Latinoamérica
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Extremaunción en Paraguay
Comunidad Andina de Naciones
"Alguien puede decir que la CAN existe, pero se acabó, está muerta, le
pasó por encima el neoliberalismo" (Hugo Chávez)
"Algunos presidentes en la CAN son instrumentos de la desintegración y de la
recolonización, aunque tenemos esperanzas y apostamos por la integración
sudamericana" (Evo Morales)
Humberto Márquez
IPS, Caracas, 19-4-06
La Comunidad Andina de Naciones (CAN) "está muerta", dijeron sin más trámite los
presidentes Evo Morales, de Bolivia, y Hugo Chávez, de Venezuela, pero este
último fue más lejos al anunciar que preparaba el retiro de su país del bloque,
al que se sumó en 1973.
"Alguien puede decir que la CAN existe, pero se acabó, está muerta, le pasó por
encima el neoliberalismo", dijo Chávez en Asunción, donde asistió este miércoles
a una reunión con Morales y sus pares Nicanor Duarte, de Paraguay, y Tabaré
Vázquez, de Uruguay.
Morales se sumó a las críticas de Chávez, que ostenta la presidencia de turno de
la CAN, al también sostener el fin del bloque. "Algunos presidentes en la CAN
son instrumentos de la desintegración y de la recolonización, aunque tenemos
esperanzas y apostamos por la integración sudamericana", apuntó.
En esta cumbre de Asunción se pactó un proyecto para suministrar gas natural de
Bolivia a Paraguay y Uruguay.
Pero además de los malos augurios para el bloque andino, también se lanzaron en
la cita advertencias por los problemas que afronta el Mercado Común del Sur (Mercosur),
que Uruguay y Paraguay integran con Argentina y Brasil, y que Venezuela está en
proceso de adhesión plena.
Por momentos, el tono de las intervenciones fue de queja y casi de "rebelión" de
los países pequeños ante los grandes de la región, Argentina y Brasil.
En la CAN, la línea divisoria que puede extinguir el grupo fue trazada por la
firma de los tratados de libre comercio (TLC) con Estados Unidos por parte de
Colombia y Perú, en tanto un acuerdo similar con Ecuador aún es objeto de arduas
negociaciones.
Esos tratados "son alquitas" dijo Chávez, aplicando un diminutivo al Área de
Libre Comercio de las Américas (ALCA), del cual abomina por considerarla un
instrumento de dominación económica de Estados Unidos, promotor de la
iniciativa.
"Yo no creo en el libre comercio. Algunos de nuestros países siguen pidiendo a
Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) que bajen las barreras al libre
comercio. No sigamos perdiendo el tiempo, no lo van a hacer", añadió el
gobernante venezolano.
Morales consideró que "el ALCA está siendo derrotado por el ALBA (Alternativa
Bolivariana de las Américas, un término acuñado por Chávez para su propuesta de
integración más que comercial) y los TLC por los TCP, que son tratados de
comercio entre los pueblos".
El mandatario izquierdista de Bolivia también fustigó el tratado que firmó
Bogotá con Washington, "que ya nos quita mercado para la soja". "Si firmáramos
un TLC así con Estados Unidos, muchos más productores nuestros quedarían
arruinados", aseveró..
El ministro venezolano de Integración y Comercio Exterior, Gustavo Márquez, dijo
a IPS que Caracas no está a favor de "la desintegración, sino de la integración
de nuestros pueblos y nuestros países, pero el daño hecho por los TLC no es,
digamos a las paredes, sino a las bases mismas de la CAN".
Colombia "ha dado cuotas a Estados Unidos en rubros que le exportaba Venezuela,
como arroz, y reconocido ventajas a la industria estadounidense de medicamentos
que la favorece y puede elevar el precio de las medicinas y generar desempleo",
dijo Márquez.
Caracas, además, se resintió porque las negociaciones con Washington que
hicieron Bogotá y Lima no le fueron consultadas, según Márquez, "a lo que
estaban obligados".
