Latinoamérica
|
Perú: El efecto bumerang de la guerra sucia contra Humala
Cesar Zelada
En medio de impresionantes medidas de seguridad (que no lograron evitar la
agresión de una turba al candidato nacionalista), del baile regaaeton, de
acusaciones de fraude y algunos "atentados subversivos"en el interior del país,
los resultados de las elecciones generales en la tierra de Tupac Amaru, según la
Organización Nacional de Procesos Electorales (ONPE), dan como vencedor a
Ollanta Humala con el 29.19% de los votos; a Lourdes Flores, candidata de la
derecha, con el 25.29%; y a Alan García, líder socialdemócrata, con el 24.98%.
Esto indica que habrá un balotaje. Pero también que al igual que en Bolivia, en
la victoria del líder nacionalista, la guerra sucia impulsada por la derecha y
los EE.UU. ha tenido un efecto bumerang.
Una guerra sucia violenta
Es así como desde los medios de "comunicación" se difundía una campaña
completamente parcializada con los partidos tradicionales y de ataque contra el
candidato nacionalista. Es por esto que era común escuchar discursos del líder
"nacionalista" diciendo que en el Perú se ha formado un partido llamado "todos
contra Ollanta". Esta guerra sucia fue denunciada anteriormente por Cesar
Hildebrant, periodista demócrata, quien fuera despedido por tener un programa
independiente de la "clase política" peruana y crítico con la candidata de los
capitalistas ricos.
Desde acusaciones de dictadorzuelo amigo de Hugo Chávez, improvisado, con
denuncias jurídicas por el caso Madre Mía*, hasta las agresiones recibidas el
día que le toco votar en la Universidad Ricardo Palma, ubicada en un sector de
clase media, ha sido el picante aderezo de la guerra sucia desatada contra
Humala. Esto último provocó la intervención del jefe de la misión de la
Organización de Estados Americanos (OEA), el ex canciller canadiense Lloyd
Axworthy, quien hizo un llamado de urgencia, y calificó el episodio como
"bastante serio".
Acto seguido, Humala presentó una denuncia formal ante la OEA, la cual será
presentada ante las autoridades electorales peruanas. "Horas más tarde,
responsabilizó al presidente Alejandro Toledo y a sus adversarios Flores y
García, por el hecho, que calificó de "fascista" (La Republica, 10-04-06).
Incluso el propio Hugo Chávez tuvo que intervenir declarando en su programa
dominical Aló Presidente que, "he recibido informes preocupantes sobre presuntas
anomalías en el desarrollo de los comicios de ayer: el retraso en la
habilitación de mesas de sufragio en zonas donde Ollanta Humala gozaba de las
mayores preferencias".
En realidad esta ha sido una guerra sucia histórica. Nunca en la vida política
del país se ha visto tanto odio y racismo hipócrita contra un candidato militar.
Esto se expresó anteriormente en los gestos obscenos que realizó Lourdes Flores
Nano para rechazar las pifias por un grupo de manifestantes pobres de la sierra
central. En el fondo esta guerra sucia esta alimentada de un odio de clase y de
temor de que los trabajadores pobres puedan dirigir sus propios destinos
eligiendo democráticamente un gobierno suyo. Felizmente, esta guerra ha tenido
un efecto contradictorio llevando al candidato "nacionalista" al primer lugar en
las elecciones pasadas.
Sin embargo, teniendo en cuenta las peculiaridades políticas de la tierra
peruana, los errores cometidos por el líder del Partido Nacionalista Peruano y
el liderazgo de Alan García, pues, el humalismo no pudo conseguir mayoría
absoluta en las elecciones generales y solo un tercio del nuevo Parlamento.
Una nueva situación política, derrota del gobierno y polarización social
Algunos analistas liberales indican que los resultados de las elecciones
significa que el 70% de la población se manifestó por la democracia y el 30% por
la dictadura (es decir por Ollanta), pero este es un punto de vista equivocado,
no real. Esto lo digo porque en la práctica los tres candidatos se han
pronunciado por luchar contra la desigualdad social y la injusticia. Nunca el
líder nacionalista ha hablado de una dictadura, sino todo lo contrario. Su
estrategia de gobierno es de defensa de la democracia liberal como lo es de Evo
Morales y el MAS en Bolivia. La victoria del "nacionalismo" expresa el giro a la
centro izquierda latinoamericana. El discurso de Alan García que ha aglutinado
el 25% hizo eje en la intervención del Estado en la economía y salía en defensa
acérrima de los derechos laborales. Así que ese análisis burgués de dictadura
vs. democracia cae por su propio peso. En realidad, los trabajadores han buscado
una forma de deshacerse del neoliberalismo que solo les ha traído más hambre y
desempleo. Es por esta medular razón que los pobres del país se empoderaron de
Humala,y ante las fallas de este al final de la campaña , también vieron a Alan
García con simpatías.
