se alinean abiertamente con la presidenta, y aplican
el consabido adjetivo de comunista al pensador hispanista.
La delegación chilena se asombra y el embajador Krauss un ex-ministro del
interior con Frei Montalva, hombre gris, represor y corrupto que participó en la
trama civil del golpe militar contra Salvador Allende , junto a su hermano
Jaime, general de ejercito, hoy procesado por torturar hasta la muerte en el
campo de concentración de Pisagua a siete militantes de izquierdas, lo insulta
entre sus cercanos acompañantes. En el fuero interno Krauss piensa que ha sido
un error, aceptar la idea de la Ministra de Cultura Carmen Calvo. Su propuesta
era mas sensata. El orador debía ser Mario Vargas llosa, Carlos Fuentes o Jorge
Castañeda. No vale la pena arriesgar la imagen de Chile y la política exterior
por un descabezado que aprovecha cualquier oportunidad para desprestigiar el
país, las instituciones y su democracia. Los discursos éticos cuestionando el
quehacer de los gobiernos de la concertación en materia de violación de los
derechos humanos cuando se trata de la población aborigen es una cuestión que no
responde a la realidad del siglo XXI. Se debe proceder al exterminio y
erradicación por medio del etnocidio. Hoy se aplica la ley anti-terrorista a los
mapuches y se les condena por defender sus territorios y su cultura. )Pero que
fue lo que molesto a la presidenta de Chile y a su embajador, tanto como a la
ministra y secretaria de estado?.
El discurso de Saramago ha sido silenciado, y desde luego la prensa española,
chilena y extranjera lo oculta sin darle ninguna importancia. La presidenta
Bachelet tampoco contesto a su interlocutor, demostrando su insensibilidad con
una huelga de hambre que puede concluir con la muerte de varios mapuches
sometidos a un juicio sin garantías y con graves faltas en el procedimiento y en
su desarrollo. Así se lo hizo saber Saramago: A Quiero pedirle una mirada hacia
los Mapuches...hablo de su condición de Mapuches y de chilenos y de como los
derechos de chilenos no los alcanzaban.... Estos habitantes originarios que han
estado alejados de estos derechos, ahora se ven atacados por las multinacionales
que vienen a quitarles sus tierras para construir industrias y siguió... A y yo
le pido que lo que le voy a decir no se lo diga a ninguna autoridad, pero hace
un tiempo fui a Chile y mantuve una reunión clandestina con una Comunidad de
Mapuches, y cuando salí de Chile, después me enteré que esos Mapuches habían
sido detenidos y estaban en la cárcel... Mas adelante se refirió a la democracia
y sus valores para proteger a los seres humanos.
La respuesta de la presidenta fue lacónica frente a la realidad que afecta a los
pueblos indios Mapuches. No ocupo ni un minuto. Solo dijo en el peor estilo
populista que el tema de los pueblos indígenas siempre ha sido un tema de honda
preocupación. Pero ella ocultaba la realidad. Sabe la situación del pueblo
Mapuche, debió dar una respuesta frente a la política de exterminio y etnocidio
que reconoce el informe del relator de Naciones Unidas Rodolfo Stavenhagen para
Chile en el caso de ENDESA y la Novena Región, sin olvidar la huelga de hambre
que cuatro dirigentes encarcelados y que llevan mas dos meses y están a punto de
morir. Expropiación de tierras, acusaciones falsas, detenciones ilegales,
acusaciones y juicios aplicando la ley anti-terrorista.
EL COLONIALISMO INTERNO es una practica que define en la actualidad el quehacer
de los gobiernos de la concertación. La presidenta defendió el Estado de derecho
y la propiedad privada, las acciones de las fuerzas de orden, la legalidad
vigente y los derechos de los latifundistas. Cada día los pueblos Mapuches están
siendo sometidos a una política de acoso ya que sus tierras son ricas en
recursos naturales , flora y fauna. Las multinacionales se han aliado con los
gobiernos para terminar con los pueblos y las culturas indígenas por la vía de
la violencia extrema. En el siglo XIX, Bartolomé Mitre le dijo a Sarmiento que
el indio lo único humano que tenía era el color rojo de la sangre. Hoy en pleno
siglo XXI, en Chile Michelle Bachelet sigue al pie de la letra dicha máxima, en
la guerra contra el pueblo Mapuche. Sólo que ahora la dictan las
multinacionales. Presidenta no ahorre sangre de Mapuches , lo único humano que
tienen es el color rojo de su sangre, por ello se puede prescindir de esta
especie. Gracias Saramago por la valentía.