Descendentes de esclavos marchan por el derecho a la tierra
Púlsar/Adital
El domingo 30 de abril, descendientes de esclavos, conocidos como quilombolas,
de tres comunidades del estado de Rio de Janeiro, en el sudeste del país,
protestaron por el derecho a la titularidad de las tierras ocupadas por ellos.
Según el sitio Observatório Quilombola, los quilombolas de la Marambaia ocupan
estas tierras desde hace 150 años. Registros históricos muestran que el área
donde ellos viven les fue donada por su antiguo dueño, después de su muerte en
1889.
Pero en 1971, la Marina Brasileña se encargó de la isla y pasó a expulsar los
quilombolas.
Según los habitantes de la comunidad, la Marina usa las tierras para realizar
ejercicios de guerra y para hacer turismo con sus familias. Entidades sociales
que quieren trabajar con los quilombolas están siendo impedidas de entrar en la
reserva, como ha ocurrido con la organización Koinonia, responsable por la
resolución antropológica que certificó los moradores como descendentes de
esclavos.
En Brasil, hay una ley que destina las tierras ocupadas a los descendientes de
esclavos y es necesaria esa sentencia para reconocer la comunidad como
quilombola.
La Marina, sin embargo, acusa a los quilombolas de ser responsables por la
degradación ambiental de la isla. Pero los moradores contestan que sus prácticas
de supervivencia respetan los ciclos naturales y no arruinan el medio ambiente.
La comunidad espera ansiosa la conclusión del informe técnico de identificación
y delimitación de su territorio por el Instituto Nacional de Reforma Agraria. El
órgano estima que el informe estará listo en las próximas semanas, pero los
quilombolas temen que articulaciones políticas de la Marinha impidan la
titulación.
Para presionar al Gobierno, ha sido creado el movimiento "Marambaia Libre", que
tiene la participación de movimientos sociales y otras comunidades quilombolas
del estado.