Si tomamos en cuenta los resultados de la ONPE podemos decir que el gobierno de
Toledo ha sufrido una derrota contundente con un 3.1% de los votos, así como la
perdida de la personería jurídica de su aliado de gobierno, el Frente
Independiente Moralizador (FIM).
Por otro lado, tenemos un Parlamento muy fracturado. En este sentido, el Partido
Nacionalista Peruano-Unión Por el Perú (UPP) ha conseguido el 20.5% de votación,
seguido de cerca por el APRA con 20.1%, Unidad Nacional figura con 15.3% y
Alianza por el Futuro 13.5%. El Frente de Centro contaría con 7.6% de votos,
Restauración Nacional 4.6% y Perú Posible con 3.9% (encuestadora Apoyo).
En realidad estos resultados al parlamento reflejan el conservadurismo de la
capital de la Republica donde la derecha ha obtenido más congresistas, la
radicalización de los pueblos de la sierra central y sur del Perú que votaron
por Humala, y del norte que votaron por el APRA (este es el bastión del APRA
conocido como el sólido norte).
Así las cosas, el destacado sociólogo Nelson Manrique declara, ""Aparentemente,
el nuevo Congreso estará fracturado y será necesario un acuerdo político entre
las principales fuerzas, por lo menos dos de ellas, para lograr la
gobernabilidad del Parlamento" (diario La Primera, 10-04-06).
Luego continua, "la eventual política de alianzas estará vinculada a los
candidatos que puedan pasar a la segunda vuelta electoral. Los resultados de los
comicios tendrán incidencia en el margen de juego que se pueda desarrollar en
una negociación".
Esto es particularmente relevante si se tiene en cuenta que el elector no le dio
un respaldo sólido a ningún candidato. Ollanta Humala obtuvo alrededor del 30
por ciento del voto valido, y aseguró su pase a la segunda vuelta, pero esto no
representa un caudal político suficiente para la ejecución de varias reformas
que ha propuesto, como la constitucional. El hecho que Ollanta se haga de la
primera magistratura va depender de las alianzas que pueda realizar. En este
sentido le convendría un balotaje con el APRA cuya base social obrera, campesina
y clasemediera tiene una tradición de izquierda.
"La guerra sucia de las últimas semanas de la elección puede ser nada en
relación con lo que se puede desencadenar en los próximos días, debido a que
está en juego no solo el pase a la segunda vuelta, sino la eventual jubilación
política de quien pierda", escribe Álvarez Rodrich, director del diario Perú 21.
El balotaje
Y esto es cierto. Alan García a declarado que,"de acuerdo con nuestra
estimación, hay un punto de diferencia y de ventaja sobre la candidata de Unidad
Nacional. Nuestras proyecciones contabilizan los votos de las zonas andinas del
norte y de los distritos rurales más alejados, que no son tomados en cuenta en
los resultados preliminares". Luego continua, "la segunda vuelta "va a permitir
comparar dos programas, dos formas de ver el país y dos formas de entender lo
que es la democracia y la política, y la victoria será claramente del APRA",
(Perú 21, 10-04-06).
Por otro lado, la candidata Lourdes Flores dijo que, "Hace cinco años, y sin
esperar los resultados oficiales, reconocí la victoria de García. Espero ahora
que tenga la grandeza de reconocer los resultados de la primera vuelta".
El presidente de la Confederación de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep),
José Miguel Morales, adelantó que las compañías privadas mantendrán hasta
entonces un compás de espera
Así que la película todavía no acaba. Esto nos permite avizorar una corta
perspectiva de más enfrentamiento y guerra sucia. Ambos líderes van a pelear
voto a voto su participación de la segunda vuelta porque de lo contrario se
convertirían en cadáveres políticos. De esta manera también abrirán grietas
entre ambos partidos que crearían fuertes malestares.
Lo que si podemos decir es que la mejor alternativa para la burguesía peruana es
Alan García. No solo porque sus manos están manchadas de sangre (por el caso de
Acomarca, Cayara o los penales), sino porque es la mejor personalidad política
con un aparato nacional militante. En realidad, es el único que puede hacer
frente al candidato nacionalista. Y esto lo sabe muy bien Humala. Por esto es
que durante su campaña electoral, el líder nacionalista, sostenía un discurso
hacia las bases apristas.
Sin embargo, Alan García tendrá que poner de todo su esfuerzo para ganar la
confianza de los empresarios. Esto debido a que recientemente el presidente de
la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Carlos del Solar, también
gerente de la estadounidense Hunt Oil, comentó que la posibilidad de que Humala
y García disputaran la segunda ronda "generó incertidumbre" ya que, según
sostuvo, ninguno de los dos tienen una posición clara respecto a la inversión (