En cambio, "la incorporación de Venezuela al Mercosur fue saludada por los
socios andinos como un paso importante en la integración sudamericana",
puntualizó.
La debacle quedó anunciada desde marzo, cuando Chávez comenzó a plantear que la
CAN "está muerta, no existe", en el preciso momento en que el peruano Allan
Wagner, secretario general del bloque, defendía en Bruselas las ventajas de
negociar un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).
El mandatario venezolano prácticamente renunció a convocar la habitual cita
semestral de presidentes andinos, y posiblemente Morales se abstenga de llamar a
la reunión especial para fijar los criterios comunes que llevaría la CAN a la
cumbre entre gobernantes latinoamericanos, caribeños y de la UE, el 12 de mayo
en Viena.
También Caracas arrojó un balde de agua fría a un posible convenio entre el
bloque andino y la UE: "No se puede materializar un acuerdo cuando en el propio
seno de la CAN no se ha podido definir la situación que permitiría superar las
diferencias surgidas entre los miembros por las firmas de los tratados de libre
comercio", dijo el vicecanciller Pavel Rondón.
Este jueves y el viernes, delegados andinos y europeos explorarán en Bruselas la
posibilidad de un acuerdo, en una de las antesalas a la cumbre de Viena.
La anunciada decisión venezolana de abandonar la CAN no fue consultada por el
gobierno con el parlamento o instituciones de la economía privada, aunque
algunos gremios empresariales han sido informados de las críticas oficiales en
sus propias asambleas.
Por otra parte, la despedida venezolana del grupo andino y la amenaza de que
Bolivia tome igual decisión, echa por tierra la propuesta hecha el martes por
Colombia para "un relanzamiento" de la CAN, así como el pedido de Wagner para
que el bloque "haga un examen de sus logros y desafíos" con motivo de su 37
aniversario a cumplir en mayo.
El ministro colombiano de Comercio, Industria y Turismo, Jorge Humberto Botero,
propuso a los socios de la CAN examinar una agenda de 12 puntos para
fortalecerla. Entre ellos se enumera perfeccionar la zona de libre comercio
hasta planes de integración física, de lucha contra la pobreza y de convergencia
hacia la Comunidad Sudamericana de Naciones.
Wagner pidió reconocer "la fuerte institucionalidad" de que se dotó la CAN desde
su creación en 1969, así como las dificultades para sostener una política
exterior común y los distintos enfoques de los países acerca de cómo encarar el
desafío del desarrollo.
La CAN reúne unos 125 millones de habitantes (un tercio de América del Sur), con
un producto bruto anual de 260.000 millones de dólares y un comercio exterior de
128.000 millones de dólares anuales, siete por ciento de los cuales es
intracomunitario.
La cita de Asunción también se presentó, en intervenciones de los presidentes
Duarte y Vázquez, apoyadas por Morales y Chávez, como un encuentro de los
"pequeños" del Mercosur, y también ventiló críticas al recorrido integracionista
de ese bloque.
"Así como está, el Mercosur no sirve", dijo Vázquez. "Necesitamos uno mejor,
donde por ejemplo los grandes países (en alusión a Brasil y Argentina) no
resuelvan sus problemas energéticos y luego nos informen a los demás".
También pidió convocar al Tribunal de Solución de Controversias del Mercosur
para tratar el diferendo que opone a su país con Argentina por la construcción,
en zona fronteriza uruguaya, de dos plantas procesadoras de celulosa, que
ambientalistas y Buenos Aires temen dañe el ambiente y afecten la salud humana.
"El Mercosur debe convertirse en una plataforma de desarrollo, integración y
soluciones y debe considerar la igualdad de derechos de sus socios", dijo a su
vez Duarte.
Chávez, a su turno, lamentó que Uruguay deba exportar arroz al remoto Irán
porque no puede colocarlo en Brasil, o que camiones con carne paraguaya no
puedan cruzar la frontera argentina rumbo a Chile.
Fuente: lafogata.org