Un "paro cívico" en la población de Puerto Suárez, apoyada por todo el
empresariado de Santa Cruz, exige la permanencia de la empresa siderúrgica MMX,
filial de la brasileña EBX. Los "cívicos" porteños protestan porque, esa empresa
les proporciona trabajo. El Estado inició acciones legales contra MMX, la que
comenzó a instalar una planta para elaborar arrabio, violando la Constitución y
las leyes.
Esta planta se abastecería del mineral extraído en Mutún, un enorme yacimiento
ferroso a pocos kilómetros de la frontera este con Brasil. La concesión de tal
explotación está postergada hasta fines de mayo, debido a que el gobierno
suspendió el proceso de licitación, pues era notoriamente perjudicial para el
país. Las empresas que se presentaron a la licitación lanzada por el gobierno
anterior, aceptaron la postergación e, inicialmente, estuvieron dispuestas a
concertar nuevas condiciones. El factor EBX Hasta ese momento no se sabía, o se hacía abstracción, de la presencia de
una empresa que estaba en pleno trabajo de instalación. Cuando se hizo la
denuncia, sus directivos mostraron un acuerdo firmado con una empresa boliviana.
En junio del año pasado, EBX comenzó la construcción de dos de los cuatro hornos
previstos para la siderúrgica, sin tener licencia ambiental y antes de contar
con el contrato de riesgo compartido con la Zona Franca de Quijarro (ZOFRAMAQ),
el cual se suscribió de manera preliminar el 2 de agosto; el acuerdo final fue
cerrado en 2006.
ZOFRAMAQ es una sociedad anónima con propósito de manejo y almacenaje de carga y
maquila. El contrato de riesgo compartido otorga 1% de acciones a la sociedad
boliviana, quedando 99% en poder de EBX. Esta empresa se proponía explotar
fundir arrabio usando carbón vegetal; en poco tiempo, los bosques cercanos
desaparecerían.
Pareciera que, tantas ilegalidades, eran suficientes para provocar un rechazo
general, sin excepciones. Pero la oposición empresarial, que busca motivos para
estrellarse contra el gobierno, se alineó de inmediato en la defensa de la
empresa ilegal sosteniendo que los "probables errores o incumplimiento de
aspectos formales y administrativos pueden ser subsanados". Habían encontrado el
factor de enfrentamiento. Manipulación y chantaje Aunque el ferrocarril que sale de Santa Cruz cruza la frontera en Puerto
Suárez, ésta ha sido una población olvidada. Habrá que asumir la importancia que
le dan a una empresa de las dimensiones que tiene EBX. El alegato que esgrimen
es la ocupación que les ha proporcionado a algunas personas; es cierto también
que están magnificando la incidencia económica de tales empleos.
Entendiendo la situación, el gobierno ha ofrecido iniciar, en el menor plazo
posible, tres grandes proyectos que darían trabajo a más de 2.100 personas en
forma directa. Los "cívicos" de aquel puerto fluvial no han respondido hasta
ahora. Es más, la declaración con la que, los empresarios de Santa Cruz, se
alinean con los porteños, se publicó después que la oferta gubernamental.
Cabalgando sobre este conflicto, reaparecen los interesados en la licitación del
Mutún, que ahora se oponen a la co-administración de la empresa que explotará el
yacimiento. Es un ataque contra el gobierno, en toda regla, aunque no tiene
muchas posibilidades, dada la ilegalidad de la demanda.